La casa de cristal (TV)

Jonathan Paige (Alan Alda) un profesor universitario ingresa en prisión para cumplir una condena de un año por un homicidio involuntario. Allí tendrá que hacer frente al poder del jefecillo de turno Hugo Slocum (Vic Morrow) quién controla la droga y el poder gracias al chantaje que ejerce sobre los demás reclusos, en tanto que el alcaide y algún otro oficial corrupto hacen la vista gorda.
Estimable película realizada para la televisión sobre una obra de Truman Capote que a pesar de incidir en unos temas ya recurrentes sobre el mundo carcelario se ve con notable interés. Cosechó en su momento varios premios entre los que se encuentra la Concha de Oro al mejor director en el festival de San Sebastian de 1972.
Me ha causado una grata impresión este trabajo de Tom Gries sobre el mundo carcelario. Los personajes resultan creíbles y la trama interesante, ganando en intensidad a medida que avanza la historia. En ella podemos encontrar los típicos personajes de este submundo, desde el jefecillo del clan, pasando por el funcionario que pretende cambiar el sistema, hasta el alcaide corrompido hasta las entrañas al que todo le parece lógico y normal.
Entre los detalles curiosos añadir que Vic Morrow que da vida al jefe del clan de presos murió accidentalmente en 1982 cuando rodaba "En los limites de la realidad " a las ordenes de Spielberg. También tuvo un destino trágico el director Tom Gries que falleció mientras filmaba su película "Yo, el mejor".

Notable película de tema carcelario. El argumento transcurre en una cárcel de EE.UU., allí llegan el mismo día un funcionario de prisiones y un doctor en filosofía, el primero como guardián y el segundo como preso a cumplir condena durante un año por homicidio involuntario. El funcionario de prisiones está interpretado por Clu Gulager, el gran actor secundario, recordado siempre porque fue uno de los buenos de aquella serie antigua de tv: "El virginiando"; y el profesor de filosofía, interpretado por Alan Alda, en un papel también muy serio y digno. Ambos son dos hombres de principios, honestos, de conciencia, que no venden su dignidad a cambio de obtener seguridad, protección o amigos de dudosa calaña. También llega con ellos un preso joven al que intentará sodomizar el cabecilla o matón jefe de la corrupción en el lugar, interpretado por el también excelente actor secundario Vic Morrow.

En definitiva estamos ante un buen filme sobre presos en una prisión, con actores secundarios de mucho oficio demostrando que en su oficio cinematográfico sólo fueron secundarios por las circunstancias ya que tenían dotes tan excelentes o más que muchos primarios o starrings de lujo.

La Concha de Oro del festival de cine de San Sebastian de 1972 es este notable drama carcelario que parece olvidado por la nueva generación de cinéfilos. Seguramente debido a una falta de distribución de sus propietarios. No en vano originalmente es un telefilme americano distribuido en cines en Europa.

El argumento y la personalidad de su protagonista nos pudiera hacer recordar al de "Cadena perpetua". Alan Alda, con su aspecto alto y desgarbado deambulando por una prisión me recuerda a Tim Robbins. Su personaje también me lo hace recordar, un doctor en filosofía preso por homicidio involuntario que quiere mantener su dignidad en una prisión llena de conflictos internos que difícilmente podrá evitar.
El contrapunto que ofrece el nuevo celador de la prisión interpretado por Clu Gulager y los presos enfrentados que caracterizan el malogrado Vic Morrow y el entrañable Billy De Williams ayudan a mantener el interés en todo momento.
El pulso de la dirección es firme y los toques de malicia que proporcionan los detalles argumentales firmados por Truman Capote están a una altura que lo mantiene entre los mejores drama carcelarios jamás filmados.

Todo el mundo lo sabe: Las prisiones, son lugares sin control, “controlados” por las autoridades de cada ciudad y cada país. Muchos de los males que ocurren en las calles: Corrupción policial, tráfico de drogas y de armas, prostitución, violaciones, chantajes, agresiones de todo tipo, asesinatos… y gran variedad de actos delictivos que se dirigen desde adentro, son cosa de cada día y, poco o nada cambia porque la incompetencia y la corrupción son atributos harto comunes entre quienes se designa para hacer justicia.

Con escasas excepciones, tales hechos ocurren en las ciudades pequeñas y en las grandes capitales, en los países pobres y en los países ricos… y los gobiernos siguen haciendo la vista gorda ante unas situaciones que, en muchos casos, son una calamidad.

La Prisión del Estado en Draper, Utah, fue prestada para el rodaje de esta película, seguramente porque es uno de esos centros carcelarios que ofrecen espacios bastante cómodos y con condiciones laborales que podrían envidiar en muchas partes del mundo. Hasta un buen número de reclusos pudieron aparecer como extras en el rodaje, pero, el alcaide seguramente reconoció que tampoco allí todo está resuelto puesto que permitió que se hiciera la historia con las acciones truculentas (violación, suicidio, asesinatos…) y los habituales actos delictivos que se suelen ver en las penitenciarías.

Con una historia escrita por Truman Capote y Wyatt Cooper, adaptada por Tracy Keenan Wynn, el director Tom Gries ha forjado una trama que surge como otro alegato contra esos antros de corrupción, que ¡jamás deberían!, pero, suelen ser, las prisiones. El propósito de Capote fue decir las cosas como son… mostrar que nada ha cambiado… y dejar en claro que la responsabilidad comienza desde muy alto y termina en cada recluso que se suma al juego de la corrupción.

No obstante ser, en principio, un filme hecho para la televisión, aunque luego, ante el éxito alcanzado se exhibió en las salas de muchos países, Gries, pudo hacerse con un calificado reparto (Alan Alda, Billy Dee Williams, Clu Gulager…), incluidos ciertos nombres que muchos recuerdan porque, alguna vez, fueron malos “perfectos”: Vic Morrow (Blackboard Jungle), Scott Hylands (Daddy’s gone a-Hunting), Luke Askew (Cool Hand Luke)…

Aunque no recibieron crédito como co-guionistas, buena parte de la trama fue cambiada siguiendo comentarios, historias y sugerencias de los reclusos… y esto, claro, aumentó el aire de autenticidad que nos ofrece, <<LA CASA DE CRISTAL>>.

Aunque en su momento tuvo mucho impacto por su retrato del ambiente carcelario, a día de hoy se ha visto ensombrecida por muchas películas que vinieron después: Fuga de Alcatraz, Brubaker, American Me, Animal Factory, Cadena perpetua, Scum, Short Eyes y Prison Break, por poner algunos ejemplos. La cinta de Tom Gries esboza situaciones y personajes que las otras supieron desarrollar más y mejor: el sistema viciado; el contrabando en la prisión; el oficial corrupto; el ingenuo; el idealista; el matón y el joven guapo.

Lo mejor: Su influencia dentro del género carcelario.
Lo peor: Se ha visto superada y mejorada.