Cartas a Iris

Sencillo trabajo a medio camino entre el melodrama y la comedia romántica en el que destacan las magníficas interpretaciones de los dos protagonistas principales. Una película sin aparentes pretensiones, apta para todo tipo de públicos.

A veces estamos tan saturados de pelis de altísimo presupuesto que dejan sin frío ni calor, ni fu ni fa, que se agradece ver algo que simplemente se basa en un buen guión, unos diálogos sencillos y amables y un par de estupendos actores.

Por un lado es una gozada ver a Fonda-De Niro en situaciones de trabajadores de clase baja en conflicto, algo poco usual, siempre tan urbanita el cine de USA. Y están fenomenal. Por otro lado, el director Martin Ritt, un tipo muy dado a describir estos ambientes obreros con bastante buena fortuna... y todo va bien encaminado si uno tiene paciencia y se conforma con verles trabajar tan bien... esperando que lo previsible llegue al menos bien escrito, mejor dirigido e interpretado. Sin embargo, en los últimos quince minutos pierde fuerza, decae considerablemente. No obstante, sólo por ver a la célebre pareja por única vez reunidos en insólitos personajes ... vale la pena.

Jane Fonda es una mujer viuda que sufre de soledad. Necesita un compañero.
Encuentra a Robert de Niro, analfabeto, pero buena persona, y más joven que ella.
Entre los dos surge una amistad de ritmo pausado.
Poco a poco empiezan a decirse uno a otro: ¿por qué no?
Es que es demasiado pronto.
Ella se convierte en su maestra.

Ser maestro o maestra de alguien es algo que enamora.
El maestro se enamora de su discípula, ella de su maestro.
El maestro (o la mestra) nunca enseñaron tan bien como cuando estuvieron enamorados.

Se puede estar enamorado de tu discípulo, o del pupitre, o del olor de la clase: de la tiza, de la tinta derramada, de los tachones en el papel, del viejo mapa con arrugas que son los valles y las cordilleras, de las sombras que son los árboles y las selvas y los ríos que fluyen hacia el mar que es el morir...

Cuando se le dice esto a tu alumna y ella te comprende es señal de que ha llegado el amor.
Es una sensación de las mejores, si no la mejor.
A veces Isa me dice: éste es el mejor momento del día. Luego corrige: bueno, uno de los mejores.
Es el momento de irse a la cama y arrebujarse entre los edredones ahora que llegó el fresco.
Para mí uno de los mejores momentos de la vida, esos momentos en que te dices: "ya puedo morir", es cuando haces de maestro, y tu alumna te comprende.
A falta de alumna a quien enseñar, bueno es ver y disfrutar una película como ésta, dirigida con pulso firme y pausado por Martin Ritt, y pensar que tú eres Robert, y ella Jane.

Creo que para el gran público Martin Ritt, el director de esta película, no es muy conocido. Pero desde que vi su película "La espía que surgió del frío" (1965), he procurado verlas todas las que hizo. Dirigió unas 25 películas y "Cartas a Iris" fue la última, moriría un año después. Por eso me atrevo a asegurar que la obra de Ritt, si bien tiene ,como todos, obras mejores y peores su calidad general es notable. El título original de la película "Stanley & Iris", es como suele suceder mucho mejor que el español, pues ya nos centra en que es la historia de una pareja.
Un film de producción modesta, pero con una realización más que correcta, nos cuenta una emotiva historia de dos personas adultas, solitarias,vacías y tal vez deseosas de llenar sus vidas, pero con las reticencias que te dan los años.
"Cartas a Iris", es una película muy emotiva, con dos actores de talla indiscutible, que a las personas de cierta edad no dejará indiferente.

Robert de Niro y Jane Fonda nos regalan unas excelentes interpretaciones en este contenido drama sobre el amor entre dos personajes en la madurez de sus vidas y de tan similar extracción social, que consigue involucrarte y hace que realmente te interese el devenir y desarrollo de la trama y que en cierto modo recuerda a la también magnifica, Frankie and Johnny del dúo Pacino/Pfeiffer.
Absolutamente recomendable.