La marca del lobo

Es aburrida y te hace tener bostezos, es lenta y plasta, tiene momentos buenos, pocos pero que no salvan la película de una inminente siesta. Pudo ser más...o no. Muy poco aliciente y muy poco licántropo, comparado a lo que el cine nos tiene acostumbrados. Sin duda muy llana.

Aburrimiento sin condimento.

Este esteticista producto va dando bandazos de algo así como el terror, al amor, la acción, para hacer de vez en cuando una parada en que nos brinda algunas bonitas postales de Bucarest y agradables canciones que casi nunca parecen adecuadas para la trama.

Hay aspectos interesantes en lo relativo a la supervivencia y cierto fatalismo, pero quedan lastrados por las consabidas e inverosímiles peleas en las que de repente todos se convierten en superhombres (y supermujeres) e incluso el chico humano adopta poses de héroe de acción lleno de recursos y habilidades.

La protagonista se limita a menudo en poner una expresión seria o malhumorada, mientras el chico en la primera parte se deshace en tal cantidad de sonrisas, que unidas a los bombones que ella hace nos acercan bastante al empacho.

En general, con respecto a las actuaciones, hay que decir que todos sin excepción son preferibles como lobos.

A la espera de que algún director me pise la idea de hacer una comedia con el argumento de "mi novia es una vampira", me tendré que conformar con esta variante pero en plan terror romántico, que quiere decir poco de lo primero y mucho de lo segundo. "La marca del lobo", adaptación libre de "Blood and Chocolate" de la escritora Annette Curtis Klause, tiene un aire a "Crepúsculo" (2008) avant la lettre, más bien entretenidilla, pero con menos presupuesto, gancho y coherencia interna. Por cierto, ya que estamos con las comparaciones, ¿no os parece que Vivian (Agnes Bruckner) se inspira en Alice (Milla Jovovich) de la saga "Resident Evil"?

Más allá de efectos especiales discutibles, batalla final en plan Rambo, como casi todas, poco creíbles, casting muy limitado y dirección tirando a cutre, el principal fallo que le veo a la obra es que patina en la concepción del licántropo. Por ejemplo, ¿les hace falta cazar para vivir? Según Vivian, no. Entonces, ¿Por qué lo hacen? Es más, ¿para qué se convierten? Hablan de una nueva edad de la esperanza pero parece que está queda reducida a darle la razón a los exterminadores de lobos del principio. El ambiente europeo, bienintencionado, pero tras los modernización, comunismo y democracia del siglo XX, Bucarest ha perdido su antigua fascinación.

Quien se esperara un nuevo "Underworld" ha debido quedar muy, pero que muy decepcionado. La peli entretiene, pero aún así el guión es muy flojo, las actuaciones penosas y las actitudes de los protagonistas rayan en el absurdo. Ni siquiera salen muchas tías buenas, como es habitual en este tipo de films, y que por lo menos te alegran la vista. Una lástima.

Una película diferente, está claro que el género con el que la han clasificado no es el que le corresponde, esto es un drama/romántico del copón divino, las escenas más bonitas....uffff, casi ninguna, las peores ....mejor no las enumero porque serían casi todas. El tema de las transformaciones son demasiado sencillas y muy tirando a mágicas con lo cual no pega para una película de "Terror", si pega para una película tipo "La historia interminable".
Los personajes actuan bastante bien, teniendo en cuenta el guión, que no es nada del otro mundo, el género licántropo está muy explotado con las pelis de Underworld, con lo cual también es de entender que sea dificil hacer algo disfrutable, esta desde luego que no lo es.
Se deja ver si no tienes nada, nada que hacer.