Byzantium

Una película atrapante y muy bien dirigida.
Ironica la parte del actor, Caleb Landry Jones, cuando le cuenta las visiones que tenia de niño en su casa,
parece lo mismo que el ex-paciente de Bruce Willis, en el sexto sentido, le reclamaba a su entonces Doctor.
Solo atina a decir el profesor en esa parte " Linda Historia", mientras mira su reloj..

Tiene momentos magníficos de gran belleza, un buena base y buenas interpretaciones .
Una historia de dos mujeres destinadas a vagar por el mundo alimentandose de sangre y viendo transcurrir el tiempo y la evolución de las personas que les rodean.
Es una película dificil, es fácil que pase desapercibida y sea una de las incomprendidas del año por el público. Pero si consigue engancharte, la disfrutarás. Otra forma de hacer cine de vampiros. Un placer.

Pues sin leer la sinopsis y sin saber de qué iba no me esperaba que me fuera a gustar tanto, que no es para ponerse a dar saltos de alegría pero al menos es una película en la que cuando lleva una hora, y dura como dos, no te pones a mirar a todos lados y a pensar en todo menos en la película.

A mí me ha parecido un poco lenta quizás porque le falta algo de acción, si la comparamos con otra del estilo «Somos la noche» creo que a la irlandesa le falta la pomposidad de la que disponía la alemana. Me refiero a que en la germana salían de fiesta, vivían en hoteles... pero aquí viven casi en la miseria porque tienen que andar huyendo de un sitio a otro.

No por ello deja de ser una producción interesante que soprende más de lo que parece a simple vista. Me gustó el personaje que interpreta Daniel Mays —qué gordito se ha puesto este hombre— y me hubiera gustado que apareciera más porque aparece en un par de escenas y poco más. La verdad que de los demás los personajes en sí no me hicieron mucha gracia pero como ya digo es una película entre europea y estadounidense si hablamos de su ritmo, es decir, pausada pero con escenas de acción.

En primer lugar debo reconocer lo buena que está la protagonista principal y el buen papel que realiza como vampiresa, imposible resistirse a sus encantos, con nefastas consecuencias; se pone de relieve el mito de como una mujer atractiva puede manejar a los hombres a su antojo para su perdición.
Los ambientes son oscuros, sórdidos, románticos pasajes al siglo XVIII o principios XIX, en definitiva, una peli sobre vampiros bastante currada. Buenas interpretaciones, sobre todo el de sus protagonistas, y también el del 'pringao' al que engatusan para hacerse con su hotel.
Por poner algo negativo, a veces la peli se hace algo densa y se pierde el hilo argumental, pero los ambientes y la estética están muy trabajados.

Regresa Neil Jordan a uno de los géneros que ayudaron a encumbrarle, la ciencia ficción vampírica, pero con menos presupuesto, una base literaria menos sólida y, en general, unas ideas menos claras que son, sin duda, el gran lastre de “Byzantium”. Obviamente, es innegable rodar “Entrevista con el vampiro” partiendo del best-seller de Anne Rice te adelanta gran parte del trabajo y te asegura una cierta calidad lírico-literaria. Por otro lado siempre es mejor que sobre pasta a que falte, pero a estas alturas Jordan tiene la suficiente experiencia tras las cámaras y en el manejo de la producción como para hacer brillar lo que sale en pantalla sin hacernos dudar de la solvencia económica de la película.

Con lo que no puede hacer nada es con un libreto construído con poca sutileza en torno a un único argumento, el empoderamiento femenino en el mundo de los no muertos. Pero que no se me entienda mal, es un argumento que, de por sí, no tiene nada de malo… siempre que se intente hacer algo interesante y no simplemente soltar el mensaje de que las mujeres pueden ser vampiros con los mismos derechos y oportunidades que los varones, cosa que nadie pone en duda. El guion de Moira Buffinni carece de habilidad en ese sentido y parece estar escrito con poca imaginación para crear un desarrollo creíble que una las ideas genéricas procedentes del brainstorming de planificación y los prerrequisitos de la productora («romance juvenil», «amor materno filial», «inmortalidad», «película de época»,...) llevando la película hacia un melodrama poco afortunado plagado de agujeros, casualidades y conveniencias.

Bien en el plano técnico y con un elenco fuera de toda duda con su competencia británica, Jordan consigue, a ratos, sumergirnos en un submundo de las tinieblas que evoluciona de manera verosímil desde el siglo XVIII hasta nuestros días, pero en cuanto los personajes empiezan a interactuar, el argumento hace aguas de una forma que “Crepúsculo” parece un documental. Me resulta más creíble el personaje de Bella, su amor por Edward y sus luchas por la supervivencia que los devaneos de Eleanor y Clara, llenos de giros imposibles que llevan “Byzantium” a esa frontera en la que la indiferencia empieza a convertirse en aburrimiento.