Haz click aquí para copiar la URL

Muerte a 33 r.p.m.

Terror. Fantástico Marc Price (conocido por ser Skyppi en la serie de TV "Enredos de familia" -Family Ties-) es un adolescente marginado en su instituto por ser heavy. (FILMAFFINITY)
1 2 3 >>
Críticas 14
Críticas ordenadas por utilidad
12 de febrero de 2015
21 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Antes de comentar la película, por favor permitidme compartir con vosotros un momento de pura nostalgia.

''Si cierro los ojos y me relajo, puedo volver al pasado en mi mente y postrarme ante la puerta del VIDEOCLUB 56, aquel mágico lugar donde mi madre me abandonaba mientras ella se iba a hacer recados. Puedo pasear de nuevo frente a sus estanterías repletas de coloridas y llamativas caratulas de VHS cubiertas por una fina capa de polvo, puedo sentir de nuevo ese hormigueo en la sien al observar con quietud el muro de películas que se halla ante mí sabiendo que puedo coger la que quiera. Oigo de fondo el ''clock'' ''clock'' de las cajas de las cintas al chocar unas con otras cuando la dependienta ordena las devoluciones, y puedo sentir también la frustración al ver que en la caja de la peli que he elegido hay una cartulina amarilla que indica que ya está alquilada. Pero no pasa nada, puedo darme otra vuelta más por que el VIDEOCLUB 56 esta repleto de películas increíbles forjadas con la misma magia.''

MUERTE A 33 R.P.M. estaba en esas estanterías, todo aquel que se sienta identificado con el momento nostálgico compartido anteriormente sabe a que me refiero y comprenderá mi forma de valorar la película.

Efectos especiales analógicos, rayos de color azul, esa textura neblinosa en la imagen, institutos, bulling, venganza, animadoras, macarras, hombreras, peinados de punta y crespados, monstruos de látex, música rock, baile de fin de curso, halloween, actores desconocidos pero efectivos, cameos de estrellas del rock como GENE SIMMONS y OZZY OSBOURNE, corta duración y ritmo trepidante, algún que otro micro asomando en algún plano, escenas de acción, muertes originales y... un personaje brutal como es el desconocidísimo psychokiller SAMMY CURR; un rockero con media cara quemada cuya alma se halla en el interior de una copia de su último disco que, al reproducirlo al revés, el pota le invoca accidentalmente. SAMMY CURR vuelve en busca de venganza contra aquellos que le impidieron hacer un concierto en su antiguo instituto.

No se puede decir que MUERTE A 33 R.P.M. sea un peliculón, pues tiene un montón de ''fallos'' y ''cutradas'' que la hacen adorable e irremediablemente divertida y ochentera. Bebe muchísimo del éxito de otras reinas del videoclub como PESADILLA EN ELM STREET. Un peliculón no es eso... ¿Que es un peliculón?

Que queréis que os diga. La alternativa que tengo a cerrar los ojos y concentrarme para volver al VIDEOCLUB 56 es ver películas como esta.

Si te gusta el cine de los 80 y no has visto MUERTE A 33 R.P.M.; cierra los ojos, relájate y vuelve al pasado, paseate por las estanterías del videoclub y si ves esta película sin la cartulina amarilla en su caratula... ¡ESTAS DE SUERTE! ¡DISFRÚTALA!
( pero no olvides devolverla al día siguiente y rebobinada )

Un saludo y que disfrutéis de este VHS.
Tanatorius
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de febrero de 2011
11 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos encontramos con una peli muy simpática que con algo más de presupuesto hubiera sido un clásico del terror. Cojemos la creencia popular de mensajes ocultos en los lps de heavy, su supuesta influencia satánica y la campaña puritana en contra de la música más dura nos dará el caldo de cultivo para este film. Lo del título en español es de traca, el original es Truco o Trato y hace referencia al día de Halloween, que es cuando se monta el pollo, debe ser que en los 80 no teníamos muy claro el rollo de Halloween.
El protagonista es recordado por salir en "Enredos de Familia", el resto de chavalería que pululan por el film acabarán en series de tv como "Padres Forzosos" o "Melrose Place", filmografía para olvidar. Destaca sobremanera la presencia de Gene Simmons como el locutor de la emisora de heavy metal y Ozzy Osbourne como pastor metodista que odia la música del pecado, impagables cameos tratándose de un film que homenajea en cierta medida el rock duro.
A mediados de los 80 el Heavy Metal despuntaba y disfrutaba de un éxito arrollador, ciertos puritanos de los Estados Unidos temían que esta música afectara a sus queridos vástagos y les convirtiera en adoradores de Satan o lo que es peor en gente crítica con opinión propia. Prepararon varias campañas en contra de sus conciertos, sus discos y sus videos llegando incluso a llevar a juicio a Judas Priest culpándoles de todos los males de la sociedad. Dino de Laurentiis aprovecha la mala imagen del heavy metal para unirlo al género prohibido terrorífico y por supuesto atraer a los jovenzuelos a los cines, basta que los padres vayan en contra de algo para conseguir el efecto contrario.

Gracioso film que no asusta pero entretiene y debe ser visto por todo aficionado al Heavy Metal.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
GODKAIN
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de octubre de 2008
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película de serie B ochentera de ese pseudo-terror para adolescentes tan al uso en los ochenta, con unos toques de humor negro, la aparición de Gene Simmons en un pequeño personaje de discjockey de un programa de radio de rock, y con un papelito, que es de lo mejor de la película, del loco Ozzy como reverendo anti-rock invitado a una tertulia televisiva donde pone a parir al mundo del rock y su letras blasfemas y pornográficas, jeje.. no podía ser otro el que se riera de todo esto.
Por lo demás la película está plagada de actores y actrices que pronto se dieron a conocer en series televisivas de gran éxito y poca calidad..
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
manderlay puntoes
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
19 de diciembre de 2010
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muerte a 33 r.p.m., de título original “Trick or Treat”, fue uno de los pocos acercamientos al cine como director de Charles Martin Smith, habitual protagonista de capítulos sueltos de televisión y a partir de sus incursiones tras la cámara, también como director de capítulos ocasionales. La película narra la historia del joven Eddie Wienbauer (Marc Price), que sufre acoso escolar, problemas de adaptación, sentimentales y de rendimiento entre otros. Pero encuentra refugio a su frustración en la idolatría incondicional a la estrella del rock Sammi Carr.
Sammi Carr es un cantante de heavy metal que casualmente es del mismo pueblo y estudió en el mismo colegio. Un tipo excesivo y censurable que constantemente es vapuleado por los sectores más conservadores del país por sus espectáculos de violencia y sexualidad desbocada. Eddie Wienbauer cree vivir una vida paralela a la estrella del rock, que salió de aquel lugar de odio y provincianismo para ser un azote social de los buenos, una estrella del shock-rock que dirige las pautas de una revolución que solo algunos como Eddie saben entender.
Pero un día muere su ídolo en un incendio y entonces todo empieza a cambiar. El último disco que grabó Sammi Carr (del que solo hay una copia) llega a manos de Eddie, disco que será la puerta de entrada de la malograda estrella del rock desde el otro lado.

Filme plagado de actores de televisión que crea cierta expectativa, pero que va decayendo a medida que avanza la película tanto por falta de actores fuertes como por tópicos resolutivos que dejan a esta película como un resultado de tercera.

Es en definitiva una película teenager de tercera con serias alusiones a diversos temas como el mito de Fausto, la automarginación adolescente, la idolatría.. Pero resueltos pobremente.

A título anecdótico, lo más destacable son los cameos de Gene Simmons como locutor de radio y sobretodo de Ozzy Osbourne como predicador televisivo en una cruzada contra el metal y la obscenidad.

La banda sonora es de lo mejor de la película, toda ella del grupo Fastway, una de tantas promesas del hard rock de los 80 que se quedó en nada, pero que tenía cierto oficio al contar en sus filas con ex miembros de Motorhead o UFO.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
AdrianDeBryansk
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de marzo de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Secundario en películas como American Graffiti (1973), Starman (1984) y Los Intocables de Eliot Ness (1987), Charles Martin Smith también ha hecho carrera como director de cine, siempre de manera modesta. En su carrera aparecen títulos como Air Bud (1997) o la reciente La Gran Aventura de Winter el Delfín (2011), Muerte a 33 r.p.m. (1986) es su debut, una cinta de terror que muchos recuerdan debido a su paso por las estanterías de los videoclubs a finales de los 80 -bajo la distribución de Dister Group-.

Producida por el millonario Dino de Laurentiis, protagonizan actores televisivos: Marc Price (Enredos de Familia TV), Tony Fields (Chorus Line), Lisa Orgolini (Stalin TV), Doug Savant (Mujeres Desesperadas TV) y Glen Morgan -posteriormente conocido por producir y escribir capítulos de Expediente X y Millenium, y haber dirigido dos remakes, Willard y Negra Navidad-.

La estrella del heavy metal Sami Curr (Fields) se suicida dejando un conjuro en su último disco, de manera que si es escuchado al revés pueda volver a la vida y acabar con el tipo de adolescente que le hizo la vida imposible en el instituto. Eddie Weinbauer (Price) es un fan del cantante que se siente identificado con él -van al mismo instituto, sufre los mismos abusos-, a él le llega el disco que por supuesto pondrá -sino no habría película- liberando al metalero villano.

Pesadilla en Elm Street + Bullying + Heavy= Muerte a 33 r.p.m. Llevadera hora y media de entretenimiento, prototípico producto de los años ochenta con villano sobrenatural asesinando uno por uno aquellos de los que se quiere vengar. El villano es convincente, las muertes divertidas-guitarras que disparan rayos láser, cintas de cassette asesinas-, los efectos especiales están bastante trabajados -primando lo artesanal sobre lo digital- y hay guiños suficientes para contentar al target potencial de la película, el adolescente seguidor de la música heavy.

Los guiños: breves papeles para Gene Simmons de Kiss -presentador de radio- y Ozzy Osbourne -cura anti-música heavy-, las canciones que canta Sami Curr son de la banda Fastway, y en la habitación del protagonista pueden verse posters de Anthrax, Megadeth, Judas Priest, Motley Crue...
David MS
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow