Hannibal: El origen del mal

Prescindible tercera parte de la historia de Hannibal Lecter que pretende ser la precuela de la precuela que fue Dragón Rojo.

No engancha la historia de infancia y juventud de Lecter. Ni siquiera los horrores que sufrió durante la II Guerra Mundial.

La historia es aburrida, en ningún momento engancha. El actor que encarna al joven Lecter hace lo que puede para lograr no imitar la interpretación de Anthony Hopkins, el Lecter adulto. Pero al final, cuando su locura ya está desatada, sí se le notan ciertos gestos que intentan homenajear la interpretación de Hopkins.

Ni siquiera logra enganchar el interés de Lecter por todo tipo de conocimiento y saber, que en su edad adulta le convertirá en un erudito de varias disciplinas: medicina, música, arte, gastronomía, etc...

No perdáis el tiempo.

La pregunta que te has de hacer: ¿Creés que Lecter es un asesino por placer o por venganza?. Para mí la gracia, la fuerza, la esencia del personaje es precisamente que mata por placer, por la sensación de poder absoluto frente a sus víctimas indefensas. Personifica el mal en estado puro. No necesita ningún motivo para matar. Su placer consiste en saber que puede hacerlo y que lo hace. Sin remordimientos, sin escrúpulos. El poder absoluto. Y, comérselas después, no es más que alargar, saborear, disfrutar lentamente, calmadamente, reposadamente, de ese placer. El regodearse íntimamente con lo hecho. El alargarlo. De ahí que también las cocine. El ritual de un sibarita del mal. (Esta última frase me ha salido que ni bordada, parece de una peli).
Así que... ¿Qué están haciendo éstos?. Como estropean la historia pintándolo como un asesino vengador. ¡Que no!. Que no necesita motivo. Que justificar sus acciones es humanizar al monstruo. Y, además, venga a su pobre hermanita pequeña. ¡Vaya m...!. Yo quiero a un malo, malo de verdad. Que sepa que lo es, y le guste serlo. Que piense, planee y lo disfrute. Un tío inteligente, perspicaz, hábil, en fin, el originario doctor Hannibal Lecter y no este vengador de pacotilla.
Por cierto, les recuerdo que Hannibal Lecter era psicoanalista. ¿Cómo me voy a fiar de ellos?. Y si estoy allí, tumbado tranquilamente en el canapé, explicándole mis traumas y mientras el tío está afilando un cuchillo y leyendo algún antiguo libro de recetas culinarias. Yo, de ti, no les daría nunca la espalda... por lo que pueda pasar.

No me esperaba mucho de esta peli, ya que una película sobre Hannibal Lecter sín la presencia de un actorazo tan imponente como Anthonny Hopkins perdía muchos puntos pero cual ha sido mi sorpresa cuando me he encontrado al joven actor francés Gaspard Ulliel, al que ya había tenido la oportunidad de disfrutar en la peli Fugitivos junto a Emmanuelle Beart, haciendo también un difícil papel de adolescente salvaje y problemático, y me he dicho que algo bueno me tenía que encontrar y así ha sido. Con la dificultad tan grande que se le presentaba al muchacho al tener que dar vida al caníbal más popular de los últimos tiempos en su juventud, Ulliel ha superado la prueba con sobresaliente para mí. Me ha encantado, no creo que hubieran podido hallar a otro actor como él, su sonrisa hiela la sangre en más de un momento. A su lado disfrutamos de una maravillosa actriz como es la china Gong Li, que una vez más interpreta a una dama japonesa como hiciera en Memorias de una geisha. Si en ésta era una auténtica villana amargada y envidiosa, aquí es la personificación de la dulzura y el personaje que saca a relucir la parte más sensible de caníbal.
Rhys Ifans es un actor que no me gusta nada, pero reconozco que aquí cumple como malo.
Hay que darle una oportunidad a la peli, seguro que os acaba gustando más de lo que esperáis.

"Hannibal, el origen del mal" es una buenísima precuela dónde se humaniza al personaje de Hannibal Lecter. La historia se centra exclusivamente en él. Partiendo desde su traumática infancia, nos narran sus orígenes y sus motivos para cometer sus aberraciones y brutales asesinatos. Es una típica historia de venganza, desviándose cada vez más al lado oscuro de forma magistral. En este filme, para justificar la crueldad, maldad extrema y refinamiento que habían hecho popular a Hannibal Lecter en entregas anteriores, la cinta muestra al protagonista en un principio como una especie de justiciero que aniquila a los malos, pero en el proceso pierde toda su humanidad y se convierte en el psicópata que todos conocemos. La película a pesar de ser algo extensa y durar casi dos horas, no aburre en ningún momento y el desarrollo narrativo es bastante ágil y dinámico. Las escenas de más intriga y acción están bastante bien conseguidas y en general sabe mantener el interés. La única pega que le encuentro al filme, es que han tomado la idea de revisar el mito del caníbal más famoso de todos los tiempos muy a lo "Batman Begins", incluso con katanas de por medio incluidas.

En el filme conocemos el porqué de la transformación de Hannibal en un criminal sanguinario. Gaspard Ulliel realiza un buen trabajo mostrando con su expresión facial y la mirada dicha transformación. Es una interpretación algo más que convincente, es soberbia en mi opinión. Gong Li me ha encantado también interpretando a su personaje Lady Murasaki, convertida en una especie de mentora de Hannibal y con una tensión sexual no resuelta entre ambos muy buena. Verdaderamente me ha gustado ese amor que siente Hannibal por ella, al que Murasaki le gustaría corresponder, pero que no puede hacerlo al ver el monstruo en que se ha convertido. El filme encaja a la perfección con las entregas anteriores, ya que nos muestra el origen del mal como se nos promete. No entiendo las críticas vertidas sobre el personaje de Hannibal en este filme, porque nos muestran sus orígenes, sus motivaciones y su transformación debido a las circunstancias espeluznantes que vive en su infancia. ¿Qué esperaban sus detractores, que Hannibal fuese un caníbal desde que nació?. ¿Qué se comiera a sus padres siendo un bebé?. ¿A sus compañeros en el parvulario?. Pienso que esta precuela es un todo un acierto. Es más, no tiene que envidiarle absolutamente nada como película a ninguna de las sobrevaloradas anteriores entregas.

La última (y espero que para siempre) película inspirada en las hazañas literarias creadas por Thomas Harris, es la peor de todas. Sin duda alguna. Peter Webber ha creado algo insulso y frío. Lejos queda, la intencionalidad de esta precuela: el conocer por qué Hannibal Lecter es así.

Una historia anodina de principio a fin en la que un niño lituano, debido a la crudeza de la guerra, entabla una relación de odio y venganza con sus carceleros. Y tras ellos va de caza, años después, con la ayuda de la bellísima (y aquí desaprovechada) Gong Li.

Gaspard Ulliel tiene la sombra muy alargada de Anthony Hopkins. Eso pesa como una losa.

Sin contar nada de interés es difícil que esta película me diga algo interesante.