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La Lola se va a los puertos

Drama Año 1860, isla de San Fernando (Cádiz). Lola embarca en San Fernando para ir a Sanlúcar de Barrameda, al cortijo de D. Diego, un rico hacendado que la pretende. Pero entre el hijo de éste, José Luís, y la tonadillera surge un sentimiento de simpatía y atracción mutua. Con apenas 22 años, Juanita Reina se convirtió con esta película en estrella indiscutible de la copla y del cine. Se estrenó en el cine Rialto el 30 de diciembre de 1947, ... [+]
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
24 de mayo de 2016
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así comienza el poema legendario de los Machado que Juan de Orduña adapta excelentemente a la pantalla en esta gran producción. Donde la protagonista es la Copla, con enredos amorosos lleno de pasiones frustradas y señoritos latifundistas que intentan aprovecharse de su posición social, entre Sevillanas, Peteneras, Soleares, Seguiriyas y Fandangos, y por supuesto, el pasodoble "Francisco Alegre". La fiesta nacional... los toros, además del gracejo andaluz de sus moradores a la vera del mar, es el folclore, el cante, el baile flamenco como expresión artística. Su bella música, así como las canciones pertenecen a los maestros de la copla, García Leoz y López Quiroga.

Melodrama folclórico, pieza poética y apasionada obra de teatro en tres actos y en verso, escrita por Manuel y Antonio Machado. Estrenada en el teatro Fontalba de Madrid, el 8 de Noviembre de 1929. Además de ser llevada al cine en dos ocasiones, también existe como zarzuela, LA LOLA SE VA A LOS PUERTOS se estrenó en el Teatro Albéniz de Madrid en 1950 aunque su preparación viene de antiguo pues se cita correspondencia entre Ángel Barrios, el guitarrista compositor musical y los Hermanos Machado sobre el tema, desde 1934.

Lola (Juanita Reina), es una bella cantaora de flamenco de San Fernando (Cádiz) en 1860. Todos los hombres la desean, incluido el hacendado Don Diego que la invita a su finca en Sanlúcar de Barrameda. Allí Lola conoce a José Luis, el hijo de Don Diego, que quiere a la Lola para él, pero Lola es solo para el cante junto a Heredia (Manuel Luna), buen amigo que arrastra una amargura que sólo alivia cuando toca la guitarra para su Lola, a la que ama sin ser correspondido para su desgracia.

La película está dedicada a la memoria de los Hermanos Machado, Manuel permaneció en España al finalizar la Guerra Civil, murió en 1947 poco antes del estreno del film, pero Antonio marchó a Francia donde murió con su madre. Serrat le dedica unos versos de homenaje en su canción “Cantares”: “Murió el poeta lejos del hogar. Le cubre el polvo de un país vecino. Al alejarse, le vieron llorar. Caminante no hay camino, se hace camino al andar…” Golpe a golpe, verso a verso…
Antonio Morales
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6 de julio de 2021
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Es una película para el deleite de la copla. La historia, ya se sabía que iba a tener ese final, porque son los finales típicos dramáticos de la época.

Me ha gustado ver de nuevo a María Isbert, super joven.

El resto, pues justita. No sé que le veían a Manuel Luna, quizás tendría muchos contactos, porque físicamente tiene cara de malo malísimo, y casi siempre sale de hombre más bondadoso sobre la faz de la tierra.

Pues eso, para el deleite de la copla y del cine de época.
edugrn
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20 de diciembre de 2022
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La Isla de León, hoy San Fernando, junto a Cádiz, ciudad con la que comparte el honor de ser sede de las famosas Cortes Constituyentes de 1812. ¿Para cuándo la cinta que recree este hecho tan importante?
La Isla entera sale al puerto a despedir a su diva, Lola (Reina), que marcha a cantar por los pueblos vecinos dejando la ciudad sola.
Acompañada siempre por su fiel guitarrista, Rafael Heredia (Luna), silencioso enamorado de la cantaora que debe conformarse con marcar el tono que ella le indica en cada momento, "Heredia, templa ... por sevillanas".
Porque Lola encierra en su repertorio "Todo el cante de Levante, todo el cante de las Minas". Lo mismo fandangos que sevillanas, seguidillas, falsetes, boleros, bulerías o tarantos.
Melodrama musical que supuso la consagración de Juanita Reina en unos momentos, tras la guerra civil, en que el flamenco dominaba en el panorama folclórico hispano.
Impecable la interpretación de Juana en todo su repertorio al que tal vez le sobre alguna canción.
La cinta, hecha a la medida de la cantante, es demasiado teatral en la ambientación, decorados, vestuario, peluquería, histrionismo de algunos personajes.
En el apartado romántico le sobran también algunos vértices al polígono amoroso que se plantea. Además de Lola y Heredia, encontramos a José Luis (Acero), a su padre D. Diego (Tordesillas) y a su novia Rosario (Fernández). Un pentágono del que sobra el pretendiente D. Diego para facilitar los emparejamientos, "Filosofía, D. Diego, filosofía", como le recuerda Rafael. Emparejamientos que, dramáticamente, están bien resueltos.
Tal vez aquí esté lo más valioso de la obra, centrar la atención y dibujar con precisión la personalidad de los, para nosotros, verdaderos protagonistas: cantaora y guitarrista. Ambos viven en un mundo diferente a todos los demás. El mundo de la creación artística que se derrama generosa en tablados, lo mismo en las plazas de los pueblos que en tabernas o teatros. Una mujer que levanta pasiones, que enciende corazones por la sinceridad y profundidad de los sentimientos que brotan de sus cantes.
Y Rafael lo sabe. Como sabe también de lo imposible de sus amores, como sabe que debe conformarse con darle el tono preciso, con acompañarla en silencio, "Rafael, por soleares". Pero también es consciente que Lola no puede ser de nadie en concreto, que se debe a su gente, a la Isla, a los puertos.
A destacar también el paralelismo que se establece entre esta Lola enamorada por momentos del señorito andaluz, con Margarita Gautier la cortesana de "La dama de las camelias" (Alejandro Dumas, hijo, 1848) y con Violeta de "La Traviata", la extraviada (Verdi, 1853) versión operística de la novela. Ambas, novela y ópera, aparecen en la película.
Pese a los indudables defectos cinematográficos, la película tiene el acierto de trasladar a los diálogos de los personajes los versos de los Machado y las letras de las coplas de Lola. Excelente "acoplamiento" del fraseado.
Cinta interesante que cuenta con una magistral interpretación de Juanita Reina que gustará a los amantes de la copla de todos los tiempos, buena también la interpretación de Luna pese a lo que digan sus detractores.
Resumiendo, una muestra bastante digna del cine español de la época.
Lafuente Estefanía
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