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Los Simpson: Sin blanca Navidad (TV)

Animación. Comedia. Drama La familia Simpson se ve obligada a gastar todos sus ahorros en quitarle a su hijo Bart el tatuaje que se ha hecho. Especial navideño de "Los Simpson" y episodio piloto de la serie que a la postre se convertiría en una de los grandes hitos de la televisión a nivel mundial. Se estrenó el 17 de diciembre de 1989, cuando por aquel entonces "Los Simpson" sólo eran una pequeña sección en formato cortometraje de "El Show de Tracey Ullman". ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
14 de enero de 2023
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
01/01(01/01/23) Brillante presentación de la popular familia amarilla (que no china), la que es sin duda la mejor serie animada de la Historia catódica, da igual que haya bajado el listón hace años, pues los episodios buenos son hitos de la TV. Con motivo de la Navidad me he visto este episodio alusivo de Los Simpson, curiosamente fue el primer capítulo emitido de larga duración de 22 minutos de la Icónica serie animada, emitido por primera vez en Fox USA el 17 de diciembre de 1989. Hasta entonces tiras cómicas de apenas unos minutos que aparecían de cortinillas en el programa “The Tracey Ullman Show”. Los Simpson originalmente tenían la intención de debutar a principios de 1989 con "Some Enchanted Evening", “Simpsons Roasting on an Open Fire” fue en realidad el octavo episodio hecho para la serie, pero dado que el programa estaba programado para comenzar a transmitirse justo antes de Navidad (la fecha exacta es el 17 de diciembre de 1989), se convirtió en el estreno de la serie, lo que resultó en al menos un agujero flagrante en la trama (Santa's Little Helper, presentado aquí, es un ausente durante la mayor parte de la primera temporada).

David Silverman dirigió el episodio (ha dirigido 24 capítulos de la serie, amén del film “Los Simpson: The Movie”), productor ejecutivo de la serie, escrito por Mimi Pond (único que escribió para la serie). Fue el único episodio de la serie que se emitió durante la década de 1980. Al escritor Al Jean se le ocurrió el título, que alude a "The Christmas Song", también conocida como "Chestnuts Roasting en un fuego abierto". David Silverman dirigió este episodio, mientras que Rich Moore hizo el guión gráfico y diseñó a Ned Flanders. Varias de las escenas fueron presentadas por Eric Stefani, hermano de Gwen Stefani, la cantante principal de la banda de rock No Doubt. En este episodio, Barney Gumble tiene cabello rubio del mismo color que su piel, pero luego se abandonó debido a la creencia de que solo la familia Simpson debería tener ese cabello. Seymour Skinner, Milhouse Van Houten, Ralph Wiggum, Sherri y Terri, Moe Szyslak, Mr. Burns, Barney Gumble, Patty y Selma, Grampa Simpson, Ned y Todd Flanders, Santa's Little Helper, Snowball II, Dewey Largo y Lewis todos hacen sus primeras apariciones en este episodio. Snowball I se menciona por primera vez y se puede escuchar a Waylon Smithers por el altavoz en la planta de energía, pero no se lo ve.

Aún se notan en muchos aspectos una serie por perfilar y pulir, desde la algo tosca animación que irá mejorando, y mucho con el paso de las temporadas, como en la definición del carácter cada protagonista ejemplo claro es que Homer es algo menos ‘destroyer’ que en lo sucesivo, ni siquiera se hace alusión a su afición a la cerveza o las rosquillas), pero aun así el capítulo es una delicia en su misión crítica de la sociedad, aludiendo contra el afán materialista en que se han convertido estas fechas, casi una competición por aparentar más felicidad y más capacidad de mostrar lujo (en este caso a través de las luces navideñas exteriores). Es una enternecedora historia navideña con un claro y nítido mensaje, de que la felicidad no la da lo material, puede estar en simplemente en algo inesperado como un perdedor perro.

Después de asistir al concurso de Navidad de la escuela primaria de Springfield, los Simpson se preparan para la temporada navideña. Bart y Lisa le escriben cartas a Santa; Lisa pide un pony (uno de sus gustos recurrentes a lo largo de la serie), que Marge trata de disuadir con tacto al afirmar que no habría suficiente espacio para uno en el trineo de Papá Noel, y Bart quiere un tatuaje (rasgo muy del Bart que todos conocemos, transgresor y bad-ass), que Marge prohíbe, aunque Homer en su torpeza (otro rasgo que se explotará en la serie de forma descacharrante) deja una puerta abierta. Al día siguiente, Marge lleva a los niños de compras navideñas al centro comercial. Bart va a sus espaldas y se escabulle para hacerse un tatuaje (siendo notoriamente un niño le pregunta el tatuador por su edad, le dice que tiene 21 años con un carnet falso, y haciendo gala de un gran sentido ético acepta su palabra) que dice "Mother" en su brazo, pensando que a Marge le gustará. Antes de que el artista pueda terminar el tatuaje, Marge encuentra a Bart (cree que pone Polilla en inglés [Moth], cuando está por terminar) y lo arrastra al dermatólogo para que se lo quiten. Se ve obligada a gastar todo el presupuesto de vacaciones de la familia en el procedimiento, creyendo que el bono de Navidad de Homer cubrirá los gastos del regalo.

Tenemos momentos divertidísimos en tropel, como cuando Homer trabaja de Papa Noel desaliñado en un centro comercial; Tenemos la nada políticamente correcta visita a un hipódromo de carreras de galgos para apostar con un niño; Está el descacharrante seguimiento a la carrera de perros (Homer a apostado por intuición por un galgo con nombre navideño, Santa's Little Helper [Pequeño Ayudante de Santa Claus] en contra del ‘soplo’ de su amigo Barney Gamble); Y está su enternecedor rush final (spoiler), donde aparecen las irritantes Patty y Selma, hermanas de Marge (ya con su personalidad de insoportables).

"Papá, hay un tipo gordo que nos da regalos para Navidad, y su nombre no es Santa Claus" (Bart Soiimpson).

"Hola, soy Bart Simpson. Quién demonios eres?" (Bart al papa Noel del centro comercial, sin saber que es su padre).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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5 de abril de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Que animación más mala, aunque sea el primer episodio de todos podría ser mejor. No sabes quiénes son los personajes si no ves los cortos de la temporada 0. No es gracioso, es muy torpe y cadente de personalidad, es... es... ¡Es un Simspon!.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
667
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15 de febrero de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
En este época esta fantástica serie aún estaba formándose, y este episodio no es ni de los más graciosos ni interesantes, además de que la animación es muy pobre. Aún les quedaba para llegar al pico de la calidad de la serie. Pero fue el primero en poner la piedra de la llegó a ser la mejor serie de la historia, y supone la primera aparición de varios personajes que supondrían uno de los mayores hitos y símbolos de la cultura popular. Para destacar lo increíble buen padre y buena persona que es Homer en este episodio, en contraste con lo que vino después.
sfarce
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21 de octubre de 2023
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Este capítulo es el que mejor ejemplifica mi planteamiento de que en realidad las temporadas uno y dos eran las mejores de la serie y también las más infravaloradas. Yo también he sido como vosotros, a mí también me gustaban sobre todo los episodios clásicos, no los tan primitivos ni los modernos. Pero es que, conforme ha ido avanzando el tiempo, he sabido apreciar la belleza que tenían estos primeros episodios, ya que retrataban de una manera interesante y terapéutica escenas reconocibles de la vida real y en familia.

Este episodio representa la primera temporada, aquí tenemos que hacer una comprensión de lo que trataba la primera temporada, ya que el estilo no se corresponde con la época en la que la serie ya adquirió su forma reconocida. En la primera temporada Homer Simpson era un padre de familia como otro cualquiera y con sus mismos defectos, pero también malinterpretaba que su vecino Ned Flanders presumía de su familia cuando este intentaba ser amable con él. No era todavía el santurrón que conoceríamos después, sino un recurso humorístico para mostrar que Homer envidiaba a su vecino. Ralph todavía no era Ralph, sino un niño normal seguro de sí mismo, Barney no era el borracho del pueblo, sino un amigo de Homer que malvivía, pero se sabía buscar la vida, etc. Era otro universo y un estilo distinto, pero el hecho de que se presente a Homer peleando contra las adversidades para que su familia esté contenta y no se consideren unos perdedores con mala suerte es un detalle humano que se agrega y que realmente es terapéutico para el espectador. Por eso, para mí las mejores temporadas son las dos o tres primeras.
Yocono
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