Sam Whiskey

A estas horas debiera estar haciendo algo mas productivo...pero heme aquí que viendo un canal de la TDT, D. Carlos Pumares, en su nuevo "Polvo de Estrellas" ha programado para el personal este curioso filme protagonizado por Burt Reinolds.

Y curioso por la simple razón de que me he tumbado aquí muy tranquilamente a hacer la digestión y a dejarme entretener por esta rutinaria aventura de ladrones de un lejano oeste americano.

No se puede decir mucho...casi escribo esto por que haya constancia alguna sobre la que pueda valorar el personal.
La peli, no le demos muchas vueltas, es simplona, rutinaria y pobremente rodada, fotografiada, guionizada y montada. Si a esto le añadimos el maldito corte del formato panorámico para encajar en la dictadura del 4:3, el aspecto es de film barato y feo, pero mínimamente mas aceptable que un magro telefilme de tarde.

Y es que el Sr. Pumares veo que se está viendo obligado a presentar aquello que le deja la cadena. Un día se puede permitir "Fascinación" de Brian de Palma...y al siguiente tiene que tragar con un "Sam Whiskey". Que se le va a hacer.
Si, por que pese a que siempre he considerado a este famoso crítico un tipo bastante cargante, desdeñoso e ido de la olla, eso no es óbice para denotar su enorme sapiencia cinematográfica, su circunstancial sentido común (siempre opacado por su "personalidad") y su mas que buen gusto (siempre que no hablemos de nada "demasiado moderno", para él), y me imagino poniéndose negro teniendo que presentar simplonadas como esta.

Pero bueno, siempre cae algo de interés. Y el pensar que, tal vez, un día tengamos suerte, y un canal no de pago llegue a tener una programación de cine diario de calidad. Mucho cine clásico hay que rescatar del olvido, muy barato de ofrecer en antena, y esta nueva amplia gama de canales debiera de servir de algo mas que para el ofrecimiento de fritos y refritos con aceite usada y reusada.

Un saludo caballeros.

El comienzo es francamente prometedor y la idea central no está nada mal. Uno de los principales que tiene de unos malos de unos malos carismáticos y atractivos, al contrario son totalmente intrascendentes, al final es Burt Reynolds el que se tiene que ocupar con su carisma y su acentuada vis cómica de sacar adelante la historia, lo que en otras ocasiones ha hecho sin problemas, en está ocasión no le acaba de salir bien la jugada, la historia es un poco irregular y no hace demasiada gracia, con otros actores secundarios la cosa hubiera mejorado bastante, por cierto Angie Dickinson más bien flojita como mujer fatal, la verdad.

A ver, está claro que se trata de una pelìcula claramente serie B; una vez dicho esto, en mi opinión no es tan mala como se la ha retratado en la otra crítica, anterior a la mía.

Estamos en una situación absolutamente histórica, encerrados en casa (confinados) por el coronavirus, y este film al menos me ha hecho pasar una hora y media amena, no es un peliculón pero se deja ver gratamente. No tiene nada que ver con la recientemente programada en este mismo canal (TPA) "Para mi el oro y para ti el plomo". Eso sí que fue abominable, a los 15 minutos dejé de verla.

Ciertamente, su argumento es bobalicón, y con eso no se puede hacer una gran película de ningún modo. No creo que la fotografía sea tan mala, ni la música, ni nada.

Las mezclas de géneros en el cine son delicadas y hay que saber llevarlas. Más en el caso de un género como el western donde hay, sí, excelentes obras cómicas pero también verdaderas astracanadas. "Sam Whiskey" no es de estas últimas, pero está muy lejos de ser de las primeras.
El argumento es demasiado rocambolesco y complicado, aunque luego en el guion se desarrolla de forma ordenada. Otra cosa es la realización que resulta lenta, parsimoniosa y sin tensión alguna. Los golpes cómicos sencillos como en el cine mudo: mamporros, tortazos, escondites inverosímiles, cambiazos ... Alguna frase algo graciosa y poco más.
Interpretaciones pobres, con una viuda alegre, Laura Breckenridge (Dickinson) ya algo pasadita para el papel de engatusadora del simple Sam Whiskey (Reynolds). Los otros dos, el herrero Jed Hooker (Walker) y el inventor fortachón Bandy (Walker), simples comparsas.
En sus múltiples borracheras escucharemos a Sam cantar hasta la saciedad "Whisky y ron a todas horas", pero con mucho menos entusiasmo que los piratas cuando entonaban aquello de "Ron, ron, la botella de ron ..."
Aburrida por momentos, si no hay otra cosa mejor puede verse.