Charlot, prestamista

Charlot está en su salsa en Charlot, prestamista. Limpiando los globos de fuera pega y recibe. Y dentro de la tienda recibe y vuelve a pegar. En donde no tiene rival es auscultando despertadores. Tiene una precisión de cirujano con unas manos de oro. Coge el despertador y le hace un examen clínico con un berbiquí, un abrelatas y un martillo. Lo que sigue a continuación con el despertador de Albert Austin y sus sombrero está y estará en la cima de la perfección.

Uno de los cortos más famosos de Chaplin, que no de los mejores. Se muestra un Charlot astuto y habilísimo, en cierto sentido precursor del cine de Harold Lloyd y de los hermanos Marx, de ahí la importancia de este corto. Genial la parte del escurridor de vajilla y el montaje/desmontaje del reloj. Vuelve a acabar como un héroe triunfador en el amor una vez más. En un papel secundario el posterior director de cine Wesley Ruggles.

Chaplin, ese genio absoluto del cine, imparte en este corto no una sino varias lecciones de su arte y de cómo se hacen bien las cosas. Contiene escenas tan geniales como la que ocurre en la cocina o en el exterior de la tienda limpiando la fachada (sublime su agilidad y buen hacer)
Pero lo que distingue este corto y lo lleva a ser algo irrepetible es por ese momento en el que tiene que desarmar un reloj para "comprobar" su funcionamiento. Escena totalmente hipnótica y genialmente planificada. Chaplin utiliza la fascinación que suele causar en nosotros el trabajo realizado por alguien que creemos "experto" en algo... hasta tal punto de que nos podemos creer lo que nos quieran mostrar.

Charlot aquí está más preciso, o como más seguro de sus movimientos que da más importancia a sus movimientos que la expresión facial, ya que hay escenas que ves el rostros de él muy serio y no cambia de expresión mientras su cuerpo está haciendo los típicos movimientos de mamporros y coreografías.

Quizás, lo más llamativo fue el movimiento de la escalera, que no sé si está atada y los movimientos son seguros o realmente corría cierto peligro.

Cuenta la historia de Charlot y sus ocurrencias en una casa de empeños. Parece que todo lo hace mal pero al final todo gira a su favor. Los gags que presenta son geniales. Buena para introducirte en el cinema mudo. Cine de 1916. La música esta bien conseguida y no deja de ser un personaje que busca sus fines de forma decidida aunque muchas veces le cuesta conseguirlo. Lo intentará hasta el final y siempre se mostrará atento con las personas de su alrededor. Cine bueno de Chaplin, sin duda.