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The Swell Season

6,8
486
Documental. Drama El mundo entero se enamoró de Glen Hansard y Markéta Irglová cuando su colaboración en la película "Once" culminó con un Oscar a la mejor canción original en 2007. Pero detrás de las escenas, donde el romance entre Glen y Mar en la gran pantalla se hizo realidad, una gira mundial de dos años amenazaba con fracturar su amor predestinado. Filmado en blanco y negro, este documental musical es una íntima mirada hacia el regocijo y la ... [+]
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
17 de abril de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil no tener simpatía por unos personajes que también son personas en un film tan emocionante y bello como "Once", y resulta pertinente saber que fue de ellos, como siguió su historia en la realidad, como les afecto la fama, el Oscar, etc.

Respecto a todo esto ya de por si resulta premonitorio el uso del blanco y negro en el film, que frente a la luminosidad y belleza de "Once", parece que pretende decirnos que la vida real está plagada de claro oscuros.

La música, las letras y el tono desgarrador de las canciones de Hansard siguen emocionándome, pero más que un músico que refleja la vida, es la música la que dicta la suya, lo cual unido a cierto malditismo que llevan consigo cierta clase de artistas, y añadido al stress y cansancio que rodean a la pareja, provocan que el amanecer de ese sueño que era "Once", sea una realidad en B/N llamada "The Swell Season".

El film está bien, es interesante, pero sobre todo me despierta más curiosidad por tan entrañables personas, que emoción por la historia que ofrece. Hay verdad, hay grandes canciones, hay momentos de sinceridad con lo que uno se identifica, pero no termino de encontrar esa emoción íntima que uno podría esperar del fin de su historia.
zymu
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14 de mayo de 2014
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Soy uno de los que se sorprendieron gratamente con "Once", de aquellos que disfrutaron con su frescura interpretativa, con la energía de sus canciones, con la delicadeza con que nacía una historia, con la manera en que se sugería un futuro esperanzador. Cuando se estrenó su secuela, "The Swell Season", hubo quien me la desaconsejó y me advirtió que me defraudaría. Por diversas circunstancias, entonces no pude verla... pero quedó apuntada en mi agenda para cuando surgiera la oportunidad. Ha sido ahora, y no salgo precisamente con un juicio negativo sobre ella. Es verdad que ya no fascina de la misma manera o que las nuevas canciones no tienen la fuerza de las anteriores, y también que la historia de ruptura carece del desgarro emocional de otros desencantos amorosos... pero "The Swell Season" tiene más verdad que "Once", respeta con mayor pulcritud las normas del falso documental, y transmite emociones más próximas a la realidad que su predecesora.

Glen Hansard y Markéta Irglová han triunfado y obtenido un Oscar, e inician una gira musical de dos años. Tanto tiempo juntos y tantas cosas en común les han acercado hasta formalizarse una relación entre ellos. Pero Glen es un hombre duro, forjado en la lucha del cantautor que sale a la calle, que duerme poco y se pone delante de los focos sin problema..., mientras que Mar es una jovencita de 19 años, más bien frágil y tímida, seria y sin afán de notoriedad, que se siente incómoda entre tantos flashes. El cansancio y la distinta perspectiva del mundo del espectáculo hacen que surjan opiniones distintas sobre el modo de actuar, que las discusiones se hagan frecuentes, que la distancia aumente hasta que la relación se haga imposible. Quizá por eso me la desaconsejaron, porque carece de un happy end con perdices en el menú de comida. Pero hemos asistido al diferente ritmo de maduración de dos personas ante la rutina y la dificultad de la vida -y por tanto a su desencuentro-... y eso queda magníficamente retratado.

En "The Swell Season" encontramos una triple perspectiva de la vida: Glen como luchador infatigable y artista independiente que busca la autenticidad ante el público y sentirse a gusto consigo mismo, Mar como mujer sencilla que se siente arrollada por un universo que no respeta la intimidad y por un entorno hostil que le incomoda, y la madre de Glen como... madre orgullosa de un hijo que ha recibido un Oscar y que debería salir continuamente en la prensa. Después, está el padre alcohólico que se niega a abrir su alma antes de morir..., con una actitud que dista mucho de la de su hijo, que se muestra tal cual en la letra de sus canciones. Prueba de ello son las dos canciones finales de la secuela, en la que Mar pide perdón pero abre un espacio "a la esperanza en la otra vida... porque los lazos entre ellos han existido y han sido intensos"; o en la que Glen afirma que "han sucedido tantas cosas que no entendíamos y que conducen a la duda...".

Al final, Nick August-Perna, Chris Dapkins y Carlo Mirabella-Davis -directores de la cinta- nos han dado una película auténtica y veraz, no un ascenso y caída en plan Hollywood. Es más bien un trozo de vida en la que se intenta convivir con el éxito y madurar con la convivencia, para terminar habiendo crecido con la experiencia y dispuestos a seguir adelante... porque esto no ha hecho más que empezar.
La mirada de Ulises
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13 de julio de 2012
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El joven Glen Hansard siempre tuvo claro que quería ser alguien en el mundo de la música. Más allá de ganarse la vida con ello, lo que realmente quería era que la gente le recordara por sus composiciones e interpretaciones musicales. Conocedor de su talento -con toda la modestia del mundo, eso sí-, no se lo pensó dos veces cuando, un día a lo largo de su convulsa etapa escolar, un profesor se acercó a él y le dio una guitarra, diciéndole que, si así lo deseaba, se la regalaba con la condición de que se fuese a Dublín y no volviera en un año. Si a lo largo de este año había sido capaz de sobrevivir gracias a la música, entonces ya nadie podría poner en duda su compromiso para con el arte.

Unos años más tarde, este irlandés pelirrojo anónimo saltaría a la fama internacional gracias al fenómeno 'Once', película que se haría, entre otros, con el Premio del Público en Sundance y con el Oscar a la Mejor Canción Original. Era el año 2006 (2007 para los que llegaron un poco más tarde), y las canciones del tal Glen Hansard sonaban por doquier, lo cual lo puso en lo más alto de la lista negra de los personajes más odiados de la temporada. Cosas que tenemos los amargados, que el éxito nos repite... y el éxito repetido, nos repite todavía más. El caso es que el cine, como todo buen negocio, puede tener implicaciones devastadoras para sus productos favoritos. A la que ve una gallina de los huevos de oro, la exprime a más no poder hasta que no quedan ni las plumas, convirtiéndose así en una piltrafa que da pena mirar, lo que antes era una criatura prodigiosa.

Por mucho que el título 'Once' (''Una vez'') indujera a pensar que las andanzas de Glen Hansard y su amor Markéta Irglová serían un visto-y-no-visto, era obvio que las leyes mercantiles del celuloide volverían a estrujar a la gallina, para sacarle partido por segunda vez (y hasta que el público pique, como siempre). Y así es, 'The Swell Season', documental dirigido a seis manos por Nick August-Perna, Chris Dapkins y Carlo Mirabella-Davis, aparece seis años después de 'Once' para contarnos qué fue de aquella tierna -pero sobre todo, auténtica- historia de amor filmado, siguiendo los pasos de los dos tortolitos -y toda su troupe- en lo que fue una maratoniana gira por los Estados Unidos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
reporter
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24 de mayo de 2012
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Asistir en directo a la ruptura artística y sentimental de una de las parejas más encantadoras de la música popular. Esto es lo que nos muestra el documental The Swell Season, titulado como la homónima banda que formaron Glen Hansard y Markéta Irglová -músicos y actores ocasionales- aprovechando el desbordante éxito de la película Once por la que ganaron un Oscar. De los dos años siguientes, repletos de conciertos, viajes y (con)vivencias también trata este filme rodado en un impecable blanco y negro que lo dota de una mayor crudeza. La cinta no es, cinematográficamente, apabullante; sin embargo, sí lo es la historia que se nos cuenta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
mantaypeli
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