Fátima, la película

En 1917, en las afueras de la parroquia de Fátima, Portugal, una niña de 10 años y sus dos primos menores son testigos de múltiples visitas de la Virgen María, quien les dice que solo la oración y el sufrimiento pondrán fin a la Primera Guerra Mundial. Como secularista Los funcionarios del gobierno y los líderes de la Iglesia intentan obligar a los niños a retractarse de su historia, la noticia del avistamiento se extiende por todo el país, lo que inspira a los peregrinos religiosos a acudir en masa al lugar con la esperanza de presenciar un milagro.

Pedante, pastelosa y falta de ritmo. Ausencia de empatía al no creyente. Sus dudas sobre la fe son planteadas desde un prisma católico.

Infinitamente menos interesante que cualquier documental que narre los hechos que refleja. Al margen de creencias.

No pensaba verla, pero ese 3 que encabeza la lista de críticas, seguido de otras notas mejores, me llevó a ella.
Pensar que lo de Fátima fue una alucinación de los niños, a pesar de que sor Lucia fue una campesina realista y nada fantasiosa, es lo más fácil
Pero me gusta lo difícil, lo inconcebible para una visión corriente. Y el milagro lo es.
Lo que pasa es que resulta muy difícil de contar. Esta película lo intenta de una manera digna, con excelente fotografía y una gran interpretación de todos, en especial de Stephanie Gil.
De acuerdo con lo que alguien ha dicho aquí: no se debería haber mostrado el rostro de la Virgen. El misterio no puede ser revelado.
En conjunto, me ha emocionado, y me he cabreado con el anticlericalismo obtuso, tan parecido al obtuso clericalismo. Por favor, hay que dejar a la gente tranquila y libre. Si ve a la Virgen mejor para ella. Qué manía la de meterse en la idea vida de los demás.

‘Fátima’, última película del director italiano Marco Pontecorvo, se acerca al mundo de la religión, las creencias y la fe, a partir de unos hechos reales acontecidos en el Portugal de 1917. Tres niños de corta edad (la mayor apenas cuenta con diez años) aseguran que se les aparece la virgen en Fátima. Un suceso que corre como la pólvora llevando tras de sí a legión de feligreses, escoltando a estas criaturas en sus supuestas revelaciones.

La cinta se sostiene gracias al excepcional trabajo de la niña protagonista (Stephanie Gil). Siempre contemplativa, sus miradas saben transmitir ilusión, esperanza, desengaño, también la pesada carga que ha caído sobre sus hombros. La dicotomía entre razón y fe aparece en la propuesta con formas poco elaboradas. Apenas unos brochazos con los que transitar de puntillas. Y aunque Pontecorvo toma partido, una narración lineal le permite no aparecer como maniqueo o doctrinario.

El anticlericalismo consustancial a la primera República portuguesa, la incomodidad de las autoridades eclesiásticas y los desengaños de la Gran Guerra (la lista de fallecidos que el alcalde recita periódicamente ante unos familiares rotos pesa como una losa) conforman un contexto socio político apasionante. Sin embargo, Pontecorvo lo reduce a un tira y afloja de poderes fácticos con unas criaturas en la diana. Sus maneras no me desagradan y huye del efectismo, pero me quedo a medias. ‘Fátima’ exhibe una religiosidad penitente, redentora, apelando al sacrificio, que hunde sus raíces en el carácter católico tan propio de lo Ibérico, para bien y para mal sin el barniz modernizador de la Reforma.

Habiéndose su creador desempeñado largo tiempo como director de fotografía, sorprende una puesta en escena, si bien pulcra, en ningún caso destacada. Es plausible que los devotos del lugar queden decepcionados frente a una cámara rácana a la hora de enfatizar y adornar los momentos de mayor intensidad dramática. Esos dirigidos a un espectador proclive y receptivo a lo que te están contando. Si ahí la cinta se muestra fría, por lo demás se deja ver merced a su vocación realista.

Los senderos de la fe son inescrutables.

Escrito por Juan Pablo Martínez Corchano para https://rockandfilms.es

Parece bastante extemporánea una propuesta como FÁTIMA, LA PELÍCULA y, efectivamente, me resultó difícil culminar la primera media hora porque todo resulta impostado: imposible creerse a los campesinos portugueses hablando en inglés y a unos niños actores que parecen sacados de las horas más bajas de la factoría Disney. Por no entrar en el interés de los secretos antiURSS y demás.

Fátima es quizás una de las mejores películas que vi de las apariciones de la Virgen a los tres pastores en Portugal.

Está ambientada en dos personas más que nada la historia, un historiador ateo y Sor Lucia Santa que fue beatificada por El Papa Francisco.

Muchas preguntas de ambas personas más allá de lo que significo este Milagro, me quedo con dos.
Esas dos preguntas interiores a uno mismo seria ¿Era porque la Virgen elijo a esos niños y no a un adulto? y la otra ¿Podría haber hecho algo más para lograr la paz en el mundo?

Dos cuestiones irracionales a la razón humana porque la Fe es la que mueve todo el cristianismo, en este caso luego de la última aparición de la Virgen en que el Sol es desencajado de su eje, se produjeron en la humanidad infinidades de guerras para detener el avance del Comunismo en todo el mundo. No se pudo lograr una paz en el siglo XX y XXI tampoco. No podía hacer nada Sor Lucia ante el pecado humano, solo rezar y porque La Virgen elijo a dos niñas y un niño para soportar semejante sacrificio divino tampoco nadie sabe.

Los planes de Dios son imposibles de descifrar y entender, pero no es El culpable de nuestras desgracias como muchos lo culpamos a él, (la actitud de la madre de Lucia) o los pobladores del pueblo, entre tantos.

Un filme atrapante que muestra como aconteció las Apariciones de Fátima y la vida de los 3 Pastores que luego fueron declarados Santos.