La ley del Hampa

"The Rise and Fall of Legs Diamond" (1960) Excelente film de gangsters, rodada con mucha fuerza y con un desarrollo dramático magnifico, película de muy bajo presupuesto, pero elevadisimos resultados, destaca además por el excelente desarrollo de personajes y por reflejar con cierto rigor histórico la época dorada del crimen organizado, los años 20, los años de la prohibición.

El personaje protagonista, a pesar de las limitaciones del actor protagonista, esta muy bien desarrollado, pasando de ser un ladrón que prefiere la inteligencia a la violencia, a un ambicioso y frío matón dispuesto a todo, de una forma muy natural, y es por eso que un personaje que al principio nos cae simpático y que es capaz de arrancar alguna sonrisa, poco a poco se desarrolla como un psicópata muy peligroso, ambicioso y frío como el hielo, como frías se quedan aquellas sonrisas.

Esta película representa un intento tardío por parte de los estudios, cuando el propio sistema de estudios se venía abajo, de retomar el genero negro de serie B, utilizando para el caso al reputado (pero algo olvidado) director de Westerns de bajo presupuesto Budd Boetticher, que demuestra su saber hacer y toda su experiencia acumulada rodando con nervio, fuerza y agilidad (numerosas elipsis lo demuestran) un film que ha envejecido muy bien, y que de seguro ha influido a otros cineastas... No sé que pensará Martin Scorsese, pero no me extrañaría nada que esta película esté entre sus favoritas.


P.D.: Atención al pequeño papel de Warren Oates, haciendo de hermano calzonazos de "Legs" Diamond.

Budd Boetticher hacía buenas películas con cuatro duros, sobre todo westerns. Un día quiso revitalizar las películas de gángsters de antes de la guerra. Le dieron algo más de pasta, y parió "La ley del hampa", un buen homenaje.

Roger Corman hacía buenas películas con cuatro duros, sobre todo de terror. Un día quiso revitalizar las películas de gángsters de antes de la guerra. Le dieron algo más de pasta, y parió "La matanza del día de San Valentín", un buen homenaje.

Michael Mann hace pestiños con cuatro mil trillones de duros, sobre todo moderneces. Un día quiso revitalizar las películas de gángsters de antes de la guerra. Le dieron mucha más pasta, y parió un ratón: "Enemigos públicos", un buen homenaje... a su bolsillo.

Naturalmente las películas de Corman y Boetticher no tienen reseñas de "The New York Times", "Rolling Stone", "Chicago Sun-Times", "Empire", "Newsweek" o "Time". La Mafia siempre ha sido un poco hortera y sin buen gusto.

Con un género negro ya en franco retroceso cuando no "contaminado" por el thriller, esta película de Boetticher venía a recordarnos la época dorada del cine de gángsteres de los años treinta, sirviéndose para ello de la figura de "Legs" Diamond, que nos retrotrae a los tiempos del Hampa y la prohibición en la Nueva York de los violentos años veinte.

Narrada según el esquema habitual de ascenso, auge y caída propio del género y que ya se anuncia en el título original, la película aborda al personaje desde un punto de vista desenfadado, casi humorístico, aunque poco a poco, y sin perder la ironía, el espectador irá advirtiendo la oscuridad y el vacío que alberga en su interior. Así, aunque "Legs" nos caiga bien, pareciéndonos un hábil y socarrón ladrón con muy poca vergüenza, pronto nos percatamos de que su obsesión es la de todos los gángsteres: el poder absoluto. Para colmar su ambición no dudará en manejar a todos los que le rodean, ya sean amigos, enemigos, su hermano o las mujeres; todos ellos giran en torno a su atractiva personalidad y presencia, y todos irán quedando apartados a medida que "Legs" ya no los necesite.

Esta ambigüedad del protagonista, no exenta de cierto romanticismo, responde a la necesidad de atenuar el clásico arquetipo del gángster que se mostraba en el cine de los años treinta, que solía ser bien un monstruo sin entrañas, bien un infeliz arrastrado al mal absoluto por las circunstancias o el entorno. Sin renunciar plenamente a estas perspectivas, el "manierismo" propio de estos filmes "tardíos" jugaba con mayor libertad que sus modelos, empleando sus mismos elementos, pero variando su función o la forma de mostrarlos.

Formalmente es una película impecable, como tantas otras de Boetticher, un excelente narrador cinematográfico, que es capaz de contar mucho, de aportar mucha información, con poco esfuerzo, gracias a su capacidad de síntesis narrativa y a la naturalidad no exenta de brillantez con la que traduce en imágenes cualquier acción. A todo ello podemos añadir un buen guión, que dibuja perfectamente a los personajes clave, unas interpretaciones excelentes, tanto de Danton como de los secundarios, y una bella fotografía, más luminosa y menos contrastada que la que se empleaba en décadas pasadas, de la que es responsable uno de los grandes especialistas, Lucien Ballard. Debe reconocerse también la perfecta recreación, tanto en decorados como en vestuario, de la época en la que se ambienta la historia.

Película evocadora, constituye también una influencia fundamental en posteriores películas del género, perceptible en títulos como "El Padrino" (especialmente en su segunda parte, por la relación entre el protagonista y quienes le rodean, hermano incluido) o el "Scarface" de Brian de Palma (por la aparente invulnerabilidad de la que se jacta el protagonista).

Como su título en inglés indica, la película narra el ascenso y posterior caída del gángster Jack 'Legs' Diamond en los años de la Ley Seca y de la Depresión.
Boetticher ha sido un director tardíamente aclamado por la crítica por sus flojos e insulsos westerns con Randolph Scott de protagonista. Sin embargo, apenas oigo mención de una película como esta "La ley del Hampa" tan exquisitamente planificada y realizada, tan formalmente acabada. Y es que, en esta ocasión, Boetticher sí que da muestras de un insólito virtuosismo técnico centrado, sobre todo, en elegantes y precisos movimientos de cámara, una impecable puesta en escena y una lucidez espectacular en cuanto al montaje final de la cinta. También está brillante en la dirección de actores aunque Ray Danton (con la mirada de Victor Mature) no seduce nunca, representa un personaje plano, absolutamente egoísta. Sin encanto, sin simpatía. Todos sabemos lo que le va a suceder en cuanto se le acabe la suerte.
Nosotros, esta vez, sí tenemos suerte porque Boetticher nos regala una notable y meritoria película con grandes dosis de acción y un montón de espléndidas secuencias.

De ascendencia irlandesa, pero, nacido en los Estados Unidos de Norteamérica, ese muchacho con dotes de bailarín y bautizado como, John Thomas Diamond, quizás pensó alguna vez que ésta podría ser su profesión… pero al morir su madre cuando él tenía apenas 16 años y quedarse solo con, Eddie, su hermano menor que sufría problemas pulmonares, porque su padre decidió irse a Brooklyn, Jack comenzó a sentir un fuerte impulso por salir de sus dificultades y se inició en la delincuencia robando principalmente joyas. Sus ocasionales estadías en la cárcel, las aprovechó para “pensar”… y cuando se hizo hombre y su astucia estaba ya a punto, decidió hacer dinero en grande con quienes -en los años ’20 del siglo XX- se ocupaban de los negocios de licor, juego, drogas y préstamos de usura. Algo así como ladrón que roba a ladrón.

Fue así como, Jack, consiguió convertirse en guardaespaldas de, Jacob Orgen, conocido como “Little Augie” y ya no pararía en su ascenso como uno de los hombres más peligrosos durante aquellos años de La Ley Seca en los que, Al Capone, sería el capo entre los capos (un breve inserto lo mostrará durante su caída)

Libremente basado en la vida de ese gánster a quien apodaron, ‘Legs’ Diamond, por su habilidad para el baile, es la historia que, con eficaces anécdotas y sucesos, escribiera, Joseph Landon, y que, Budd Boetticher, ha dirigido con apreciable dinámica. El primer gran acierto, es la caracterización de los personajes: “Legs” (magníficamente interpretado por Ray Danton) tiene un alto carisma, y no obstante que su personaje es un misógino indomable y un hombre sin demasiados escrúpulos, también demuestra ser, en principio, un comprometido hermano y un hombre leal a aquellos con quienes trabaja… pero, lo que más atrae de él, es la gran astucia que demuestra al cometer sus fechorías. Es uno de esos tipos que uno siente brillantes, pero, de inteligencia retorcida.

A su lado, Alice Schiffer (conmovedora, Karen Steele), es la muchacha que quedará con, ‘Legs’ Diamond, eternamente agradecida desde que, a su lado y de manera non sancta, obtuviera el único trofeo de su vida. Enamorada irredimible, Alice terminará sintiéndose sucia y esto cambiará su vida para siempre. Monica Drake, también se convertirá en otro importante personaje como la bella amante del capo, A.R., que, al sentirse atraída por Diamond, ya no cumplirá bien con su tarea… pero, Elaine Stewart, sí cumple muy bien con su interpretación; y mención para, Sid Melton, quien no recibiera crédito por su corto, pero encantador rol de, ‘Little Augie’.

Como biopic, <<LA LEY DEL HAMPA>>, logra dejar muy bien plasmados algunos hechos esenciales de una dura época que marcó la historia de los EE.UU., pero, su mayor mérito es que consigue personajes soberbiamente matizados que nos dan cuenta de verdaderos seres humanos con sus altas y sus bajas. No obstante la austeridad de recursos, Budd Boetticher, vuelve a demostrar su enorme capacidad para contar historias que atrapan, dejando en el espectador un gusto a cine inteligente que, bien sentido, sobrepasa la epidermis.

Título para Latinoamérica: FIN DEL REY DEL CRIMEN