2081 (C)

Antes de ver el corto, y simplemente leyendo la sinopsis, habría creído imposible 'suspenderlo', pues la idea esfrancamente buena. No original, ni mucho menos, pues hemos visto ya distopías parecidas es 1984 y toda su legión de imitadoras, pero bueno.

El caso es que Chandler Tuttle da una auténtica lección de cómo malgastar los preciosos 25 minutos que dura el cortometraje a base de primeros planos mostrando el sufrimiento del abuelo y la felicidad y despreocupación (felicidad y despreocupación basado en la ignorancia de lo que le rodea, ese sí es un buen mensaje) de su mujer.

Tal vez quien lea esta crítica sea más complaciente con la obra, pero lo que no me podrá negar es que el potencial que tiene '2081' se evapora, gota a gota, conforme va pasando el metraje.

Está claro el tema de este corto. El continuo avance de formas culturales mediocres producidas porque son las que están al alcance la mayoría mientras un porcentaje mínimo aunque respetable de la población tiene que vivir prácticamente avergonzado y oculto de sus capacidades. A fin de cuentas ser mejor, en según qué cosas, no es motivo de alegría es una razón para intentar pasar desapercibido entre la masa no vaya a ser que se sientan humillados por no ser capaces de llegar hasta donde otros si son capaces.

Y el súmmum de esta situación se produce cuando, como en el caso del protagonista, tienes todas las características que hacer atractivos al ser humano, inteligencia, gustos culturales elaborados, presencia física, conversación...

Muy buena idea la de presentar este posible futuro a partir de la situación actual en la que los mejores no deben ser admirados, deben ser limitados por el bien de una sociedad mediocre.

Curioso y desaprovechado film distópico, en el que la auténtica arma de la libertad es la difusión de la información. En un mundo lleno de redes sociales e internet resulta difícil creer en que el único medio de comunicación sea una gran pantalla de TV, tipo 1984 o Farenheit 451, tan como muestra el filme, anclándolo en una estética y concepción obsoleta. Tampoco ayuda demasiado el papel de los ancianos padres del protagonista.

Sin duda a seguir este director, brillante la trama con una idea como pocas veces se aprovecha. Manejo del tempo para llevarte por la historia óptimo, si fuera más lento aburriría, más rápido se dañaría el mensaje. En 25 minutos concentra una distopía con mensajes metafóricos y filosóficos, todo un lujo para los tiempos que corren.