Diarios de la calle

El 1...el mejor. El 7...la buena suerte. El 13...la mala suerte. El 15...la niña bonita. El 22...los dos patitos. El 69...sexo. El 112...urgencias. El 187...muerte. Y así seguiríamos con una lista interminable, pero y el 203...¿ qué significa ?

En mi época de estudiante estaba acostumbrado a que el profesorado me inundara con preguntas de este tipo:
- ¿ en qué trabaja tu padre ?
- ¿ qué cenaron en tu casa en nochebuena ?
- ¿ a dónde te vas a ir de vacaciones ?
ó ¿ qúe te regalaron los reyes ?
Sin embargo en este film, se nos muestra la cruda realidad que vive la juventud, de ese " maravilloso paraíso " que es E.E.U.U. Donde en una clase lo más normal es encontrarte con estudiantes sin éxito, divisiones raciales, peleas ( que muchas acaban en asesinatos ), chicos con hogares destrozados, otros sin techos, drogas y bandas. ¡ Menudo curriculum !
Donde la profesora te hace preguntas de este tipo:
- ¿ a cuántos de vosotros os han disparado ?
- ¿ cuántos pertenecéis a bandas ? ¡ ah, no, que esto no vale !
- ¿ cuántos habéis perdido a un amigo ? ¿ a dos ? ¿ a tres o más ?
Si estas preguntas son hechas a chicos de 13 y 14 años...jodido va el mundo. Y debería servirnos para reflexionar acerca de hacia donde se encamina la sociedad y quien tiene la culpa. Estos chavales han perdido la ilusión por todo, su única meta es que no le peguen un tiro antes de que acabe el día.
Es el momento en el que aparece una nueva profesora Hilary Swank, con una nueva forma de enseñanza, con nuevos valores y con ganas de hacerles recuperar la ilusión. Cuando los chicos llegan a la clase 203, demuestran su anarquía a la profesora volteando sus escritorios y dividiéndose en sectores raciales; no hacían caso. ¿Y por qué habrían de obedecer? Sólo era una maestra. Sin embargo, con el tiempo, comienzan a descubrir, a través de las enseñanzas de Erin, que sus vidas tienen sentido. Transforman el salón en su territorio; muchos de ellos no tenían hogar o sus familias estaban desintegradas. Erin los ayudó a transformarse a costa de su propia felicidad.
La clase de Erin Gruwell se convirtió como en una familia. Ellos hicieron un "promesa de honor por el cambio" cuando todos acordaron darse una oportunidad para empezar una nueva vida. ¡ Ese es el significado del número 203 !

Gran película basada en hechos reales en la que Hillary Swank se echa el peso del film a sus espaldas demostrando así que ya está perfectamente consagrada con la obra de culto "Million Dollar Baby".

Aquí la acompañan jóvenes actores de diferentes etnias que sin destacar a ninguno en general (lo hacen muy bien el rubito, el negro de la "nariz de chon" y la chavalita camboyana) hacen un gran coro entre todos en el que no desentonan pese al gran número que son. Los demás veteranos como el padre o los profesores también hacen la historia más creible con su interpretación.

Diarios de la calle habla de los valores y la hermandad entre diferentes grupos de culturas enfrentados cada día en la calle por la supervivencia y el respeto, de cómo en realidad no son tan diferentes. El director hace un guiño al holocausto para comparar el problema actual con errores pasados.

Extraordinaria película sobre la moralidad y la superación que al verla hace al espectador más humano. Hay mucho parecido con la película de 1995 "Mentes peligrosas" con Michelle Pheifer a la cabeza pero aquí se actualiza a hoy en día.

Hillary Swank es una profesora idealista que quiere cambiar las cosas en el sistema educativo americano. Como parece que la muchacha tiene prisa, en lugar de ir poco a poco, la sueltan en la típica clase llena de marginales chinos, negros y latinos que se odian entre sí en general y a los blancos en particular. A partir a ahí, la película es lo que parece: una historia de superación indivudual y colectiva; de cómo los problemas de bandas y violencia se pueden superar con voluntad y comprensión; de crítica hacia una sociedad que prejuzga a la gente por su color o su procedencia y fomenta la segregación; de...

¿Lo bueno? Que es todo muy bonito, muy emotivo y proporciona un subidón de optimismo. Además, cinematográficamente (ritmo, interpretaciones, dirección...) es muy correcta. ¿Lo malo? Pues que es lo mismo de siempre y hay un tufo incesante a falsedad almibarada durante toda la película. Se supone que recrea hechos reales y puede que así sea (que cada cual opine) pero yo no me lo trago.

Estamos en una etapa de decadencia artística. Hoy en día no se crea, se regeneran y reconstruyen ideas antiguas que han dado buenos resultados. Sólo hace falta echar un vistazo a la lista de refritos y secuelas que inundan la taquilla actual: El Novio de mi Madre, El Retorno de los Malditos (Las Colinas tienen ojos 2), Spiderman 3, Premonition, Tú la letra y Yo la Música, Las Vacaciones de Mr. Bean. Y están por llegar Piratas del Caribe 3 y Zodiac (que bien podría haberse llamado Seven 2 si hubiera cabido segunda parte de aquella exitosa y genial película).

La historia que nos relata Diarios de la Calle habrá sido contada, con sutiles diferencias, en un centenar de películas. Es la fórmula magistral de "profesor llega a instituto marginal" que se receta periódicamente al público cuando la escasez de ideas se hace notable.

Si a eso le sumamos un edulcorado guión mostrado con una anodina dirección que no presenta ninguna singular novedad, el resultado es que hayas de pensarte muy seriamente si vale la pena gastarte los seis euros que cuesta la entrada a la sala de cine.

¿Qué verás?
1. Una historia que cuenta con el reclamo de estar basada en hechos reales. Invita a la reflexión. Si esto está pasando de verdad es que algo no funciona bien en este mundo.
2. A una Hilary Swank que se lleva "de calle" la película. Estupenda interpretación, aunque las comparaciones con Michelle Pfeiffer pueden resultar odiosas.

¿Qué NO verás?
1. No verás ningún atisbo de originalidad.
2. No verás dureza, crueldad. La película es blanda hasta el elasticismo, incluso al mostrarnos las historias que nos relatan los alumnos sobre asesinatos o violencia doméstica que han vivido en su propia piel. No emociona.
3. No verás al resto del plantel de actores a la altura de la Swank; razón por la cual ella destaca muy por encima de ellos.
4. Aunque la película cuenta con la música de TuPac, Cypress Hill o Montell Jordan, no posee una banda sonora original tan buena como la de Mentes Peligrosas (1995).

Vuelve a planear sobre el espectador esa pesada y engañosa losa, qué cosa, que significa que un guión esté “basado en hechos reales”. Luego, suele resultar que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Comparado con “Mentes peligrosas” esto es una obra maestra, pero claro, el listón estaba demasiado bajo. Los ingredientes básicos son los siguientes:

Hilary Swank, una actriz que ejemplifica a la perfección ese dicho que afirma que más vale caer en gracia que ser gracioso.
Richard LaGravenese, un director de supuesto prestigio que todavía está por aportar alguna obra reseñable.
Una historia bienintencionada y emotiva que gira en torno a una profesora inexperta y llena de ilusiones, que tiene que hacerse con un grupo de adolescentes semianalfabetos y desarraigados cuyo interés por la escuela en general, y por la Literatura en particular, es nulo.

Pero:
Ay que joderse con los catorce o quince años que dicen tener la mayoría de ellos. Se ve que no conocen las virtudes del ácido hialurónico y la Q10.
Pero todavía más increíble es lo bien que redactan, los puñeteros, que pasan de ágrafos a virtuosos de la pluma en un periquete.

No conozco el ambiente escolar estadounidense, aunque todos nos lo podemos imaginar. Sí conozco el del antiguo área de la peseta y afirmo rotundamente que esta historia no se la cree ni el que asó la manteca. Pero defiende la integración, el afán de superación, valores solidarios, los mundos de Yupi…

Es mu monita, y eso.