La historia de Benny Goodman

LLego a esta película por casualidad ya que venía en un DVD DOBLE con "West Side Story", sino, muy probablemente, nunca la hubiera visto. Y me sorprendió. Primero, por su excelente música interpretada por la propia banda de Bennie Goodman. Segundo, por la sobria actuación de Steve Allen y la belleza de Donna Reed. Tercero por una puesta en escena correcta. No soy seguidor del jazz ni del swing y me gustó mucho toda la música de la película. Sin duda que vale la pena.

La música de Benny Goodman tiene tanta fuerza, que te dan ganas de saltar del sofá y ponerte a bailar, de estar en los años 30 para poder escucharle en directo.

Vemos en esta película a un músico genial, atrevido y luchador, con miedo al fracaso, también, pero que consigue alcanzar el éxito gracias a la pasión que pone en sus interpretaciones y a la gente que cree en él.

Valentine Davies fue un guionista especializado en historias almibaradas (De ilusión también se vive, En la Costa Azul, It Happens Every Spring) lindantes con el musical. Ya había escrito Música y lágrimas, convencional biopic de Glenn Miller, cuando escribió la única película por la que recibió el crédito de director, La historia de Benny Goodman, complemento de la anterior. Por motivos ignotos, no se estrenó en España, como si Benny Goodman fuera un desconocido al que no valiera la pena tener en cuenta. Tampoco es que se perdieran gran cosa los espectadores de la época. Con un reparto menos espectacular que el de Música y lágrimas, refiere los principios del clarinetista hasta alcanzar la fama y, oh, conquistar el amor de su vida. Su verdadero valor reside en ver en acción a grandes del jazz, como el dinámico batería Gene Krupa, Teddy Wilson,, Harry James, incluso una breve aparición del gran Stan Getz y el mítico Buck Clayton. Por lo demás, se ciñe al milímetro al tratamiento estándar dedicado a personajes de la música, un subgénero muy de boga en los años 50. Steve Allen cumple en el papel de Goodman, y Donna Reed aporta su belleza sensual, muy dosificada en esta ocasión. Para amantes del jazz en particular, y la música en general.

Los amantes del jazz disfrutarán, probablemente, de este biopic sobre el gran Benny Godman, donde nos mostrarán toda su trayectoria desde que, de niño, pusieron en sus manos el primer clarinete hasta que alcanzó, por fin, el reconocimiento que merecía, tras años de lucha, fracasos e incomprensión.
Quien se acerque a este film va a gozar, cómo no, de una increíble música que ya de por sí hace recomendable la película pero, por otro lado, apenas va a encontrar nada más.
El director y guionista del film, que es el mismo que se encargó del guión de la, para mí, muy superior " Música y lágrimas" la biografía de Glenn Miller firmada por Anthony Mann, nos ofrece una visión también idealizada del músico, solo que, en esta ocasión, prescinde casi por completo de profundizar en su vida para encadenar toda su trayectoria profesional.
Así, veremos sus primeros trabajos en orquestas de bailes, sus primeros contactos con los músicos de jazz donde le descubrieron esa música y su empeño en conseguir formar una orquesta propia donde pudiera dar rienda suelta a su expresión musical.
Ésto hace que, a mí, se me haya hecho un poco larga a pesar de la magnífica música. Hubiera preferido una peli más enfocada a su vida y conciertos más escogidos. Pero, claro, ésto lo dice un profano.