Zarafa

Otra vez la animación francesa vuelve a demostrar su gran talento, en un género con mucho menor presupuesto que el americano, se nutren de unas historias cuyos personajes llegan al corazón. Los dibujos están peor hechos, carece de situaciones de acción, pero tiene lo más importante en cualquier película: " un guión magnífico, dirigido principalmente al público adulto ". Creo que no es una película infantil de entretenimiento, como se pretende vender, entiendo que el público infantil se lo pase mejor con otras películas de animación más entretenidas, pero como yo no soy un niño me quedo con este tipo de propuestas.
Todos los personajes, desde el malo hasta Maki tienen su encanto, además es una película muy instructiva, en donde el anciano narrador cuenta cosas a los niños de la aldea. Esas cosas les sirven a los niños para aprender conceptos que desconocían, se emocionan con esas historias e inclusa lloran cuando el protagonista está en problemas.
La presencia de las figuras, representando a los personajes, al lado del abuelo y los niños es otro acierto, en todo momento tanto los niños como nosotros tenemos claro cuales son los personajes y su situación en cada momento. El comienzo de la narración coincide con la presencia de Monki en el árbol donde el señor mayor está contando la historia, otro gran acierto de guión.
La banda sonora es muy buena, se va adaptando a la zona en donde se encuentran los personajes, nunca tiene canciones como las películas de Disney, pero nos evoca desde el desierto de Egipto hasta las montañas alpinas, pasando por Grecia o París.
Sin estar a la altura de las películas del gran Sylvain Chomet, " Zarafa " al igual que " El gato en París " y " El gato del rabino " representan una animación francesa muy entroncada con películas españolas como " Arrugas " y " Chico & Rita ". Todas estas son películas de animación para adultos, que muy pocos niños van a comprender, aunque seguramente harán cuando crezcan y sean capaces de distinguir otras cosas en este tipo de cine.

Zarafa es, sin lugar a dudas, la mejor película de animación francesa de todos los tiempos.
La fluidez en los movimientos es excelente.
La expresividad de las caras de los protagonistas llega a calar hondo en tu retina.
Las enseñanzas que transmite durante el metraje son muy positivas para grandes y mayores.
La forma de contar la historia hace que te sumerjas en un cuento antiguo de hace miles y miles de años.
El doblaje catalán es una auténtica maravilla.
Todo esto, permite que no te levantes ni un segundo del sofá.
Quiero añadir, que en los tiempos actuales, en los que la mayoría de series y películas de dibujos se hacen con animación 3D, se agradece, y mucho, que sigan haciendo animación tradicional (aparte del Anime japonés), que en mi opinión, tiene esa calidez que le falta a Pixar. Género completamente distinto, del cual notaréis que no soy fan.
¡Amén a que sigan apostando por los dibujos animados cálidos y vivos!

Bezançón se pasa al cómic después de contarnos en el 2011 "Un feliz acontecimiento" con desigual acierto. Aquí traspone a la pantalla una novela gráfica con la calidad a la que nos tienen acostumbrados los guionistas y dibujantes franco-belgas, de la mano de Jean Cristophe Lie donde la sencillez e importancia de la ilustración prima sobre las proezas técnicas usuales de Pixar y Cía.
La historia basada en el acontecimiento de la llegada de la primera Jirafa a París, se sigue con interés y es emotiva por momentos. Con bastante afán didáctico en su trama en deterioro de las aventuras que prometía ese increible viaje desde tierras africanas al París decimonónico y que probablemente funciona mejor sobre el papel que en la pantalla.

Entre tantas propuestas de cine animado en stop-motion, digital y 3D, se agradecen cintas de un estilo visual mas tradicional y no menos hermoso como Zarafa. Y es que la animación en esta película es un delicado deleite de principio a fin, no por ser rompedora, ni por destacar en originalidad, sino por entregar un trabajo cuidado y hermosamente logrado.

Al margen del apartado visual y técnico, la historia nos lleva por un cautivador viaje por África y Europa, recorriendo paisajes desérticos, montañas y grandes ciudades, siguiendo a un niño, Maki, y a su amiga jirafa. Las aventuras vividas por ellos y varios otros personajes que se sumarán a lo largo del film pueden fácilmente ser disfrutadas por personas de todas las edades, aunque probablemente esté orientada a un público mas pequeño.
No hay grandes sorpresas en el guión, ni en su estructura ni en lo que cuenta, y las emociones que pretende entregar son bastante básicas aunque efectivas.

Sin destacar como una de las mejores del año, Zarafa se convierte en una entrega prescindible pero eficiente, no habrá decepción por parte de los infantes, ni asombro por parte de los mayores.

"Zarafa" es el debut en el largometraje de animación de Rémi Bezançon ("El primer día del resto de tu vida") y Jean-Christophe Lie (autor del corto "El hombre del Gordini azul") y las cosas como son: empieza maravillosamente. En el prólogo, que es lejos lo mejor que nos depara el film en sus escasos 78 minutos, vemos cómo un niño esclavo escapa de un campamento a través de la jungla africana, dejando tras de sí a una niña. Pronto se inicia una persecución que termina con la muerte de un personaje y da comienzo un segundo viaje iniciático en el que el protagonista terminará por descubrir el mundo que le rodea. Sus primeros 10 minutos son sensacionales, los cinco que siguen, en los que vemos esta travesía cruzando desiertos y otros parajes, remiten a David Lean; pero lamentablemente es todo un espejismo. 15-20 minutos después de empezar esto se convierte en una maravilla animada al servicio de un guión simplón, sin apenas nada llamativo a pesar de que tampoco molesta seguirlo.

Si bien destaca sobre todo a nivel visual, "Zarafa" es un film recomendable especialmente para infantes, que presenta una serie de conflictos con la mirada limpia y aunque algo maniquea, recuerda en espíritu (por momentos) a cine de altura como los trabajos de Ocelot (no es difícil pensar en "Kirikou y la bruja"). El problema es que no vaya más allá (algo que en su prólogo parece insinuar) y se quede ahí, en la anécdota, cuando hay un material interesante con el que trabajar y que da pie a abrir nuevos horizontes. Oportunidad perdida, pues, para facturar una joya más de la animación europea aunque quede éste como un intento loable de cine infantil con algún eco que despertará a los adultos en intervalos aislados. Al menos es bonita de ver (la animación es una gozada, gracias a su diseño de personajes y artístico) aunque no deje lugar a la reflexión. Tampoco es insultamente infantil ni boba, por lo que como poco, se ve con agrado.