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Club Sándwich

Comedia. Drama. Romance Paloma (María Renée Prudencio) y su hijo quinceañero Héctor (Lucio Giménez Cacho) mantienen una relación muy intensa y especial. Cuando pasan unas vacaciones en la costa, Héctor conoce a Jazmín (Danae Reynaud Romero), una chica con la que descubre los primeros destellos del amor y el sexo. Tratando de mantener a Héctor cerca de ella, Paloma pasa un mal trago cuando tiene que aceptar que su hijo está creciendo y que dejará de ser el ... [+]
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Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
3 de octubre de 2013
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Club Sandwich es un ejemplo de que el cine a veces no precisa de grandes historias, sino de pequeñísimas anécdotas contadas con cariño y total naturalidad. Esas son las claves del film que dio a Fernando Eimbcke el premio al mejor director en el Festival de San Sebastián, una historia mínima repleta de encanto que nos cuenta las anodinas vacaciones de una madre y su hijo en un hotel. Aunque no es la temporada estival, los dos van de su habitación a la piscina y de la piscina al restaurante, sin demasiado que hacer y todavía menos que decirse. La entrada en escena de otra huésped, una adolescente que comparte soledad y aburrimiento con los protagonistas, trastoca la relación familiar, y mientras el chico se debate entre sus pulsiones sexuales, la madre juega a controlar a la pareja de tortolitos.

Club Sandwich es la historia de dos juegos, de dos cortejos femeninos que se expresan de forma diferente pero que de alguna manera confluyen y colisionan. De la permisibilidad de la madre, en cuya actitud seguramente se esconde la necesidad de otro referente masculino en su vida, y de la inocencia puber, con los personajes en celo besándose y tocándose aprovechando las miradas despistadas de los mayores, media una cuestión de edad, pero en esencia ambas son dos actitudes humanas, filmadas con inteligencia cómica, propias de seres que necesitan llamar la atención y reivindicarse en un mundo gris sin atractivos ni motivaciones. Tras los ochenta minutos de Club Sandwich, uno tiene la sensación de haber asistido a las interioridades de sus personajes y de haber disfrutado de unos días de asueto que nos hacen recordar esas colonias veraniegas donde nos enamoramos por primera vez. Club Sandwich gana al recordarla y tiene la magia de esas historias con las que el espectador se identifica quiera o no. Una de las sesiones más luminosas a las que asistimos en Donosti.

@Xacinoscar, Cinoscar & Rarities
Xavier Vidal
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16 de mayo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Club sándwich es una película de iniciación, de búsqueda, pero también de ruptura.

Héctor (Lucio Giménez Cacho), es un adolescente, regordete, que ha llegado para vacacionar con su madre, Paloma (María Reneé Prudencio), llegan a un hotel de veraneo cerca de la playa, lo hacen fuera de temporada para así pagar tarifas más económicas.

Todo es tranquilidad, y para combatir el tedio que ronda cada momento, madre e hijo, que tienen una relación intensa, recurrirán a un sinfín de juegos de mesa o bien en la alberca del hotel, Paloma además disfruta tomar sol, leer y atender a Héctor, quién prefiere aislarse, dar rondines por el hotel vacio, o bien dar rienda suelta a sus fantasías, explorar su cuerpo, y todo continua apacible en sus peculiares vacaciones.

Pero esa tranquilidad se rompe cuando Héctor conoce a Jazmín (Danae Reynaud), una chica adolescente que vacaciona con su familia un tanto atípica. Héctor y Jazmín se sentirán atraídos, y buscarán crear sus propios espacios, pero Paloma va a estar siempre ahí.

Fernando Eimbcke (Temporada de patos, Lake Tahoe), sigue reflejando el mundo de los adolescentes, pero ahora agrega un personaje adulto, la madre; un tanto cuervo, y un tanto adolescente también.

Eimbcke, con la cámara siempre fija, intimista, invasora, narra el despertar del chico a la vida sexual, y el enfrentamiento ante la madre sobre protectora. Con secuencias sumamente divertidas pero que al mismo tiempo llevan a la reflexión.
Quique Mex
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3 de marzo de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Simple, natural y transparente, como el agua y como, a veces se nos presenta, el amor.
Es sensacional, y lo digo en serio: se siente el calor de la playa, la frescura de la piscina, la relajación de una merecidas vacaciones, y todos eso mezclado con las mariposas del amor casual, veraniego.
Por ahí, en una lectura distraída, se tocan temas sensibles como la duda en la sexualidad; la envidia y sobre protección de los padres, la maternidad en soltería, en fin, todo un tratado: Eimbcke, muestra su indudable talento de hacer cine con implicaciones sociales y familiares, sin perder de vista la doble óptica: la de los chicos y los adultos, y ese interminable intercambio de papeles entre imberbes y "gente grande".
Divertida, bonita y reflexiva experiencia cinematográfica.

¡ B u e n p r o v e c h o !
Fabio
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23 de junio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa película dirigida con sensibilidad por Fernando Eibcke, aunque con un ritmo quizás, al menos para mi, bastante lento.
Va de menos a más, y las interpretaciones son buenas, pero es irregular y hay evidentes picos de interés.
Para mi gusto es una peliculita, simpática y no aburrida, pero que se queda en algo más bien pequeño pero honesto y honrado, por supuesto.
Constancio
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21 de mayo de 2014
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tércer largometraje del talentosísimo director y guionista mexicano Fernando Eimbcke, luego de sus recordados y premiados Temporada de patos (2004) y Lake Tahoe (2008). Con Club Sándwich, que también estuvo en la Competencia Oficial del FICCI 2014, y obtuvo la Concha de Plata a Mejor Dirección en el Festival de San Sebastián, entre otros premios; Eimbcke vuelve con una comedia a su más puro estilo, minimalismo, sensibilidad y buen ritmo pausado y contemplativo se imponen en esta excelente película, que fue mi favorita en el FICCI. En todas sus proyecciones fue ovacionada ante la presencia del carismático director que trasmitía en persona la misma sensibilidad con la que dota a sus filmes.

Dirigida y escrita por Eimbcke, cuenta la historia de una madre, Paloma, y su hijo adolescente de 15 años, Héctor, que deciden irse de vacaciones a la costa aprovechando la temporada baja y el bajo costo de la promoción de dicho viaje. Cuando llegan al hote, obviamente se encuentra prácticamente vacío, por lo que madre e hijo, que tienen una relación muy amistosa, empiezan a alternar la estancia en el hotel como mejor se les ocurra. Pero pronto llega al hotel otra familia una adolescente, Jazmín, con la que Héctor crea una empatía y se hacen amigos. Pronto empezarán a experimentar las primeras mieles del amor, lo que hace que Paloma reaccione y tenga que empezar a afrontar que su pequeño hijo ya está creciendo.

Esa es la base de la historia, muy sencilla, y toda la acción ocurre dentro del mismo espacio, en el fantasmagórico hotel. Pero Fernando sabe utilizar tan bien esos espacios, que durante todo el filme nos traslada en la cotidianidad de sus personajes, con un gran pulso y detallismo, con un ingenioso guión, una excelente dirección y una gran sincronización de diversos elementos, como la música, los cortes de los planos y los movimientos, gestos y silencios de los actores, que simplemente asombran al espectador, si este logra entrar desde el inicio en la historia que propone el director. Aunque no muchas cosas estés explícitas, películas de esta características tienen una enorme profundidad y significados en cada escena, por lo que hay que estar muy pendientes. Aún así, aunque el ritmo sea pausado e incluso lento en ocasiones, nunca pierde el ritmo y el brillo del humor siempre está presente para retratar los dramas de fondo. Porque aunque podamos reir, también encontramos una hermosa reflexión sobre la maduréz y el crecer. Sin deja de mencionar las excelentes actuaciones de su elenco, que son también pocas personas; el director explicó al final del filme que la madre y el hijo habían llegado primero al rodaje y habían convivido bastante tiempo y fueron creando un lazo, tal y como se plasma en la película. Y a la vez resaltó que la actriz que interpreta a Jazmín llegó también un tiempo después al rodaje, lo que causó cierta tensión en el ambiente entre la madre y el hijo, que era lo que quería el director que se vieran tan real en pantalla. Lo que nos revela sólo una parte de lo detallista que es Fernando en todos los aspectos de sus filmes.

La vi en una proyección en el Teatro Adolfo Mejía, luego de haber visto un drama terrible y agotador, cerca de las 6:00 p.m., y luego de que salí de verla no quise ver más nada, quise quedarme con la sensación de lo que acababa de ver. Divertida, bella, reflexiva y excelente película, que sigue demostrando el buen hacer del joven director mexicano, que esperamosnos siga deleitando con su particular cine.

http://asbvirtualinfo.blogspot.com/2014/05/comentario-pelicula-club-sandwich.html
Alejandro
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