Gigante

Gigante es una película estadounidense de 1956 dirigida por George Stevens, basada en la novela del mismo título de Edna Ferber. Con más de tres horas de metraje, George Stevens (Gunga Din, La mujer del año, El asunto del día, Un lugar en el sol, Raíces profundas, La historia más grande jamás contada) ofrece una historia nada convencional, que incluye un estudio psicológico hondo y sutil de sus personajes. Rock Hudson es el marido texano, buena persona pero terco, que irá madurando. Elizabeth Taylor da vida a su esposa, una mujer aguda, inteligente y cariñosa, que sabe gobernar su familia, y que sabe sobreponerse a las inevitables dificultades conyugales de todo matrimonio.
Es una descripción histórica de más de 50 años, de la sociedad estadounidense desde el surgimiento del petróleo, y cómo transformó a muchas familias en nuevos ricos. La película toca aspectos de racismo y discriminación hacia los inmigrantes hispanos, que en esa época estaban en un punto extremadamente álgidos, sobre todo, en la mayoría de los territorios sureños. Si una película define de alguna manera a Texas, el estado de "la estrella solitaria" en EE.UU., esa película es sin duda Gigante. Una película tan grande como su título.
De nuevo la Taylor se faja una espectacular interpretación. Ni hablar de Rock Hudson que durante varios años su carrera estaba estancada.
La carrera de Liz estaba siendo menospreciada por la Metro, ya que solo la incluían en producciones históricas donde no había mucha oportunidad de mostrase. Solicitada por George Stevens (ya la había dirigido en Un lugar en el sol), Liz fue prestada a la Warner Bros para protagonizar junto a Rock Hudson y James Dean, la ambiciosa superproducción, sustituyendo al Grace Kelly, elegida en un principio (se había comprometido en matrimonio con el príncipe Rainiero). El rodaje de la película no resulto agradable para Liz; su espalda comenzó a mostrar los primeros síntomas de afección. Además de soportar imperturbablemente el duro golpe de la muerte en accidente automovilístico de James Dean, del cual eran grandes amigos. Curiosamente para el papel de Dean se había pensado en un principio en Richard Burton, su interpretación le valió una nominación al premio de la academia como mejor actriz, curiosamente la interpretación de la Taylor se supera a sí misma en la segunda mitad del filme, cuando su pelo empieza a encanecer.
Con respecto a Rock Hudson, sus últimas apariciones en la pantalla ya la habían dado un lugar importante en la industria cinematográfica. Nadie esperaba en Hollywood que Rock desbancara ha estrellas de la talla de Clark Gable, Gary Cooper o William Holden por el papel de Dick Benedict el ranchero de Reata. Esta interpretación no solo consolido de su status de estrella cobro por ella 250.000 dólares, una fortuna si se comparaba con lo que recibía de su contrato con la Universal.
Diez candidaturas al premio de la academia del cual fuera triunfadora en la categoría del mejor director George Stevens.

169/04(08/10/15) Notable epopeya realizada por George Stevens, atractivo film que te atrapa en su hábil construcción de personajes y en su sugerente desarrollo, siendo un retrato estupendo de la Texas de primera mitad del SXX, con sus defectos y virtudes, un recorrido por el cambio generacional de una familia, de cómo las costumbres antiguas debe cambiar por los nuevos tiempos. El guión de Fred Guiol e Ivan Moffat (“Los héroes del Telemark”), adapta el libro homónimo de Edna Ferber (“Cimarron”) de 1952, hace hincapié en el racismo imperante en Texas, en su clasismo social, en su reinante machismo, y como esto va evolucionando hacia tener que aceptar una nueva era. Se centra en una familia texana y de modo épico la seguimos desde su ancestral cría de ganado, hasta la irrupción de los campos de petróleo, y de cómo los hijos hacen que los padres desplieguen a otra mentalidad. Todo esto se apoya además de un guión fluido, en una puesta en escena excelente, y en unos actores en estado de gracia, sobresaliendo James Dean en su último papel en cine, murió justo al acabar el rodaje en el famoso accidente de coche, aunque también destacan una bellísima Elizabeth Taylor y un Rock Hudson majestuoso. De la calidad del film hablan sus 10 nominaciones a los Oscars, a actor (James Dean y Rock Hudson), actriz secundaria (Mercedes McCambridge), dirección artística, vestuario, montaje, guión adaptado, para película, pero solo ganó uno, el de director para George Stevens, por cierto, este tenía reputación como editor de películas meticuloso, tanto que el film pasó un año en la sala de edición.

Un melodrama sobre los cambios generacionales que se producen en una tierra con costumbres muy arraigadas en el tiempo, un retrato de Texas a la vez nostálgico y crítico, film que nos habla de temas universales como la codicia, el amor, la ambición desmedida, la envidia, el orgullo, la dignidad, la amistad, el odio, la soberbia, los prejuicios sociales y raciales, el machismo, la venganza, la soledad, de lo que ni siquiera el dinero puede comprar (la felicidad), las frustraciones vitales, las complicadas relaciones paterno-filiales, del paso inexorable tiempo, ello en un contexto en constante evolución, donde el progreso atropella a los viejos hábitos, pero insuflando un halo de esperanza en un mañana mejor. A pesar de su larga duración el ritmo resulta bastante fluido, donde siempre están sucediendo cosas, con situaciones muy bien construidas, plasmando con credibilidad esta historia familiar, donde las diferentes personalidades irán chocando, para ir creciendo, con cariño, disputas, tiranteces, crisis, reconciliaciones, hijos, alegrías, conflictos de criterio con los vástagos, sobre lo que unos desea para ellos y lo que ellos prefieren. Se habla del progreso (el petróleo) como un mal inevitable, al que hay que adaptarse.

La cinta está partida en dos, en la primera se presentan los personajes, el rudo escenario de Texas, su arcaico costumbrismo, sus conflictos, los enfrentamientos Bick vs. Jett, el Leslie vs Luz, todo de modo rápido, los hijos, la crisis marital, la herencia de Jett, la frustración de Bick al entender que su hijo pequeño no será como él, tramo en constante efervescencia, todo hilado de modo brillante, y entonces se produce una elipsis de varios años, los hijos son ya grandes, y este bloque baja en comparación con el primero, los conflictos paterno-filiales se sienten previsibles, el foco se dispersa a los hijos de los Benedict y esto merma solidez, aún así detenta momentos excelentes.

Llama la atención la valentía con que el film afronta el racismo imperante en Texas y por ende en USA, era una época en que en variops estados del sur estadounidense existía la segregación racial, aquí se muestra como los texanos de ascendencia anglo-americana se creen superiores a los descendientes de mexicanos, a los que vemos vivir en condiciones deplorables con la condescendencia de los ricos, el film no es equidistante en esto se muestra claramente en contra, siendo el clímax de film dedicado a este tema (spoiler). También afronta con coraje otra discriminación social, como es la de la mujer, una de los momentos cumbres del film es cuando Leslie discute con mordacidad con un grupo de hombres sobre cómo estos apartan a las mujeres de sus charlas políticas por considerarlas poco más que floreros, Leslie desafía este patriarcado con una labia cínica punzante.

Elizabeth Taylor resulta una presencia enérgica, vibrante, hermosa, con destellas de fuerte personalidad, rebelde con causa, símbolo de los nuevos tiempos, derrocha empatía. Rock Hudson está magnífico en su rol, el que más evoluciona, refleja el cómo los principios antiguos deben doblegarse ante los modernos vientos de progreso, lo hace demostrando mucho carácter, y una tremenda química con Elizabeth Taylor. James Dean en su tercer y último film, no llegó a ver su estreno, la mejor de sus tres actuaciones, derrocha carisma, magnetismo, fascinación, de un lenguaje gestual y físico absorbente, refleja muy bien el carácter indómito, el orgullo, la soledad, el resentimiento, la amargura, compone imágenes icónicas del Cine, me hubiera gustado más presencia para rellenar algunas lagunas de su rol, como el saber de dónde le venía a Bick su tirria a Jett, o en el tramo en que es millonario, saber más de su vida, porque ese hastío que refleja en la inauguración. Dean acabó su actuación pero para la escena del discurso borracho en la inauguración del hotel, el director creyó mejor doblarlo, pues no se entendía bien, debido a su muerte Nick Adams le dobló, su siguiente film sería “Marcado por el odio”, el papel fue a un actor de televisión, seis años mayor que Dean, Paul Newman. Mercedes McCambridge borda su corto papel de Luz, con vitalidad y un brío extraordinario, espléndida. (sigue en spoiler)

Hermoso y largo melodrama al estilo clásico, que nos habla de una familia de tejanos. Desde sus orígenes ganaderos, en esos ranchos que ocupan extensiones como la provincia de Burgos, hasta el descubrimiento de los yacimientos de petróleo, que los enriquecieron muchísimo más de lo que ya lo eran. Como los antiguos melodramas, para ver tranquilamente en el sofá y sin prisas, nos hablan de muchísimas cosas.
Un tejano, dueño de 500.000 de acres de terreno y millones de vacas, conoce a una cultivada chica del Este y contrae matrimonio con ella. Ahí comienza la historia de una saga familiar, llena de conflictos.
Las diferencias culturales entre el matrimonio, la llegada de los hijos y los sueños no cumplidos. El resentimiento y la envidia de su capataz, que aunque luego hereda un pequeño terreno y encuentra petróleo, su ambición satisfecha no le bastará para hacerle feliz. Las expectativas que se ponen en los hijos, que luego no se cumplen, los problemas raciales, que en un medio rural como Texas, eran muy grandes...Todo eso y más nos narra esta película, como si de una larga novela se tratase, con ese estilo narrativo, limpio y claro, esa fotografía de los años 50 gloriosa, con un magnífico uso del color.
Era la época de oro del melodrama y George Stevens,un maestro, a la altura de Douglas Sirk y John M.Stahl. Un género, que ha degenerado, hasta quedar a la altura del betún, pero que los amantes de él, aún pueden regocijarse con la búsqueda de estos grandes clásicos de los años 40 y 50 y comprobar, cómo un género tan delicado como éste y propenso a caer en el más burdo sentimentalismo, en las manos adecuadas se puede convertir en grandes películas para disfrute del personal.
Esto es lo que hacían los grandes maestros y hoy, los actuales no pueden o no saben hacerlo, ya que si lo intentan, el resultado suele ser, película más parecida a telenovela que otra cosa.¿Cuál era el secreto?.
No le doy más nota porque me parece que al director se le fue un poco la mano con el metraje pero, aún así, NOTABLE.

Creía que no, pero sus más de tres horas de duración me han pasado factura al final. Una película que se queda en el camino de calificarse como épica en la que se sucede todo en general de manera pausada y metiendo mucha paja de por medio. Y es que poniéndonos objetivos, hasta que James Dean hereda la parcela en la que luego encontraría ese petróleo que le haría tan rico como desdichado (sacado de la sinopsis), apenas sucede nada, sólo las insulsas desavenencias entre Elizabeth Taylor y su marido.

Se agradece que la historia pise el acelerador cuando los hijos van creciendo y definiendo lo que quieren ser de mayores (grande Dennis Hopper, el cual me costó reconocer). Además aquí, una vez que Dean es un magnate del oro negro, se profundiza mucho más en su personaje. Ahora podemos ver cómo le corrompe el amor imposible de Elizabeth Taylor (guapísima) y sus enfrentamientos financieros con el marido de ésta. La segunda parte de la película gana interés a la vez que se aprecia el cambio físico y de actitud de los protagonistas. Eso sí, ya muy al final las tres horas hacen algo de daño y todas las conversaciones me parecieron banales y especialmente cansinas.

Lo mejor sin duda son las interpretaciones, destacando por encima de todas a Rock Hudson, aunque el final sea no menos que ridículo en el empeño del director por tocar de nuevo el tema del racismo. Que no estaba de más el tema, así como el machismo hacia Taylor, pero la película acaba con mal sabor de boca además de que para eso, uno ya está algo cansado después de tres horas. En fin, un seis es lo justo teniendo en cuenta el despliegue técnico, destacando así la enorme fotografía de las llanuras de Texas con sus caballos al galope entre pozos petrolíferos.

Mítica producción estadounidense de mastodóntica duración que narra los avatares de toda una generación de rancheros tejanos comandados por Rock Hudson. Un culebrón al estilo de Lo que el viento se llevó pero sin la intensidad y la épica de aquella. Aunque no se me hizo larga creo que para lo poco que cuenta se extiende demasiado. Es una película entretenida sin más, interpretada por la creme de la creme de la época de Hollywood, es decir, Elizabeth Taylor, James Dean, Rock Hudson, así como ilustres secundarios como Dennis Hopper o Sal Mineo.