Clownhouse. Payasos mortales

Producción de terror infantil que tiene como protagonistas a tres hermanos que se quedan solos en casa y que reciben la peligrosa visita de tres psicópatas recién fugados, disfrazados de payasos.
Uno de los protagonistas tiene auténtica fobia a la figura de los payasos y los responsables de la película exprimen ese temor, desarrollando con acierto los síntomas vinculados con la Coulrofobia, ese extraño miedo a los payasos. Se aprecian las notorias carencias técnicas e interpretativas de una producción independiente que sabe sacar provecho de los limitados medios con los que cuenta para conseguir profundizar en los temores más primitivos e internos del joven protagonista.
En los intérpretes protagonistas podemos encontrar a un joven prometedor cuya carrera cinematográfica continuó años más tarde con cierto renombre, como es Sam Rockwell, recordando que todos los intérpretes tienen un pasado, en el que han aceptado cualquier papel para ir creciendo en la industria. El director juega con los temores más profundos de los niños y convierte la película en una versión más oscura y siniestra de Solo en casa, al dejar de lado los juegos y poner en verdadero peligro a los protagonistas, logrando despertar en el espectador el temor hacia los payasos, una figura del terror, como la del payaso que años más tarde ganaría más adeptos con la adaptación al cine de la novela de Stephen King, IT.
Lo que verdaderamente resulta terrorífico, al tiempo que enfermizo, en esta producción de terror de serie B, reside en los abusos sexuales a los que fue sometido el joven protagonista, de apenas 12 años de edad, a manos del director de la película, Víctor Salva, por los que fue condenado a prisión. Una vez se conocen los datos acerca de los siniestros acontecimientos que rodearon al rodaje de la película, ya no se ve con los mismos ojos y llega a resultar verdaderamente inquietante e incluso se llega a valorar más el trabajo ofrecido por el joven intérprete que no volvió a participar en ninguna otra película, algo que por desgracia no se puede decir del director, que tras unos años en prisión, llegó a realizar nuevas películas y, algunas de ellas, incluso con el sello Disney, verdaderamente aterrador. Al parecer el director de la película, reconocido homosexual, tuvo una infancia marcada por los abusos de su padre, pero eso no justifica lo que hizo con el joven protagonista, algo que produce verdaderas náuseas y repulsión.
La película cumple con lo que se espera de ella, pero una vez se conocen los espeluznantes y macabros hechos que acompañaron al rodaje, ya no se ve con los mismos ojos y deja una mala sensación en el cuerpo.

El terror sin dudas es el género mas atacado por el público a la hora de hacer críticas pero clownhouse tiene poco de que arrepentirse. El filme narra los hechos sucedidos tras el escape de unos dementes de un hospital psiquiátrico que se disfrazan de payasos y llegan a la casa de un niño que les teme. La película trata fielmente de meternos en el terror hacia estos personajes. No necesita ni muertes ridiculas o demasiado gráficas ni sangre para asustarnos. Es el fiel retrato del termino de una década que marcaba la raiz del género slasher. Pero no se confundan, esta es una película de terror con atributos de slasher.
Lo malo de esta película está en el final. Los personajes no son para nada simpáticos pero una resolución de todo no habría venido mal.

Un supuesto slasher, que tiene muy poco de slasher la verdad, ya que sangre apenas se ve, todo está más sugerido que mostrado, ya que ni siquiera los asesinatos se muestran.
Es una historia muy aburrida, de 3 hermanos, teniendo como protagonista central al más pequeño, un muchacho que me resulto de lo más irritante con esos diálogos pésimos que le dieron, el director no supo contruir un personaje que generara empatía, por lo menos a mí me generaba rechazo cada vez que decía alguna de sus estupideces, o cuando decía algo que si estaba sucediendo, me aburría.
Por lo único que vale verla es por ese encanto que tiene las películas de los 80, por lo demás no pasa de ser una mediocre y aburrida pelñícula de terror, llena de huecos.
Lo verdaderamente terrorifico de esta película sucedió detrás de camara, ya que su director violo al protagonista, el muchacho menor de edad y fue a la cárcel por eso.

Victor Salva ya demuestra en su primera película ser un buen director dentro del género. Un estilo en la dirección muy similar a Jeepers Creepers, donde el espectador entra en juego constantemente viendo al asesino en segundo plano en el momento esperado, causando el suspense a través de la profundidad de campo.
Si bien no hay muertes sangrientas, Salva propone un terror mas sutil con un buena iluminación expresionista y un juego de sombras. Una técnica muy propia de John Carpenter en Halloween.
El guión es algo simple pero funciona, aunque quizás le faltarían unos 5 minutos de desenlace para acabar de cerrar algunas tramas sueltas.
También es interesante ver a un jovencísimo Sam Rockwell (Moon, Iron Man 2) en su primer papel.

Terminando de ver “Clownhouse” (1989) de Victor Salva con Nathan Forrest Winters, Brian McHugh, Sam Rockwell, Tree, Michael Jerome West, Byron Weible, David C. Reinecker, entre otros. Película de terror, sobre 3 hermanos que son acosados por 3 asesinos “enfermos mentales” que se visten de payaso. La historia es un “survival movie” que tiene como emplazamiento una enorme casa en “La América Profunda” donde el mito y la leyenda urbana, así como la coulrofobia, tienen en vilo a un niño en su paso a la adolescencia, y cuyos hermanos mayores: El mayor rebelde y valiente, tiene una lucha constante con sus hermanos menores, siendo el del medio, sensible y comprensivo. Ambos hermanos “darán la lucha para ser el modelo a seguir” del benjamín en su “rito de paso”, de hecho, en toda la película se abordan temas de naturaleza sexual masculina, típicas de su cambio hormonal. Ésta la 1ª película de Victor Salva, y fue gracias a su amigo, Francis Ford Coppola, que le dio $ 250,000 para realizarla, le dio además, las mismas cámaras que George Lucas había usado para hacer “American Graffiti” (1973), rodada en parte, en la casa de Coppola en Napa Valley. Técnicamente, es un filme que se centra en la iluminación, el sonido y el suspenso, donde el terror muchas veces es sugerido o presentado fuera de campo, siendo una de las últimas películas “slasher” de la década de 1980, y en cierta manera, puso fin a una década conocida por su intensa violencia y el “gore” gratuito, aunque también contiene un mensaje sobre los temores de la humanidad: “Nadie puede esconderse de sus temores; como son una parte de él, siempre sabe dónde se esconde” Sin embargo, lo más terrorífico de esta película, es que se descubrió que el director había estado molestando sexualmente al protagonista de 12 años, Nathan Forrest Winters, durante la producción. La condena de Salva por abusos sexuales, fue la razón de su ausencia temporal del cine, entre 1996 y 2001; y se declaró culpable por un cargo de obscenidad y conducta lasciva; un cargo por sexo oral con una persona menor de 14 años; y 3 cargos por adquisición de pornografía infantil. Su sentencia fue de 3 años de prisión, y cumpliría solamente 15 meses de la condena, ya que sería liberado bajo libertad condicional. Por su parte, Forrest volvió a presentar cargos contra Salva en 1996, cuando este estrenó su película “Powder”, un film financiado por ¡Disney! Hasta que Salva se hizo notar en la industria del cine nuevamente en el 2001, con el estreno de su inesperado éxito “Jeepers Creepers” Además, “Clownhouse” (1989) no podría haberse realizado tal cual, de ninguna manera hoy en día, ya que en varias escenas de la película, aparecen menores desnudos… Del reparto decir que todos hacen un buen papel, hay mucha empatía hacia sus personajes, al bueno se le quiere y al malo se le odia. En particular, este fue el debut de Sam Rockwell, pero es imposible no sentir cierto estremecimiento al ver el desempeño del actor principal: Un niño lleno de miedos, es claramente una personificación del terror que estaba viviendo tras las cámaras. Además de lo terroríficos que son los actores que hacen de payaso, porque no son exagerados en cuanto al maquillaje, el trío de lunáticos: Cheezo, Bippo & Dippo, están al nivel del único Pennywise de 1990. Como curiosidad, se puede ver en la puerta de un dormitorio de los hermanos mayores, un póster de “Something In The Basement” (1986), la primera película/cortometraje de Victor Salva, que también protagonizó Nathan Forrest Winters y Brian McHugh. Y por último, hay un poster promocional de la película que simula ser John Wayne Gacy, Jr., caracterizando a “Pogo, El Payaso”, a sabiendas que Gacy fue un asesino en serie estadounidense, que violó y mató a 33 hombres jóvenes, entre 1972 y 1978: “No tengas miedo a la oscuridad, cariño” Eso sí es TERROR.
RECOMENDADA
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