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Corazón silencioso

Drama Tres generaciones de una familia se reúnen un fin de semana. Las hermanas, Sanne y Hedidi, han aceptado que su madre, enferma terminal, desee poner fin a su vida antes de que su estado empeore. Pero según transcurre el fin de semana, la decisión de la madre resulta cada vez más difícil de aceptar y viejos conflictos salen a la superficie. (FILMAFFINITY)
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Críticas 24
Críticas ordenadas por utilidad
19 de septiembre de 2015
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía tiempo que el veterano director danés Bille August – el añorado realizador de “Las mejores intenciones” (1992) – no nos ofrecía una pieza de cámara tan potente, primorosa y redonda como este dramón familiar que gira sobre la peliaguda despedida de una madre enferma terminal que desea poner fin a su vida con la ayuda de su amantísimo esposo. No hay partida fácil cuando nos aferramos al pasado y no somos capaces de abrazar el presente o mirar al futuro sin remordimientos, congojas o sentimiento de culpa. Nos creemos con derecho a exigir que todo siga igual aunque todo haya cambiado en el ínterin, como si nuestra lejanía física o emocional nos diera derecho a volver sobre nuestros pasos y encontrar el paraíso indemne, invariable y congelado que abandonamos.

Estéril pretensión de niño mimado que no acepta que las decisiones tienen sus consecuencias y uno debe asumir sus implicaciones para crecer. Pero es tan fácil seguir siendo el eterno niño demandante, esperado que los padres resuelvan todos los conflictos, aprietos y patinazos, desanuden los problemas, desatasquen las cañerías de nuestra estancada existencia y nos pongan de nuevo en pie y en la senda de la vida… Pero llega un momento en que hay que tomar las riendas y reconocer que ellos ya nos han dado todo lo que supieron y pudieron y ahora nos toca a nosotros ser generosos con ellos y acompañarles desde el respeto, el agradecimiento y el cariño en su crepuscular decaimiento inexorable que los asola y que nos deja tan indefensos, tan perdidos, tan huérfanos, tan impotentes.

El sabio y afilado engranaje de los microcosmos domésticos y atormentados del sueco Ingmar Bergman encuentran aquí unos conspicuos discípulos aventajados, tanto en el preciso y matizado guión del joven Christian Torpe como en la cuidadosa y delicada puesta en escena del ya mencionado Bille August. Es una perfecta labor de orfebrería, donde cada palabra tiene el peso justo, cada silencio ocupa su espacio, cada mirada recibe la atención e intención que merece y cada gesto nos ofrece un vademécum de emociones diáfanas, reconocibles y apabullantes que alguna vez nos han asaltado o trastornado o herido. No hay mayor escuela para el afecto y la desdicha que la propia familia y sus tornasolados espacios amorosos, insalubres o lastimeros.

No es una cinta para paladares delicados – la muerte no es invitado grato – pero hay mucho buen cine en esta cinta. Déjense arrullar por este melancólico, conciso y agudo drama nórdico que se paladea en cada fotograma.
antonalva
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19 de septiembre de 2015
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cineasta danés Bille August vuelve a casa tras varias producciones extranjeras poco memorables para un cineasta ya ganador de dos Palmas de Oro y que en el pasado Festival de San Sebastián se llevó con este filme el merecido galardón a una de sus actrices.

August propone una puesta en escena humilde, sin querer destacar visualmente otorgando protagonismo a sus actores y sus palabras, tratando una conmovedora historia familiar sobre la muerte, el amor y las mentiras.

Destacar por encima de todo al trío interpretativo femenino (Ghita Norby, Paprika Steen y Danica Curic) que llenan la pantalla de drama y realizan un trabajo excelente, digno de premio para las tres. Resaltando las escenas en las que almenos dos de ellas estén presentes, entregándose a un profundo drama entre madre e hijas.

August nos deja un conmovedor y honesto drama sobre la muerte, el tiempo, la eutanasia y la família que brilla por las magistrales interpretaciones de las actrices protagonistas, indudablemente el epicentro de este gran filme dentro de su contención formal; devolviéndonos al mejor August desde hace ya mucho tiempo.
JasenV19
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20 de septiembre de 2014
10 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bille August será recordado por dos películas y ambas cuentan con demasiados años a sus espaldas. En el tiempo que ha pasado tras "Pelle el conquistador" (1987) y "Las mejores intenciones" (1991) sucede que el propio autor se ha apagado, la chispa evidentemente no es la misma y la edad y la forma de acometer proyectos también cambia, derivando en obras más dispersas. El ejemplo más claro de esta debacle lo encontramos en el film anterior de August, "Tren de noche a Lisboa", una producción torpísima en el que su reparto básicamente se limitaba a hacer el ridículo frente a la cámara. Con "Silent Heart" la cosa no ha ido tan mal porque al menos vuelve a su terreno y siendo consciente de su propia fuerza vital y capacidad expositiva, realiza un film totalmente seco, casi sin vida. "Silent Heart" es una película muerta que no está interesada en ser reanimada, como ocurre con su protagonista: una mujer que decide reunir a su familia para pasar un fin de semana antes de suicidarse, frente a un diagnóstico severo de una enfermedad incurable (casualmente o no, se trata del ALS, que tanto ha dado que hablar por el Ice Bucket Challenge).

August acomete la historia sin muchas florituras: no le interesa, porque romperían el tono de la historia, pero si que se echa a faltar algo de vida. Sus personajes, cada uno con su problemas, son desarrollados con apenas unas pocas pinceladas y la reunión familiar es creíble en la medida en que todos se relacionan verazmente, y cada uno cuenta con su lugar en el global de la trama. Ninguna queja a este respecto porque si bien no crea nada memorable, tampoco se sale de la línea ni hace nada realmente molesto. Si "Silent Heart" no va más allá es porque August lo aborda todo de forma aséptica: no crea vínculos fuertes con sus personajes, debido a que decide eliminar cualquier recurso visual efectista (al final es derrotado por sus propias reglas, eso sí), tampoco juzga de forma directa y crea una serie de mecanismos dramáticos que cumplen esta función. Dicho de otra forma, que podría haber caído del lado fácil apelando al público de multisalas con violines sonando a todo trapo y primeros planos de una anciana agonizante pero en realidad aborda las cosas con otra perspectiva, lo cual se agradece, en la medida de lo posible.

No es una gran película pero viniendo de "Tren de noche a Lisboa", casi lo parece, un film que oxigena la carrera de su autor tras la debacle portuguesa y que sin inventar nada nuevo, tampoco molesta verla. No es "Amour" de Haneke pero está por encima de la excesiva "Agosto" de John Wells. De hecho casi pareciera que ésta fuera un prototipo de película para que Meryl Streep se fije en el papel principal y produzca un remake protagonizado por ella. El Oscar se lo darían con total seguridad, aunque bueno, probablemente también se lo darían si anunciase unos yogures. En fin, que me descentro: "Silent Heart", bien, y sólo eso. Un corazón, más que silencioso, audible pero a duras penas. Hay películas peores.
Caith_Sith
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5 de octubre de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director danés Bille August presentó a concurso en el 62 Festival de Cine de San Sebastián esta propuesta, Silent Heart.

Bille August vuelve al drama en una historia, con carpintería teatral, en la que una familia se reúne un fin de semana, tras aceptar que su madre ponga fin a su vida, antes que su estado de enferma terminal pueda impedirlo. Es un tema ya abordado por otros directores, aunque de su mano nos acercamos con verosimilitud al entramado de emociones que supone la aceptación de un hecho impactante y de difícil gestión. La evolución de las hijas, contradictoria y bien recreada, nos muestra el lado humano del drama, y nos hace cómplices de la defensa de la dignidad que hay detrás de un difícil consenso.

Cerrada ovación del público de San Sebastián conmovido por la recreación de la escena, unas buenas interpretaciones, y una historia que perdura tras el cierre del telón.
marai
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22 de octubre de 2015
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hacía mucho tiempo que no veía una película de Bille August, un director que puso a Dinamarca en el mapa cinematográfico mundial a finales de los ochenta con películas como “Pelle el conquistador” y “Las mejores intenciones”, antes de que el movimiento Dogma disparase al mundo al cine danés. Pero después de esas dos grandes películas, August se fue a dirigir a Estados Unidos y su nivel bajó bastante, dejó de interesarme. Ahora vuelve a sus orígenes, a su cine de personajes, aunque no se yo si no habrá perdido el pulso que tuvo.

En “Corazón silencioso” (el título es lamentable) se plantea el tema de la eutanasia, algo muy trillado en el cine últimamente. Pero sorprende la frialdad con que se plantea. Una mujer que sabe que dentro de poco quedará en estado vegetativo decide poner punto final a su vida y da una fiesta para despedirse de sus familiares. Es muy nórdico esto. Demasiado pragmatismo para mi alma mediterránea.

A pesar de que la fiesta es para lo que es, no puede evitarse que, como en cualquier reunión familiar, salgan trapos sucios, las hermanas discutan, los cuñados se sientan totalmente fuera de lugar (bien por su culpa, bien por como les hacen sentir ellas), el nieto esté a su bola con el ipad, y el padre esté más pendiente de que haya armonía entre los invitados y queden contentos con la comida que de otra cosa. Vamos, que parece un fin de semana más en casa de los patriarcas. Pero no es uno más, es el último en que estará la madre.

Bille August maneja el planteamiento del film de forma muy sutil y elegante, haciendo que el espectador tome las cosas con naturalidad, el drama se introduce paulatinamente, sin alardes dramáticos, sin sensiblería, sin cinismo. Las pequeñas gotas de humor le vienen bien a la película, y hacia la mitad de la misma, los espectadores están entregados a ella por lo acertado de la propuesta. Aunque, a mi juicio, a partir de ahí empieza a perder fuelle y no resulta tan satisfactoria como prometía.

Como suele ocurrir en el cine nórdico, las mujeres llevan el peso de la historia. En esta ocasión son la madre (Ghita Norby) y las dos hijas (Paprika Steen y Danica Curcic) quienes asumen el protagonismo total del film. Los hombres, por el contrario, son casi objetos decorativos, salvo quizá Dennis (interpretado por Pilou Asbaek, a quien conocía por su papel en la serie “Borgen”), que es el único que demuestra una mínima personalidad, aunque tampoco sale muy bien parado. En este sentido hay que señalar el magnífico trabajo interpretativo de las tres mujeres, especialmente el de Paprika Steen, que brilla con luz propia; sin que por ello se eclipse la gran labor de la veterana y eficiente Ghita Norby.

August va tejiendo una narración teatral en la que los diálogos de los personajes entre sí va alumbrando el trasfondo del drama, y la repercusión que tiene en cada uno de ellos lo que va a ocurrir al final del fin de semana, el motivo de la reunión, eso que sobrevuela permanentemente sobre la pantalla durante la hora y media que dura el film. Por tanto, son los personajes, y sus respectivas evoluciones a lo largo del fin de semana lo que usa el director para conducir la trama dramática hasta donde quiere llevarla.

Es de agradecer que una película de estas características no caiga en el abismo del melodrama. Durante todo el metraje da la sensación de que no hay otra salida que esa, que de tanto caminar por el borde de la sensiblería, acabará por caer, pero no es así. El melodrama está latente, flota en el ambiente, pero nunca termina de materializarse.

“Corazón silencioso” significa el regreso de Bille August a su cine de hace treinta años, un cine intimista y personal. No obstante, la película me sabe a poco. El director ha querido influir poco en el espectador, ser muy aséptico, no tomar partido, no juzgar… y lo ha conseguido, pero a cambio de que el espectador se quede también un poco lejos de todo. Una buena película, que podría haber sido mejor.

https://keizzine.wordpress.com/
keizz
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