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Las sandalias del pescador

Drama Después de pasar veinte años como prisionero político en un campo de trabajos forzados en Siberia, el arzobispo ucraniano Kiril Lakota (Anthony Quinn) es inesperadamente liberado por el presidente de la Unión Soviética (Laurence Olivier), que había sido su carcelero en Siberia, y enviado al Vaticano como asesor. Una vez en Roma, el Papa Pío XII (John Gielgud), que está gravemente enfermo, le nombra Cardenal. Mientras, el mundo vive en ... [+]
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Críticas 31
Críticas ordenadas por fecha (desc.)
11 de mayo de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Seguramente lo más destacado sea la visión de la Iglesia y sus instituciones es contradictoria, denunciando su opulencia y su desvío del mensaje de Dios, pero intentando comprender sus causas y defendiendo sus buenas intenciones. La película incluye igualmente una cierta carga de propaganda antimarxista, comprensible y habitual en los filmes estadounidenses de esos años; no obstante, es también un juicio moderado y más razonado de lo que solía suceder. Todo esto demuestra que estamos ante una película madura, capaz de realizar una crítica respetuosa y argumentada, aunque poco desarrollada dada la abundancia de tramas.

Cuatro, en concreto: pues a la historia principal de Kiril Lakota en Roma se suman el debate interno y externo de un sacerdote con una lectura heterodoxa de la doctrina católica, el conflicto chino-soviético y el drama matrimonial entre un periodista y una doctora. Finalmente ninguna parece culminarse, en todas se echa en falta algo, aunque todas consiguen aportar algo. Incluso la crisis de pareja de los Faber, la más vacía de estas tramas secundarias, ayuda a humanizar el personaje de Lakota y a ilustrar el funcionamiento y los entresijos del Vaticano.

Lo más llamativo de Las sandalias del pescador es algo que no tiene –que se sepa– ninguna relación con la cinta. En realidad, se trata de eventos que tendrían lugar más adelante y que, de alguna forma, habían sido anticipados en esta obra. El rechazo a la ceremonia de coronación y la imposición de la tiara papal, la elección de un pontífice no italiano, la participación del mismo en la caída del comunismo y en la llegada de la democracia tras la Guerra Fría y la aparición de un papa como Francisco, que ha participado como mediador en diversos conflictos internacionales y su imagen puede recordar a la del papa interpretado por Anthony Quinn.

Lo mejor: su respetuosa pero certera crítica a Iglesia católica
Lo peor: que las distintas tramas no estén más desarrolladas

Más en www.focosenlaluna.blogspot.com.es/2017/04/critica-las-sandalias-del-pescador-1968.html
ddad
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7 de marzo de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo un adolescente leí la novela de Morris West Las sandalias del pescador de Morris West (1916-1999) un escritor de un éxito incontestable, y entre sus especialidades estaban justamente los temas relacionados con la Iglesia Católica, así como la política internacional. Pues basado en esta novela John Patrick y James Kennaway escriben un excelente guión. La música de Alex North es extraordinaria, con preciosas partituras de acentuado tono épico que acompañan o llevan en volandas la historia y arropan el film a la perfección; y es buena igualmente la fotografía de Erwin Hillier. Sin olvidar la magnífica dirección artística: escenarios, decorados, vestuario, etc.

En el reparto hay actores de primer orden. A la cabeza está un soberbio Anthony Quinn, a quien acompaña nada menos que Laurence Olivier, y le siguen en magistral coro actoral Oskar Werner (en el papel de sacerdote crítico y atormentado), David Jensen de reportero de TV (quién no recuerda la serie para TV, El Fugitivo), Barbara Jefford, el mismísimo Vittorio de Sica de cardenal Leo McKern, Paul Rogers, Nial McGinnis (los tres como eminentes teólogos) o Clive Revill.

En la novela y en la película se narra el premonitorio acontecimiento de un Papa proveniente de la órbita comunista.

Durante años, esta película fue considerada poco menos que como ciencia ficción. Pero a tenor de los tiempos que han corrido, de ciencia ficción nada de nada: hubo un Papa polaco proveniente del llamado Telón de Acero (Karol Wojtyla, Juan Pablo II); y en la actualidad tenemos un Papa rompedor, que efectivamente sale a sus anchas por Roma, abraza a la gente y se muestra abierto y afable con los feligreses.

Los diálogos de la película son excelentes, con un Quinn impagable, una impresionante puesta en escena, una esmerada dirección, que muestra a las claras el poder político y mediático del Estado Vaticano que sin armas ni poder real, tiene una influencia muy grande en el mundo. Todo eso se pone sobre el tapete de la película. No creo equivocarme si digo que estamos ante un film ya clásico, una obra notable, atractiva y muy interesante que tiene en la dirección, el guión, los intérpretes y un maravilloso vestuario, fotografía y música sus ingredientes para que haya pasado a la historia de la cinematografía. Hay muchas partes del film muy interesantes, no en vano la cinta dura 157 minutos. Pero a mí me parece singularmente interesante el interrogatorio y juicio al padre Telemond de parte de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Un juicio muy medieval pero a la vez interesante en plano teológico y de las ideas, dentro de un Institución monolítica como la Iglesia, y con actores en el papel de teólogos tan importantes como Nial McGinnis, Leon McKern o Paul Rogers.

Es además una película asequible al gran público, no hace falta ser teólogo o letrado para entender a la perfección que puede ocurrir que un Dios que nos acompaña marque los designios de nuestras vidas y de las instituciones más sagradas. Además, aunque no se tenga fe, de esta película se pueden obtener enseñanzas muy valiosas sin tener la sensación de estar siendo manipulado. Se muestra una Iglesia con sus devenires, preocupaciones, tópicos, con sus criticadas opulencias en forma de riquezas, etc. pero también con capacidad de regeneración.Creo que esta película sigue teniendo vigencia, más en este mundo en el que la institución vaticana parece querer mover ficha y dar un paso al frente, al lado de los desfavorecidos, con este Papa casi recién llegado, del Cono Sur, de Argentina, y que se ha atrevido a ponerse el nombre de Francisco, un santo emblemático en su entrega y servicio a los pobres.
Kikivall
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18 de febrero de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de un Papa ruso encarnado por un gran Anthony Quinn es la premisa de esta buena película sin mas pretensiones que ser fiel a si misma... Anderson no pretende hacer un film real ni querer retratar el vaticano crea un film de ficción curioso de como es la curia... Pero sin serlo... Con una puesta en escena en apariencia fría Anderson hace suya esta película mínima... Los actores hacen creibles sus papeles en este film en principio imposible
Orson_Welles
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30 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como siempre, Anthony Quinn demuestra toda su calidad en esta admirable interpretación de Su Santidad. La trama nos lleva desde Siberia hasta el Vaticano, donde vemos un cónclave donde el Papa es elegido por el método de la aclamación, hoy fuera de uso. El desarrollo narrativo tiene un ritmo que nos impide aburrirnos, pese a la prolongada duración de esta cinta, ya que Michael Anderson mantiene el interés durante todo el metraje. Los actores de soporte muy bien, con el destacado Sir Laurence Olivier cuya calidad interpretativa esta fuera de cuestión. También buen trabajo de Oskar Werner (se ve mucho mas joven que su edad real), David Janssen con una doble vida amorosa, y especialmente de Leo McKern que en vida, este australiano fue un notable interprete secundario. Muy recomendable de ver.
dpedemonte
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21 de agosto de 2013
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notable película protagonizada por Anthony Quinn en torno a la figura de un papa muy carismático.

Pienso que el film tiene más de ficción que de auténtica biografía y la verdad es que entretiene bastante a pesar de su extenso metraje.

La puesta en escena es formidable y constituye uno de los puntos fuertes de la cinta junto a la interpretación de Quinn.

Muy colorista y magnificente, marcó el camino hacia los deslumbrantes años 70.
dandyboy
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