El suplente

Existe mucha oferta de historias que se adentran en aulas problemáticas donde aparece un profesor mesiánico. El suplente podría enmarcarse dentro de ese subgénero, aunque la vida del protagonista se desmorona igual que la de sus estudiantes.

Diego Lerman observa ese microcosmos de la clase, sin interferir en las vidas de los personajes. E invita al público a hacerlo, muchas veces desde detrás de un cristal o a través de un reflejo. Allí dentro expone el drama social de un barrio marginal, así como la necesidad de una educación digna –todo salpicado de tintes de thriller–. Pero lo hace sin moralinas, planteando preguntas importantes que lanza para que el espectador responda por sí mismo.

La evolución del relato capta la atención tanto por el transcurso de los conflictos de la zona, como por los cambios en las diferentes relaciones (padre-hijo, marido-mujer, profesor-alumnos). El resultado de todo ello es convincente y el mensaje que se desprende sólido. Parte de su eficacia radica en el trabajo magistral del elenco (especialmente el de Juan Minujín, cuyo rol es embaucador). En su conjunto, es un film con buen ritmo que inspira y abre varios debates en torno a la educación.

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Interesante film coproducido nada menos que por cinco países, entre ellos España, que combina el cine social, el drama y el negro.
Una especie de thriller, irregular pero con momentos intensos, vibrantes, que narra una historia positiva, donde un hombre, un docente, toma el camino correcto aunque ello le podría conllevar peligros, incluso la muerte.
Diego Lerman dirige con mano firme, logrando involucrar al espectador pese a ciertas caídas en los picos de interés y ritmo internos en el film, pero en líneas generales consigue entretener y mantener la atención.
Y lo hace gracias a aspectos como las interpretaciones, donde sobresale el protagonista Juan Minujín y la pequeña Renata Lerman, que ha conseguido con este papel el premio a la mejor interpretación de reparto en el reciente Festival de cine Internacional de Donostia/San Sebastián 2022.
Buen estudio psicológico de los personajes, que en medio de una violencia y desamparo social para con los menos favorecidos, toman determinaciones llenos de generosidad y compromiso.
Buen montaje e impresión de estar ante una cinta no redonda, mejorable, pero llena de matices, muy digna y honesta y, sobre todo, positiva por su mensaje de lucha ante la dificultad, la lealtad ante quienes se tiene a su cargo y le necesitan, ante el deber y empeño en el trabajo.

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Tengo que reconocer que el cine de Diego Lerman me suele atrapar, películas como "La Mirada Invisible", "Refugiado" o " Una especie de Familia" nos demostraron la capacidad del director argentino para contar historias, donde siempre sus intérpretes tienen una labor fundamental para que la trama funcione. Ahora nos presente su último trabajo " El suplente", un acercamiento a la comunidad educativa en los suburbios de Buenos Aires. La película formo parte de la Sección Oficial del Festival de Cine de San Sebastián, donde obtuvo el premio a la Mejor Interpretación de reparto para Renata Lerman.

La película se centra en Lucio, un profesor que acepta una plaza de sustituto en un colegio en las afueras de Buenos aires, su especialidad es la literatura. En el centro conviven un grupo de adolescentes que viven la mayoría en condiciones de marginalidad. Lucio procede de un mundo completamente diferente, más académico e intelectual, y encima está en un momento de crisis total en su vida.

La historia nace con el personaje del maestro, pero luego van surgiendo otras subtramas, como la relación que mantiene Lucio con su exmujer, con su padre gravemente enfermo y con su hija adolescente. Lucio no consigue centrarse en un camino fijo, no tiene motivaciones, es escritor, pero no consigue escribir nada. El día a día con sus nuevos alumnos provocaran en él una nueva sensación de libertad, y más todavía cuando un alumno es acusado de tráfico de drogas en el colegio.

Lerman con un movimiento continuo de la cámara consigue meterte de lleno en la trama, usando unos colores grises y dando protagonismo a todos los actores. La cinta funciona sobre todo gracias a la capacidad que tiene en mostrarnos unos acontecimientos tremendamente duros y pare ello se usan unos diálogos con toques de humor negro.

La ambientación y la poderosa interpretación de Juan Minujín son otros aspectos a tener muy en cuenta. La película va subiendo en intensidad a medida que van pasando los minutos y atraviesa momentos dramáticos para convertirse en un intenso Thriller en la parte final.

Lo mejor: La dirección, ambientación e interpretación de los actores
Lo peor: Le cuesta un poco arrancar

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Si hablamos de las historias que cuenta, hablaríamos de dureza y de asuntos lo suficientemente serios como para indignarnos, apenarnos. Y, sin embargo, lo impresionante del film es que habla de temas ásperos sin estridencias.
Minujín y Castro no decepciona. No es sorpresa para quien los conozca. Destacan con la generosidad de no exagerar, Dejando el protagonismo a la situación, más que a los personajes, pero sin menospreciar el viaje interior del protagonista. Casi acompañan al personaje desde sus papeles.
Los jóvenes reflejan un buen trabajo de dirección y la realidad está reflejada intentando ser escrupulosos con los detalles. Hay un buen trabajo de fondo o conocimiento de causa. Yo, que soy docente, veo una cámara en un centro marginal y me emociona la precisión de la descripción adolescente en solo unos trazos.
Después de verla, me sigue impresionando no tener la conmoción de la ficción, gracias al equilibrio.
El punto de vista de la cámara, casi otro personaje, que es el espectador, me interesa aunque me asaltan dudas.
Más que interesante propuesta.

Para reflexionar sobre la educación, puede ser. Para disfrutar una buena peli: no creo.

De hecho, ése es precisamente el problema: no le creo a los personajes. Porque los actores interpretan mal los diálogos o porque los diálogos están mal escritos. O porque hay inconsistencias (que un docente brillante de Letras de la UBA no sepa qué es o no sepa explicar qué es y qué no es una paradoja, por decir uno).

Me da la sensación de que todo fue hecho a las apuradas. Que se escribió y no se corrigió porque había poco tiempo. Que se quedaron con la primera toma o la segunda, pero que podría haber salido bien. Podría haber sido una linda peli.