La leyenda de Sleepy Hollow y el Señor Sapo

Undécimo clásico de animación disney, y último que fue lanzado como un producto paquete por la crisis que sufrió el estudio durante y post segunda guerra mundial.

En este caso, nos encontramos con una historia que trata sobre 2 relatos populares de la literatura anglosajona, el primero dedicado a la británica y el segundo a la norteamericana.

La primera historia trata sobre el señor sapo, y acá creo que viene el principal bajón de la cinta, ya que toda esta parte es aburrida, con personajes 0 carismáticos, con un desarrollo muy simple y que realmente no creo que interese a nadie que no sea un niño.
Realmente es un pequeño desafío aguantar todo este tramo del film sin querer saltear toda la historia.

La razón por la que La leyenda de Sleepy Hollow y el Señor Sapo merece una revisión, es por el segundo segmento, dedicado al famoso jinete sin cabeza.

Esta segunda mitad es bastante superior a la anterior, teniendo un desarrollo breve (cada historia solo dura 34 minutos) pero preciso, además de contar con un número musical bien pegadizo y de calidad, como el tema principal del jinete.
A esto sumamos que aquí si los personajes son mucho más carismáticos, contando también con bastante humor.
Cerrando la película, se nos muestra de una forma aterradora (en el buen sentido de la palabra) una persecución muy bien lograda y que nos lleva a un final abierto, que deja a interpretación de cada quien que fue del maestro Ichabod.
En pocas palabras, acá si hay un preciso y gran montaje

Más allá de todo, siento que la segunda historia no alcanza para compensar el bodrio que nos tuvimos que tragar en los primeros 34 minutos de metraje, esto no quita que la leyenda del jinete sin cabeza está bien hecha, y me parece que vale la pena su revisión por este segundo relato únicamente.

Consistente adaptación de dos sólidos clásicos relatos anglosajones. Contados con el clásico estilo Disney, no se puede pedir más a un cortometraje.
El Señor Sapo es una historia entretenida, sugestiva y divertida, aunque algo banal fruto de unos personajes no del todo desarrollados; un peldaño inferior a La Leyenda de Sleepy Hollow, un corto con una persecución final emblemática e inolvidable. Un episodio que bordea el terror, quizás demasiado intenso para el público más infantil. Aun así, es de necesaria visión, un boato de relatos.

Unos 30 minutos, no más, para una interesantísima historia, la de Ichabod, que se fue a un pueblo y nunca más se supo de él.

Unos 30 minutos, no más, para dotar de personalidad a los personajes de este cuento. Ichabod, el pilluelo caradura, Katrina, la guapa manipuladora y el Hueso, el brabucón del pueblo.

Unos 30 minutos, no más, para traernos a ese terrorífico personaje, El jinete sin cabeza.

En la noche de difuntos no hay que andar
ni hay que salir a caminar,
fantasmas hay que nos dan horror,
pero el sin cabeza, ¡ése es el peor!

Cuando en su caballo va a buscar
una cabeza que cortar,
tiembla el mismo Lucifer,
no le quiere hablar ni lo quiere ver.

La leyenda de Sleepy Hollow (un 8) iba acompañada de El señor sapo (un 4) que es El viento en los sauces, una minihistoria que, por desgracia, no tiene el encanto de la de Ichabod. En conjunto un 6.

Dentro de las películas hechas con cortos de Disney, esta es la que más me gusta.

Consta de dos cortos de unos treinta minutos cada uno. El primero basado en la famosa novela britanica 'El viento en los sauces' y el segundo en el relato corto estadounidense 'La leyenda de Sleepy Hollow'. Ambos de mucha calidad.

El primero parece que asienta un poco las bases de lo que será más adelante Winnie Pooh, un grupo de animales con personalidades claramente diferenciadas, unidos por la amistad. En este caso no me he leído la novela, así que no puedo comparar. Hace tiempo me vi adaptación de Terry Jones, y alguna más por ahí me he visto. Por lo que conozco es básicamente la historia original pero muy resumida, y sin desarrollar nada a los personajes. Como muchos de los cortos de Disney de esa época, hoy en día no creo que se pudiese estrenar con el personaje de Cirilo, un caballo gitano que no hace más que liársela a Sapo con sus consejos. Eso sí, sin mala intención.

El segundo corto es el de 'Sleepy Hollow'. De este sí me he leído el relato y he de decir que es muy fiel. Quizá la diferencia está en la percepción que se tiene de Ichabod (el profesor). En el corto no se le llega a ver como un tipo demasiado desagradable y eso que sí le describen como una persona que sigue la corriente educativa de 'la letra con sangre entra', excepto cuando las madres de sus alumnos cocinan bien. Y que se enamora de Katrina porque está buena, es joven y es rica. En el corto se llega a ver más como una víctima. A pesar de todo, es bastante fiel, y no sólo eso, además es muy divertido.

Muy recomendable.

Un año después del fin de la Segunda Guerra Mundial, el para ese entonces gigante de la animación no se había recuperado lo suficiente de la recesión mundial e impacto económico de un suceso así. Por lo que de nuevo apostaron a hacer dos mediometrajes en incluirlos en una sola proyección. La primera historia basada en el clásico The Wind in The Willows es una versión simpática, creativa y hasta sorpresiva, con un personaje central diferente como ningún otro considerando el universo Disney No recuerdo otra película donde el personaje central fuera tan btibón y embaucador. Este primer medio metraje está entre la comedia y la moraleja, sabe manejar bien su argumento y es una adaptación más que loable del texto original. La segunda es una versión casi con ecos de oralidad de otra leyenda literaria, Sleepy Hollow o como le conocemos en el español la Leyenda del Jinete sin cabeza. Este en particular es mi favorito, no solo por su gran banda sonora o su acabado animado impresionante si no porque sabe establecer y desarrollar muy bien sus personajes en el contexto correcto. Los últimos 15 minutos son una maravilla visual y la canción del Jinete y su leyenda es una de mis favoritas desde ya de todo el repertorio Disney. Le achaco eso sí que temáticamente se siente rancia en su humor, por referencias sexistas y chistes de estereotipos físicos cansones, pero para el bien nuestro es poco lo de eso, y la función nos deja en general, un gran sabor de boca.