Liberad a Willy 2

Suena ahora mismo en mi ordenador la voz de Chrissie Hynde cantando «Forever Young», canción incluida en la banda sonora de «Liberad a Willy 2» y que cierra los títulos de crédito. Joya musical compuesta por Bob Dylan, artista con unas canciones que son temazos siempre y cuando las canten otros. En este caso, el grupo «The Pretenders» hizo lo propio para disfrute de oídos y alma. Esto es música, por favor.

Música acorde con la película que nos ocupa, la segunda parte de la orca Willy y el, ya adolescente, Jesse. Las familias animal y humana aumentan, y los problemas medioambientales pondrán en peligro la vida de Willy y sus hermanos. La unión hará la fuerza, y Jesse, mucho más sociable y con la cabeza mejor puesta, arriesgará hasta la vida por su amiga orca al mismo tiempo que aprende alguna que otra lección que le quedaba por aprender, como el compartir y el comprender al otro. El reparto juvenil está en su salsa y los adultos igual de convincentes. Los animales, encantadores.

«Liberad a Willy 2» empieza peor que la primera entrega, con un planteamiento que parece desgastado pero que, muy al contrario, se desarrolla con vigor y mucha sensibilidad. De hecho, he vuelto a llorar, no he podido evitarlo; ese momento bajo las aguas y entre el fuego, con el tema de Poledouris de fondo, impulsando las escenas de grandiosidad y belleza... bueno, bueno, impresionante.

Los usuarios continuáis penalizando una saga que tiene todos los ingredientes para agradar a niños y adultos. Que pena. Con lo bien que sientan las dulces bocanada de aire puro.

Jesse y Willy son dos personajes a los que los que crecimos con Liberad a Willy tenemos bastante cariño. Por eso fue un placer reencontrarnos con ellos en esta secuela que, siendo peor que su predecesora y añadiendo cosas bastante ñoñas (más aún, se entiende... vean la relación de Jesse con Nadine. Cosas de la edad), sigue manteniendo el encanto de ver a las orcas en pantalla, y esta vez en su entorno natural. Mucho mensaje ecologista y buenos medios.

Lo mejor: Entretiene y las orcas son preciosas
Lo peor: La fórmula, ya de por sí endeble, se agota

Entiendo que las que están en peligro de extinción no son estas orcas sino el buen cine en general, y el infantil-juvenil en particular, incluido el dibujo animado. Ahora nos encontramos con una saga, la de "Liberad a Willy", cuya primera parte de 1993 y la segunda de 1995, hay una tercera y una cuarta supongo que peores, son unos notables ejemplos de películas para niños, aunque para toda la familia en realidad, muy bien realizadas. Pues resulta que ahora a la gente no les gusta. Dicen que son infantiles. En cambio, se ve que es muy adulta y muy inteligente la estúpida "Toy Story" que es del mismo año, cuyo profundísimo mensaje es su pastelosa canción "Hay un amigo en mí". O sea, idiotizar a niños y mayores, eso es lo que se valora actualmente.

Creo que "Libertad a Willy 2" está un poco por debajo de su predecesora porque en ésta última el análisis psicológico de los personajes era más profundo y el drama más intenso. Aquí, sin dejarlo de lado, se han decido por algo más aventurero con un rescate y una marea negra de por medio. De todos modos, la película cumple con creces. Hay entretenimiento, valores, acción, drama, ternura, la presencia de animales, que siempre gusta, y además un bonito romance. O sea, se quiere hacer sentir, pensar y formar al espectador, no como ahora. Todo ello aderezado otra vez por la hermosa música de Basil Poledouris. Se nota que tanto él como Dwight H. Little han vuelto a captar lo que es la épica como se ve en el emocionante desenlace. No os la podéis perder.

La primera parte de la saga es una película más infantil que cuenta con la inocencia del niño algo que se adapta genial al argumento de la misma y al público al que se dirige.

La segunda parte aún queriendo ser el mismo estilo el "niño" ya está más crecidito, las aventuras tienden a ser más serias y la parte de acción más intensa.

El resultado final de la misma acaba siendo que no llega a ser una película para un público más adulto pero por argumento y estilo no es una película para público infantil como su primera saga. Y al final se queda en tierra de nadie ni una cosa ni otra.

Una vez vista la primera ya tendremos vista esta. A los amantes de los animales y niños gustará , pero como film naturalista que es no aporta nada nuevo. El ñniño y la ballena se enfrentan esta vez a un enemigo más negro aún. Carece de sorpresas.