Haz click aquí para copiar la URL

Kagemusha, la sombra del guerrero

Drama En el Japón medieval, devastado por las guerras feudales, un vulgar ladrón es elegido para sustituir a un poderoso señor de la guerra, que acaba de morir. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 5 10 >>
Críticas 48
Críticas ordenadas por utilidad
2 de octubre de 2008
13 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es realmente deprimente tener que hablar acerca de la dificultad que tuvieron los grandes genios de la historia del cine para realizar nuevos trabajos a edades avanzados, lo que para muchos supuso la muerte en vida. Ante esto no es de extrañar la profunda depresión en la que se sumió Akira Kurosawa al ver que, apenas unos años después de ganar el Oscar con la sombría Dersu Uzala, no conseguía encontrar quien le pagase una nueva película. Por suerte Lucas y Coppola le financiaron Kagemusha, la cinta que, definitivamente, provoca una escisión en su filmografía y lleva su ferviente occidentalismo hasta un punto que nunca antes había alcanzado, tratando de convertir una idea tan japonesa en algo al alcance del mundo entero, lo que provoca que, a pesar de ser una obra de gran calado estético, cuya belleza plástica es innegable, sea irregular y no se la pueda colocar a la altura de sus grandes cintas, pero, sin embargo, sí pueda ser vista como un adelanto de su última gran obra maestra, el impresionante fresco shakespiriano que era Ran.

Y es que ese espíritu del primer Kurosawa es difícil de ver aquí. Nos encontramos ante un realizador más pesimista, con un mensaje de un excesivo malditismo, y que se regodea en la crueldad de la vida, borrando la imagen capriana que dejaba en la monumental genialidad Ikiru. Aquí esa luz al final del túnel ya no existe, la vuelta atrás no se contempla como una opción y el destino nos marca desde la misma cuna, bien visto el ejemplo del nieto de Shingen, y la épica esta ligada a un sendero tenebroso, puesto que ya no hay aventura, las batallas son una muestra de fuerza mental e icónica, como la representada por el espíritu de Shingen y su imagen representada con el semblante de su doble Kagemusha. Parece querer transmitir toda la maldad que el mundo le ha dado a él, el resumen de toda aquella espiritualidad que siempre ha habitado el cine del maestro japonés, desde Rashomon hasta Barbarroja, hasta llegar a un epílogo lleno de rabia, con una profundidad digna de alabar, puesto que, a pesar de que sus personajes no tienen profundidad psicológica alguna, si no que son un mero recuento de virtudes o defectos, y todo ello por la enésima potencia, abriendo un abanico intimista y psicologista en la línea de David Lean que ya se intuía con Dersu Uzala, aunque, no obstante, esta sí tenía el regusto del viejo realizador de Yojimbo, Sanjuro o Los siete samuráis, maravillosos alegatos en favor del cine comercial y de evasión.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Tony Montana
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
13 de marzo de 2013
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entiendo que para muchos "Kagemusha" sea un tostón y que la consideren aburrida, porque sí, es posible que dos horas y media sean demasiadas y que el lío que monta con estos tipos de vestidos chillones y estrambóticos peinados sea para muchos un embrollo excesivo. En mi opinión en "Kagemusha" tiene lugar la exhibición visual acostumbrada, vista en otros títulos, pero si hay algo que debo destacar con más énfasis son los hechos, la acción concreta, que no es evadida sino todo lo contrario, la ataca y va a por ella para enseñársela al espectador.

Si se sabe ser paciente con "Kagemusha" se puede disfrutar como se merece todo buen cinéfilo, porque Kurosawa prepara el contenido poco a poco, se distrae en algún recoveco y de repente vuelve para dar un hachazo con hechos, no sólo imágenes infladas de formas llamativas. Hay puntos en los que sería fácil tirar la toalla, pero si se entra, no decepciona. El mensaje es sencillo: la sombra del guerrero es la idea principal, lo dice el mismo título, y a partir de ahí todo suma en coherencia.

Podrán gustar más o menos las Katanas, los nombres raros (para nosotros pobres blanquitos occidentales, más de uno se perderá) pero Kurosawa, entrado ya en años y con tantos títulos detrás de él, sabía muy bien lo que hacía y respondió brillantemente a un reto nada sencillo. Una historia bien narrada, con un final loco para la mayoría (me incluyo) y con hechos, el objeto directo del cine que a menudo tantas veces se olvida, hechos, la razón y el porqué de la imagen.
Luisito
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de diciembre de 2010
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Kagemusha bien pudo haberse quedado en un proyecto si George Lucas y Francis Ford Coppola, que son algo más que directores de cine americano, no hubieran producido esta gran obra. El gran Akira Kurosawa, con setenta años y más de treinta películas de suprema calidad no tenía dinero, ni crédito para la aventura. Así, generalmente, funcionan las cosas en el ámbito de la CULTURA (sí, con mayúsculas); alguien, un gran maestro por ejemplo, dice: "Tengo una idea"...., y todos corren despavoridos en dirección contraria. Que ¿porqué?; porque ya no existen samuráis dispuestos a inmortalizarse al lado de un gran señor por dignidad u honor; ya todos somos espadachines contratados, soldados de fortuna a quienes importa muy poco pasar a la posteridad y que tenemos claro que la felicidad viene dada por los doblones de oro y la cantidad de hamburguesas que podamos comprar con ellos. "C'est le capitalisme, mon ami Víctor Erice"

Cuando una historia, que sucedió en el siglo XVI, en el medievo japonés, la sientes próxima y te interesa es porque alguien está poniendo un gran interés en contártela y en universalizar una serie de sentimientos y comportamientos humanos, que se repiten siglo tras siglo desde que la inteligencia perforó el primer craneo de chimpancé: las guerras, el odio, la envidia y el poder; sobre todo el poder.
Este señor de Tokio profundizó tanto en la condición humana porque consideró que tampoco hay muchas diferencias entre los de Móstoles y los de Nagasaki, o entre los catedráticos de Harvard y los ignorantes porqueros de Calcuta; ni entre un gran presidente, señor de la guerra, y su sombra, que bien puede ser un simple ratero analfabeto. Kurosawa sabía que lo que nos iguala no son nuestros orígenes, o nuestras fortunas, ni desgraciadamente nuestras virtudes. Somos iguales en las pasiones y en la muerte, esta última como incontrolable pasión suprema.

Hay que verla para oír como avanzaba la gangrena en las heridas y como olía aquella pólvora en la que podías distinguir el color de sus componentes: carbono, azufre y nitrato de potasio; y que mataba igual que nuestro excelente TNT.
No recomendable para quienes tienen poco tiempo, porque tienen que ver tres partidos de fútbol; ni tampoco se la deseo a quienes están preocupados por la suerte de los ocupantes de la casa del Gran Hermano.
Sinhué
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de abril de 2008
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta paradójico que uno de los cineastas orientales más reconocidos (y conocidos) fuera de su país fuera Akira Kurosawa, en cuyas principales películas resuenan ecos claramente shakespearianos.
Quizás ese sentido de la tragedia tan reconocible por los occidentales (sobretodo para los anglosajones) sea el motivo por el que si se obliga a cualquiera a citar cineastas japoneses, uno de los primeros nombres en aparecer sería el suyo. Este film ambientado hacia finales del siglo XVI en un japón feudal consumido por las guerras internas, se centra en el shogun del clan Takeda, Shingen Takeda (Tatsuya Nakadai), el cual gravemente enfermo, y ante la situación decide recurrir a un doble para que sus enemigos no sepan de su muerte, evitando cualquier síntoma de debilidad y de esta forma puedan mantener sus dominios sin problemas. El elegido será un humilde ladrón (interpretado por el propio Tatsuya Nakadai), el cual asumirá su papel hasta sus últimas consecuencias.
Kurasawa utiliza un tono marcadamente intimista para contarnos las peripecias de un hombre al que no le dan elección tiene que asumir un papel que no ha elegido. A pesar de ambientarlo en un momento turbulento y violento de la historia de Japón, lo que le interesa a Kurosawa no es mostrarnos grandes y épicas batallitas (de hecho, cuando se ve obligado a mostrarlas, éstas duran lo imprescindible), sino hablarnos de una historia que tiene lugar en los entresijos del poder. Una historia con aires de tragedia en el más puro sentido shakespeariano de la palabra. Al mismo tiempo Kurosawa no evita realizar una crítica implícita hacia el mundo social del japón feudal, excesivamente encorsetado en unas clases sociales donde el samurai que es una clase dominante tiene el poder de decidir sobre la vida o la muerte de personas de estamentos inferiores.
Un mundo que Kurosawa retrata en pleno declive aunque con sutileza: el jefe del clan no ve otra solución que buscarse un suplantador para mantener el poder del clan, seguramente debido a que no hay nadie que pueda sustituirle con garantías. Y todo ello rodado con la magistralidad habitual en el cineasta nipón. Una perla más en su filmografía.
manulynk
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
27 de agosto de 2005
18 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo grandilocuente el título que he puesto, pero es que esta película es algo que se sale de los márgenes del cine para convertirse en una obra artística “total”. Con esto quiero decir que todo alcanza tal perfección: la fotografía, el guión, los actores, los diálogos, el ritmo, la escenografía, los interiores, la música, las coreografías... que parece mentira verlo todo reunido con tal precisión en una sola película. Hay grandes películas que bordan varios de estos aspectos, pero muy pocas logran abarcar tanto.

Para mi la mejor película de una filmografía repleta de obras maestras. Pude ver, no hace mucho, la versión completa y no me di cuenta del paso del tiempo. Desde la primera secuencia, cuya brillantez me quita el aliento, la película me agarra por el cuello hasta el final, sin dejar de sorprenderme. Nada sobra, nada falta... es a mí al que le faltan palabras para describir tal maravilla.
JuanRayos
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5 10 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow