Es sabido que en la numerología oriental y occidental ciertos números tienen mayor poder que otros. Entre ellos están los siguientes: 1,3,5,7,9,11,13. Por lo que toca a nuestra película, el número a analizar es el 9. Entre las explicaciones que encontré navegando por la red, hay tres que me llamaron la atención:
1. El número en cuestión representa en la Cábala el mítico 666, mismo que en términos bíblicos representa a Lucifer, al anticristo. Explico porque, el 666 se suma en cada uno de los números que integra la cifra anterior, por lo tanto queda de la siguiente manera: 6+6+6=18, después se separan los números del cociente obtenido y se suman, es decir, 1+8= 9. Interesante explicación y muy convincente para el tema que nos ocupa: el satanismo.
2. El número 9, conduce a la al numero de la divina perfección que en numerología bíblica es el 10 (10 mandamientos, el diezmo, 10 plagas en Egipto)
3. En el Tarot representa la sabiduría necesaria para la obtención del grado supremo de la iniciación.

Las tres anteriores justificaciones del numero 9, corresponden a la perfección con la trama y la sugerencia metafísica de la película que se comenta.

Por lo que hace al cine estrictamente hablando, Polanski nunca deja indiferente a nadie. Una fotografía y actuaciones verdaderamente infernales, un Depp en estado puro, total. El guión (contrario a lo opinado por la mayoría) me ha parecido una magnifica adaptación: perfectamente hilvanado. La musicalización y los efectos especiales son impecables, luciferinos.

Por lo demás la cinta es sumamente interesante e incluso despierta el interés en el cinefilo curioso de iniciarse en el conocimiento oculto, que a fin de cuentas de eso va la película de ocultismo, de maestría, de enseñanza y aprendizaje de los temas mas herméticos imaginados. El final es misterioso y deja pensando en mil posibilidades, de las cuales, para mi sólo aplica una, la gestación del anticristo, la ciencia (entendida como sabiduría/conocimiento), el Saber (absoluto), la literatura, los libros, el conocimiento propio llevado a sus extremos. Pienso que tanto el guión, ciertas imágenes, gestos y detalles de nuestra película revelan secretos y dejan puertas emparejadas en materia de ocultismo, filosofía hermética. No olvidemos, ya tocando estos temas, el coqueteo de Polanski con las ciencias ocultas.

Verse antes de D O R M I R, en mi experiencia estimula los S U E Ñ O S, y no así el sueño.

M u y r e c o m e n d a b l e.

Pensar y no actuar es manantial de miedo. Ésta es la causa del miedo de los intelectuales. Sostenía Miguel de Unamuno.
Nuestra cinta es un botón que muestra lo anterior, y refiere todo aquello que puede causarnos miedo: casi todo, es decir, considerando que el ser humano está incapacitado para conocer el absoluto, con excepción de su percepción absoluta, Todo. De pronto, al correr la cinta uno piensa, entre risas nerviosas, vale, que todos somos paranoicos.
El guión, conjuntamente con la música, las actuaciones, la fotografía, son una sinfonía en donde cada instrumento, si se quiere, aporta su granito de arena para la armonía total, que por un no sé qué, no termina de emocionarnos. Es divertida, sí; graciosa, sí; terrorífica, sí; estupendamente actuada, sí.... pero no una obra memorable.
Algo llamó mucho mi atención fue su contenido psicológico e incluso literario, que invoca, casi sin querer, los rubros de cómo sacar jugo a tus traumas para hacer arte, o el de autoyuda: reflexiones y citas casi, o casi sin el casi, hechas, cliches de superación personal y resiliencia, que, ¡vamos!, siempre auxilian o nos hacen pensar en nuestros mas profundos miedos y traumas que venimos arrastrando y que hay alternativas para salir del hoyo... ejem, ejem,,,, ya nos estamos poniendo un poquito motivadores.
La cinta no es mala, pero es sólo interesante.
No obsta lo anterior para que la recomiende, eso si, también recomiendo verla con suspicacia. Es interesante el ejercicio de imaginación, comico-terrorifico, con tintes de auto ayuda, esto último, muy del arte cinematográfico, por cierto.

Nota: Lo único que cura el miedo, es el peligro autentico. Cita también de Unamuno, aunque, sin problemas, podría ser de nuestro protagonista.

Producción sencilla y pulcra, que relata la historia de un estudiante de derecho que pone a prueba sus estándares éticos ante una moral frívola y de valores endebles. La poderosa inteligencia de Ramón Bernal (Raskolnikov) retará las consecuencias inmediatas de un crimen, que cuando no se es criminal, serán difíciles de manejar. Un ambiente de la capital mexicana en los años cincuenta que no tergiversa en nada el de la Rusia de Dostoievski. Una historia sensible que invoca amor, amistad, compasión; y denuncia dolor y sufrimiento, indiferencia y una desesperación que salta de la pantalla, tanto como de las las letras.
Formidable versión, para mi gusto, la mejor que se haya hecho.
Altamente R E C O M E N D A B L E

Aseguran los franceses en su frase notablemente sexista "Cherchez la femme", que detrás de todo problema hay una mujer inmiscuida. Bueno, pues "Búsquese a la mujer" podría ser el titulo de este buen largo que muestra que la vanidad, el egocentrismo, la egolatría, el egoísmo y el discurso del yo son una verdad universal como la dramaturgia de Moliere. De cine, esta cinta da mucho de qué hablar. Un guión que parece lleno de lugares comunes, aunque cada uno analiza la disposición de creencias a que estamos condenados. Amistad, amor, envidia y odio, hacen universal esta cinta que de pronto acerca y de la nada aleja a personas tan afines que deben separarse, al parecer, de por vida. Una fotografía con imágenes congruentes con esa intención del rector de aparentar el cliché en donde realmente subyace una honda crítica, o incluso una descripción simple y estética de la calidad humana. La música es bella, italiana. Los actores, los humanos, tema toral de la película, hacen un trabajo excepcional, perfecto, que deja ver lo que parece vil y hermoso, pero que son fenómenos naturales y comportamientos sociales, nada más, sin ánimo de ser reduccionista. En fin, ficción y no ficción en un mismo escenario. Amistad y odio, amor e intereses que se yuxtaponen una y otra vez a lo largo de un malecón que parece un edén interminable.
Se puede ver, con una mirada dispersa, una cinta divertida; también se puede apreciar la alta estética cinematográfica y el guión complejo, con un ojo crítico, musical, actoral y literario: es una película para todo público.

Muy recomendable.

Desde el primer minuto nuestra cinta nos ofrece un platillo rápido y ligero que propone temas exquisitos que a todos nos apetecen: identidad, sexualidad, narcisismo, angustia, juventud, inseguridad, alegría. Muy divertida cinta, que deja reflexionando después de haber reído lo suficiente. Musicalizada de manera deliciosa, nos hace viajar por una Europa idílica. La fotografía es original, como el guión, y nos revela sus intenciones, muy alcanzadas, de realismo mágico. Muy freudeana, psicoanalítica. La producción es limpia y tiene un aroma independiente que deja satisfecho. Su ágil digestión evoca una mezcla de sabores sutiles que van de la complejidad de la tragedia de Edipo a la profundidad del Principito, en una odisea alucinante y fantástica. Una cinta casi sin peros, que repara en sus elementos argumentativos, dejando extremadamente claro que vamos a hacer un análisis de la búsqueda mayor: el encuentro con uno mismo. Un Guillaume Galliene en desdoblamiento actoral, sin ir mas lejos. Autentica, casi orgánica.

La recomiendo, por supuesto. Además puede ingerirse con suspicacia,lo que a mi parecer, deja bien puesta la mesa a nuestro siempre creciente criterio cinematográfico.
¡A CO M E R!