La pregunta que te has de hacer: ¿Creés que Lecter es un asesino por placer o por venganza?. Para mí la gracia, la fuerza, la esencia del personaje es precisamente que mata por placer, por la sensación de poder absoluto frente a sus víctimas indefensas. Personifica el mal en estado puro. No necesita ningún motivo para matar. Su placer consiste en saber que puede hacerlo y que lo hace. Sin remordimientos, sin escrúpulos. El poder absoluto. Y, comérselas después, no es más que alargar, saborear, disfrutar lentamente, calmadamente, reposadamente, de ese placer. El regodearse íntimamente con lo hecho. El alargarlo. De ahí que también las cocine. El ritual de un sibarita del mal. (Esta última frase me ha salido que ni bordada, parece de una peli).
Así que... ¿Qué están haciendo éstos?. Como estropean la historia pintándolo como un asesino vengador. ¡Que no!. Que no necesita motivo. Que justificar sus acciones es humanizar al monstruo. Y, además, venga a su pobre hermanita pequeña. ¡Vaya m...!. Yo quiero a un malo, malo de verdad. Que sepa que lo es, y le guste serlo. Que piense, planee y lo disfrute. Un tío inteligente, perspicaz, hábil, en fin, el originario doctor Hannibal Lecter y no este vengador de pacotilla.
Por cierto, les recuerdo que Hannibal Lecter era psicoanalista. ¿Cómo me voy a fiar de ellos?. Y si estoy allí, tumbado tranquilamente en el canapé, explicándole mis traumas y mientras el tío está afilando un cuchillo y leyendo algún antiguo libro de recetas culinarias. Yo, de ti, no les daría nunca la espalda... por lo que pueda pasar.