Aurora boreal

Ante una película como esta, ¿qué se puede decir?
Pues que es mala de morirse.
Sin buenas interpretaciones, algunas más patéticas que otras, pero todas con una cosa parecida, el desastroso tono.
Con un guión basado en una novela, peor aún que la trilogía Millenium, sin sorpresas y previsible.
Con una fotografía correcta pero sin impresionar.
¿Sabéis qué os digo? Que había sido demasiado generoso con la calificación.
No perdáis el tiempo en tonterías como esta pelí, yo espero no haceros perder el tiempo con mi crítica así que no me extiendo más.
Una porquería con ínfulas

Stieg Larsson ha relanzado a todos los autores más importantes de la novela negra nórdica. Aurora Boreal fue el primer éxito editorial tras la estela del fallecido Larsson, y pronto la cartelera española rescató la película inspirada en el best seller. Siempre que hablamos de la adaptación para el cine de un libro de éxito hay miles de voces disidentes que ya en el mismo rodaje empiezan a hablar de maniobras meramente comerciales, un intento por seguir acariciando la gallina de los huevos de oro. No siempre ocurre, pero esta Aurora Boreal no es una excepción. Desde el minuto se intuye esa estética de telefilm barato, rodado con pocos recursos y estrenado bajo el auspicio de la novela. Se cumplen las sospechas: sin haber leido el libro de partida, se nota que el guión ha querido condensar mucho en muy poco, que la historia que en el papel podía resultar trepidante termina aquí en una anodina sucesión de imágenes. Una pena.

La trama gira entorno al asesinato de un joven líder religioso sobre el que nadie parece hablar, ni mucho menos ayudar a quienes pretenden resolver el misterio de esa trágica muerte. Los personajes se mueven de un sitio a otro sin que sus motivaciones resulten claras, sin una descripción más compleja de sus actos, sin definir su posición como piezas dentro del tablero del misterio. A Aurora Boreal sólo le interesa la acción, ser un pasatiempo ligeramente tenebroso. Y es una lástima, porque en el corazón de Aurora Boreal había la descripción de una comunidad movida por la fe y la falsa moral, una historia de malvades y manipulaciones, de hipocresías y falsos líderes que perfectamente hubieran podido llegar a entusiasmar al mismísimo Stieg Larsson. Una buena historia contada de forma torpe y protagonizada por un personaje que resulta insoportable y tontorrón. Totalmente prescindible.

Xavier Vidal, Cinoscar & Rarities

Aurora Boreal es una novela escrita por Asa Larsson, una de las "reinas del thriller nórdico".
Respecto a la película, lo más apetecible es que se trate de una película sueca.

El cine nórdico moderno ha desarrollado unas señas de identidad muy concretas y sabe aprovecharse de los paisajes helados y de los personajes solitarios como nadie.

El problema es que eso en sí mismo no puede justificar una película con un planteamiento de telefilm de sobremesa, que acaba siendo exactamente lo que parece.

Una propuesta que no trata de engañar a nadie.

Un thriller totalmente al uso.

Cine nórdico.

Si acaso ver, y luego olvidar.

El gran fallo de esta adaptación de la novela de Asa Larsson (que no he leído) es cometer el peor error del género negro o de thriller: No sorprender. No creo que haya que tener mucha intuición para dilucidar cómo va a terminar esta historia del asesinato del líder de una iglesia (no sé si evangelista) con tintes de secta.
No entiendo tampoco qué le ve la gente de especial a la novela negra nórdica. Tanto da que sea en un país frío de estos que en cualquier otro lugar. No deja de ser algo del tipo de Agatha Christie (salvando las distancias) que no es para echar cohetes. Ni siquiera la sobrevalorada saga "Millennium" me parece nada del otro mundo.
Además, esta película no está demasiado bien dirigida, pues está llena de diálogos lentos y escenas de relleno para una trama que se podría contar en media hora más que en 100 minutos.
Los actores no deslumbran. Ni siquiera la protagonista (la chica Bond de "Goldeneye") se esfuerza demasiado, aunque tampoco es que le pasen demasiadas cosas como para ofrecer una gran interpretación.
Es una película muy del montón que no invita a ser vista más de una vez y que sin embargo es muy fácil de olvidar. Su único reclamo es ser la adaptación de una novela de éxito, aunque más por la moda de Lisbeth Salander que por otra cosa. Si no fuera por eso ni siquiera me habría molestado en verla.

Interesante sobre el papel, pero en el celuloide un tanto desangelada a veces y muy irregular.
Tiene muy buena fotografía y la presencia de la bella y magnética presencia de la protagonista, Izabella Scorupco, hacen de este film que sea llevadero, pero se echa de menos una mayo claridad de ideas en el desarrollo argumental, así como un poco más de ambición.
No aburre, pero al finalizar te quedas casi casi como estabas al principio. Al menos encajan todas las piezas, pero no por ello convence el resultado final.

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