Retribution

Esta película la vi en una sala casi vacía pero con tal mala suerte que detrás mío se sentó un grupo de cretinos que, debido a la publicidad engañosa, creían que se trataba de una de terror a la manera de “Viernes 13” o algo por el estilo ya que el título en Lima era “Los fantasmas nunca olvidan”. Por lo que durante toda la función tuve que soportar sus comentarios adversos, sus burlas, sus reiteradas amenazas incumplidas de retirarse de la sala y toda la cortedad cultural que este tipo de gente suele mostrar sin tener en cuenta a los demás espectadores que han pagado su entrada.
Por cierto que había quienes, más educados, esperaban ver una japonesa de esas que después se ven en la versión de Hollywood tipo “El aro”, “Agua turbia” o “Host” y la verdad es que estos no estaban tan errados.
En efecto, la cinta pudo haber tenido otro giro y titularse “Agua salada” para ponerse a tono con sus motivos ecológicos y con la moda de las predecesoras de terror y así quizá pudo haberse comercializado mejor pero justamente eso es lo que el director Kuyoshi Kurosawa quiso evitar haciendo una película diferente.
El problema es que su producto, mezcla de drama psicológico, policial y de terror no da muchas pistas para hacerle seguimiento, ofreciendo una historia retaceada y salpicada de ingredientes, incluso, con escenas muy teatrales y absurdas de terror que en vez de miedo pueden causar risa.
Sin embargo, todo este revoltijo audiovisual, adquiere sentido solo en el desenlace de la cinta, es decir, cuando la escena se traslada al sanatorio abandonado.
Estoy seguro que si esta película la veo por segunda vez, algo imposible en el cine de mi ciudad ya que estuvo en cartelera escasamente una semana, mi valoración subiría inevitablemente por obvias razones.
Pero de lo que estoy seguro es que las formas cinematográficas son importantes y es en esto que la película falla.

Extraña película de Kiyoshi Kurosawa que presenta una doble película con un entramado tan denso que seguirle el hilo es una cuestión más de inteligencia suprema que de atención a lo que ocurre. Retribution nos presenta un film policíaco a la vez que una historia de terror/intriga en torno al personaje principal (con una más que aceptable interpretación de Kôji Yakushi) introduciéndonos en sus locuras y pensamientos.
Locuras que llevarán a Yoshioka a visionar a un fantasma que, vestido de rojo, intentará mostrarle toda su culpabilidad como si de un mundo paralelo se tratara, en lo que parece un intento de lección moral por la dejadez del ser humano ante su propia autodestrucción.
Sin embargo todos estos tintes tan profundos no se dejan casi ni entrever, simplemente se muestran escenas carentes en teoría de sentido cuya interpretación se deja en absoluta libertad en función de los criterios subjetivos del espectador. Toda una demostración de abstracción en múltiples escenas que no se resuelven en ningún momento de la película, siendo altamente difícil de comprender en su plenitud.
Como idea la película puede estar muy bien, pero en su ejecución se ha quedado corta en todas sus vertientes: como película policíaca, como thriller de terror y como medio de transmisión de conductas éticas y morales.

Discreta entrega oriental sobre historias de chuchos y fantasmas. En este caso la estructura general es la de un policial: a atar cabos sueltos y resolver el enigma. Si te gustan los policiales, es probable que la aceptes; si no, pues te acompaño en sentimiento.

Es que al margen de los gustos personales, la peli me ha resultado demasiado monótona en su guión (el fantasma siempre dice lo mismo, los espacios se repiten ciclicamente, etc). Es cierto que el prota avanza en su investigación y esta gana (a veces) desde determinadas revelaciones; el problema radica en que no hay lugar para un mínimo de empatía con el espectador, porque el formato del policial te impide salir de una tercera persona, entonces todo el riesgo y sacrificio del final ya viene opacado de antes.

Habiendo películas de terror de origen japonés que han destacado por su originalidad, hemos acabado por traer la distribución de la producción de este país en cine del género a un grado excesivo.
Películas como esta carecen por completo de la capacidad para aterrar al espectador, incluso para mantenerlo en tensión temiendo el discurso de los acontecimientos, como otras sí hicieron, permitiendo que se generalizase la moda del "terror oriental".
No es capaz de mantener un hilo argumental sólido que te sujete a una historia de intriga, sino que te deja al pairo a la espera de que los acontecimientos comiencen a tomar algún camino concreto, cosa que no hace en ningún momento, jugando más bien a la estrategia del despiste y la confusión, impidiendo de hecho que quede claro lo que se ha visto.
Le falta dejar correr el aire. Estas películas se ahogan a sí mismas. Soy generoso con el 5.

Interesante y atractivo relato de terror y suspense dirigido por Kiyoshi Kurosawa, ofreciendo una intrigante historia de crímenes combinada con buenas dosis de terror que despiertan el interés del espectador.

El interés suscitado inicialmente por el extraño caso, se ve potenciado por la posible implicación del detective encargado de resolver el caso, generando confusión en el espectador. Una sensación que se mantiene a lo largo del desarrollo de todo el argumento.

Retribution parte de una buena idea y llega a resultar interesante, pero lo cierto es que no deja la sensación de ser una obra fácil de asimilar por el público de occidente y que no logra resultar completamente satisfactorio.