Shade: Juego de asesinos

No es que este tipo de películas basadas en juegos de poker sean de mis preferidas, sin embargo esta es de esas pocas de este mencionado género que me gustan. Y eso es porque en este film aparece uno de mis preferidos Sylvester Stallone (aunque también es verdad, todo hay que decirlo, no sale muchas veces en la película) sin olvidar a los demás actores, que tampoco son malos como Melanie Griffith, Jamie Foxx o la sexy actriz de color Thandie Newton.

Lo dicho, que aunque no sea una peli diez, merece la pena a todos aquellos que sean fans de este tipo de films, porque si es así les gustará "Shade: juego de asesinos", sobre todo a los que disfrutaron con la gran "Rounders" de Edward Norton y Matt Damon, pues es ciertamente parecida a esta.

Película sin demasiadas pretensiones. Entretenida por los continuos giros en la misma, donde al final no sabes quien son los timadores y quien los timados. Es más. Incluso con el final sientes que a lo largo de toda la cinta tú eres el timado, y no me estoy refiriendo al nivel de la película en sí que es flojo, flojo.

Intenta parecerse a la genial "El golpe". Pero se queda en un mero ejercicio de malabarismo con los naipes. Por destacar algo, la aparición de Melanie Griffith. Una aparición breve que bien vale por toda la película además del correcto y siempre ponderado Gabriel Byrne al cual se hace extraño verlo en una película de nivel tan bajo para un actor de su calidad.

Stallone... en su línea. El papel de jugador de póker le viene que ni pintado. Dicen los expertos que el buen jugador de cartas nunca debe demostrar en su cara ningún atisbo de la "mano" que le ha venido en suerte ya que de lo contrario estás "vendido". Pues bien, el pétreo Stallone borda el papel ya que de sobras es conocida la capacidad de este "actor" para no transmitir ningún registro a través de su fisonomia. Un papel a su medida.

Por lo demás... se deja ver. Si no tienes nada mejor.

El de Gabriel Byrne, Thandie Newton, Jamie Foxx y Stuart Townsend. Los cuatro se salen en sus respectivos papeles. Y podríamos añadir como Joker a Sylvester Stallone, que da el pego como jugador de cartas frío y calculador.

El poker da una dosis intriga a los filmes que como poco, entretiene. Y sabedor de ello, Damian Nieman propone un thriller con sus dosis de robos y trampas al más puro estilo Ocean's Eleven. Puede que para algunos los continuos giros de guion sean demasiados, pero como en el poker, el juego cambia y la suerte va de un lado para otro.

Aseada fotografía, ritmo ágil... Si acaso algún detallito negativo en el montaje que quizás no ayuda a enterarse del todo lo que ocurre en algunas de las jugadas, pero poco más, el elenco actoral está tan acertado que levanta la trama por encima de todo sus fallos.

Un título desconocido que para cualquier amante del poker le satisfará. Recomendable.

Es entretenida. No es exactamente una copia o un remake de El Rey del Juego, pero se le parece, se inspira en ella, solo que los jugadores no juegan con su inteligencia, sino con trampas. El juego ya no sólo consiste en aprender a engañar al contrario con tu precisión, intuición, con tu riesgo, sino, sobre todo, con hacer las mejores trampas.
Pero es divertida. Ver a Stallone en el papel de Edward G. Robinson es un poco patético, por eso el director no quiere hacer una copia de aquella película de Jewison, sino algo más distinto, en una temática parecida, pero con personalidad propia. No es el típico telefilm malo de solemnidad, ni tampoco una película fallida. Es lo que es, un rato de diversión viendo cómo se manejan las cartas y cómo el que juega a engañar seguramente termina engañado. También, de alguna manera, muestra la realidad de que tras un desengaño amoroso siempre hay un resentimiento que puede acabar con cualquier persona, derruirla, destrozarla, terminar con ella. Y ese sentimiento es poderoso, te impulsa, te mantiene vivo y en guardia.

Tres socios que jugan al póker quieren dar el golpe de su vida y planean desbancar a un gran jugador en una partida privada de poker.
Al principio la película arranca un poco floja y vves que no engancha pero a mitad del desarrollo ya la terminas viendo interesante e incluso tiene puntos de humor.
Una película en la cual aprendes a jugar al póker, te lo pasas bien, ves a buenos actores y además tiene un desenlace que no te esperas.