Virus

"Apocalypse domani" es una de las más curiosas cintas italianas de zombies, porque ya desde el arranque ofrece un punto de vista diferente. El origen de la infección nos es explicada desde el inicio, ambientado en la Guerra del Vietnam. Un grupo de soldados rescata a unos prisioneros infectados de un virus muy equivalente a la rabia que sufren los perros. Es altamente contagioso y convierte a los humanos en devoradores de carne.

Aunque en su momento fue publicitada como la más terrorífica experiencia de terror, la película se inclina mucho más en parecer una cinta de acción, género en el que el todoterreno Margheriti pasaría a convertirse en todo un experto. La imagen del zombie se aleja del icono terrorífico típico del que abusaban los italianos: aquí los infectados se comunican entre ellos como cualquier humano de a pie y sus capacidades físicas no sufren ninguna variación (salvo el "mono" de carne fresca de su enfermedad).

Otro de los puntos que diferencia a la película de sus hermanas de subgénero es que el protagonista, John Saxon haciendo de uno de los ex soldados, avanza su historia en el lado de los villanos, lo que le aleja del estandar de "héroe" para ofrecer un clímax de la historia desde un punto de vista poco habitual.

En definitiva, sin ser ni de lejos la mejor película de su director la película es un puñado de escenas de acción rodadas con especial artesanía, con secuencias realmente memorables que como decimos la alejan de su pose de "horror movie" para convertirse en un divertimento extraordinario. El guión, contiene muchos de las situaciones vividas en este tipo de cintas, aunque sufre un importante patinazo en el tercio final. Como toda película que toca la guerra del Vietnam tiene su pequeña crítica al sistema, haciendo hincapié a la díficil adaptación en la nueva sociedad de los ex-soldados que sufrieron de primera mano el drama que atemorizó en demasía al país.

A modo de curiosidad, señalar que no debe confundirse este "Apocalypse domani" con el "Apocalipsis Canibal" de Bruno Mattei, que aparte de compartir temática ambas tuvieron el mismo título alternativo "Virus" y son del mismo año.

Firmando con el pseudónimo yanqui, que suena guay, el italiano Antonio Margheriti rodó otra enésima muestra de cine de terror transalpino en plena boga del subgénero “caníbal” que causó un cierto furor entre los fans del espasmo y aficionados a lo desagradable y que tan disfrutaron en películas tan polémicas como prescindibles con “Holocausto Caníbal” (1979) de Ruggero Deodato o “Comidos Vivos” (Mangiati vivi, 1980) de Umberto Lenzi como referentes.

Los antropófagos mandan y ya sea de la manera o estado en que se manifiesten o ya se trate de zombis, animales, personas, vía transmisión o manteniendo relaciones sexuales. El hombre no puede evitar sucumbir a los primarios placeres salvajes que acabarán convirtiéndolo en un depredador inconsciente en el sí de un mundo civilizado. Es lo que pasa con el esquema propio de las peliculitas de zombis, y en ése caso las propias personas (la pretendida excusa en el film de Margheriti es sacarse de la manga unos veteranos de la guerra del Vietnam traumatizados que recurren al “bocatto di cardinale” de la sabrosa carne de su propia especia para saciar su hambre.

Con aportes de violencia de lo más gratuita y un desarrollo que roza lo aborrecible, el film cuenta con la interpretación del norteamericano John Saxon, todo un especialista en aparecer en cintas de serie B emparentadas con el género fantástico, el italiano Giovanni Lombardo Radice, habitual en films de horror de Ruggero Deodato y Lucio Fulci, y el español Ramiro Oliveros.

Junto con "La invasión de los zombis atómicos" (que es del mismo año), esta película fue la primera que yo recuerde en presentar a unos infectados medio zombis, caníbales en todo caso, que no perdían facultades físicas ni mentales y podían correr, saltar y hacer el hijoputa a velocidad normal. Un poco como los de "Los crazies" de Romero, solo que aquellos ni mutaban como tal ni les entraban ganas de comerse al vecino.

Y no solo eso. Aquí los infectados son veteranos del Vietnam, que, como Rambo o el personaje que hacía Al Pacino en "Tarde de perros", son marginados a su regreso a yankilandia y se ven forzados a llevar una vida a medio camino entre la mendicidad y la delincuencia. Como de regalo traen una infección que les hace caníbales acabarán preparándola parda.

Ligeramente original teniendo en cuenta lo parecidas que llegaron a ser todas las películas baratas de zombis de la época, rodada con oficio, interpretada aceptablemente por un reparto medianamente profesional (por ahí anda un actor de cierto talento como John Saxon), adornada con buenas escenas gore, y en líneas generales bastante digna y sobre todo muy entretenida.

Mezclemos los traumas de guerra con el canibalismo más chungo, pongamos a un actorazo de género como John Saxon (Operación Dragón, Pesadilla en Elm Street), unas pequeñas dosis de picante y un terror que va in crescendo, y nos quedará una delicia ochentera extraña y fascinante.