La marca del lobo

Una historia de amor interracial, hombres lobo adolescentes salidos y agresivos, transformaciones penosas con brillo incluido.

Estamos ante una película mala dentro del género de hombres lobo, cuyo argumento si se excluye el tema de los vampiros es muy similar a Underworld, respecto a las tranformaciones de los licántropos son realmente penosas y no sirve la excusa del bajo presupueto ya que en otras pelícuas hemos visto como con tan solo un buen maquillaje se pueden conseguir grandes resultados.

¿Y por qué cuando los hombre lobo cuando están en forma humana pegan esos saltos? Que alguien me lo explique.

Pese a la gran cantidad de absurdos que contiene, la película se hace mas o menos entretenida y por eso le pongo un 4.

Película que sigue la moda de recientes adaptaciones con historias de amor imposibles, en la que un ser humano se enamora de un ser fantástico.

En este caso nos adentramos en el mundo de los licántropos y su estilo de vida en el anonimato.

La forma de introducirnos en el mundo de los licántropos es un poco torpe y precipitada, volcándose en presentar a los integrantes de la manada y jugando de una forma aparatosa con la ambigüedad y extrañeza de diversas situaciones.

Una vez presentado el estilo de vida de los licántropos, sus códigos y normas, da paso a desarrollar un romance, a base de limitados encuentros entre sus protagonistas, construidos con secuencias idílicas, poco dialogo y acompañadas por la banda sonora melódica de turno.

Las conversaciones que mantiene la futura pareja, resultan sorprendentes y forzadas, ya que gran parte del tiempo que pasan juntos, lo dedican a hablar de la mitología de los licántropos, como si no hubiera otro tema de conversación en una pareja que se esta conociendo.

Un acierto de la película, reside en que no cae en el abuso de efectos especiales, ni en esos ridículos lobos generados por ordenador de la saga Crepúsculo. Utiliza lobos reales, que introduce empleando trucos de cámara e iluminación, muy logrados y de una extraña belleza.

Para no caer en lo empalagoso y aburrido de la relación de amor prohibido, se introducen secuencias de persecución, que muestran el peligro al que esta expuesto el protagonista, logrando mantener el interés por su desarrollo.

La película tiene un tono desenfadado, fresco y juvenil, al que sabe otorgar un aura de misterio y riesgo, que siempre ha acompañado a los relatos de hombres lobo.

En su reparto podemos encontrar a Olivier Martinez, haciendo de jefe de la manada, con una constante sombra de peligro y misterio, llena de atractivo.

El resto de los intérpretes, se limitan a ejercer de secundarios que vienen y van, sin hacer un trabajo verdaderamente reseñable.

Un entretenimiento dinámico y desenfadado, que se nutre del éxito de la saga Crepúsculo, para intentar repetir la formula.

Cine creado para espectadores poco exigentes, fieles seguidores de sagas para adolescentes, con historias de amor imposibles que reciben un tratamiento edulcorado.

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Es lo que te queda tras visionar una bobada semejante. Sí, claro, tras leer el argumento te dices, bueno, no está mal, una historia más de hombres lobo, al menos pasaré una tarde entretenida, pero es que no llega ni a eso, ni a entretener. Y, al fin y al cabo, eso es lo que pretende cualquier cinéfilo poco exigente. Pero no, parece que hoy en día el entretenimiento y el cine se van alejando poco a poco. Con ayuda, eso sí, de guiones prefabricados llenos de clichés que chirrían más que una cama de muelles.
Hombre, también puedes engañarte diciéndote que al menos contemplarás a la señorita Agnes Bruckner, que está muy de buen ver, sí señor, pero ni con esas. En resumen, una historia que no te cuenta nada nuevo, con un guión que debió escribirlo algún chimpancé amaestrado, con una historia de amor que no te la crees ni un sabado por la noche después de ocho tequilas y, para rematar la faena, con un Olivier Martinez cada vez más demacrado que yo creo está haciendo titánicos esfuerzos para terminar de hundir su carrera. Lo único que se salva es la interpretación de un contenido Hugh Dancy y la fotografía, que a veces te hace pensar que estas viendo una peli que merece la pena. Pero no. Rotundamente no. Desperdiciad esa hora y media imaginando lo que pudo haber sido.

Peli que vi de refilón, pero de la que me acuerdo lo suficiente. No es por poner a parir a Hugh Dancy una vez más, pero es que éste chico no me convence como merecedor de un papel de protagonista (salvo en David Copperfield), con la delicadeza de bailarina que le caracteriza como galán inverosímil no hace justicia como digno de Agnes Bruckner, el alma de esta cinta. La mujer-lobo es lista, sensual y esboza originalidad y personalidad, pero el contexto global es un poco friki. La peli es aburrida y tópica que no aporta nada. Olivier Martienez la anima, pero no merece la pena ni siquiera es un acercamiento al mito del licántropo.

Sin llegar a ser una maravilla, hay que reconocer los aciertos de un producto que se podria definir como un "Romeo y Julieta" de hombres lobo.
Historia de amor trágica, original y bién realizada, en la que ofrecen un guión diferente de los clásicos del género.
Cierto es que se puede buscar paralelismos con "Underworl", pero la verdad es que con ese aire de cine europeo quedan todos ellos eliminados.