Rebelión en la granja

Película fiel al libro en el que está basada: Rebelión en la Granja, del magnífico George Orwell. Probablemente poco hay que explicar, solamente unas pequeñas anotaciones: hay pequeñas y puntuales alteraciones con respecto al libro, pero, en general, estamos ante una película que no defrauda. Incluso puedes seguir el libro complementandote con la película al mismo tiempo.

Con esta obra todos, hasta los más pequeños, pueden ver los efectos de la arrogancia del poder en los diferentes totalitarismos existentes y, en definitiva, en el propio estado.

nota: 7/10

Que en 1954 se tenga el valor de hacer una película que critique duramente a todos los sistemas de gobierno dictatoriales es para quitarse el sombrero, hacerlo con una película de animación ya resulta casí heroico y que aun por encima se haga con el estilo y brillantez de este film es algo admirable, porque si bien estamos ante una película de animación perfectamente visible y comprensible para cualquier niño, su trasfondo ideológico se le escapará a los más pequeños, sin ver quizás que no es que los cerdos sean malos simplemente fueron los que consiguieron el poder por medio de la traición, la mentira y la fuerza, cada escena representa magistralmente la avaricia que que crea el poder en cualquier ser que lo posea, a destacar el regocijo de los cerdos engordados por ese poder adquirido de manera viciosa, por desgracia tantas y tantas veces reflejado en la vida real; En definidas cuentas una película magistral, el significado que nos trasmite hace que llege al diez, tendría muchas más cosas que decir de esta película pero el usuario rostov ha dado todos los datos necesarios para los que sientan curiosidad de donde viene, y como tiene tan solo su crítica y la mía aconsejo la lectura de ambas; ´Lo dicho... película absolutamente imprescindible, saludos.

George Orwell debería ser de obligada lectura en los institutos. Es de obligada lectura para la vida. Recuerdo que vi «Rebelión en la granja» hace ya bastantes años en otra adaptación, seguramente la de 1999, y me impactó tremendamente porque para mi sorpresa me di cuenta de que en mi vida, en mi gobierno, en mi círculo, en mi país, en mi mundo, pasaban cosas muy parecidas a las que ocurrían en esa granja animal de 1945. ¿Cómo es posible esto?

Luego vendría el libro y más tarde la obra maestra «1984», novela que abrió mi mente a niveles que yo desconocía. Testigo de un siglo veinte convulso, Orwell comprendió lo que a nosotros nos sigue costando comprender a pesar de toda la información y todos los estudios de los que podemos disponer. Identificar los mecanismo totalitarios, represivos, en el sistema soviético fue solo el primer paso, de hecho es lo obvio aunque a algunos no se lo parezca; lo que ya no es tan fácil es identificar esos mismos mecanismos, esa misma tendencia, en las sociedades democráticas occidentales, tal y como Orwell descubrió, aprendió, denunció y escribió.

Por eso su lectura es tan importante para la persona que quiera entender muchas cosas, más allá de lo alegórico o lo concreto. «Rebelión en la granja» es un análisis crudo, demoledor de lo que pasaba en Rusia, cuando todo el mundo, de mientras, alababa a Stalin y santificaba su revolución. Cuando, en definitiva, la mentira se hacía verdad. Y eso pasa en todas partes.

La película cambia algunas cosas del original pero es una buena manera de acercarse a Orwell.

A pesar de que hayan pasado ya 60 años desde que se hizo, se puede disfrutar viéndola como el primer día. La he revisionado recientemente desde que fui niño, y me ha gustado aún más que entonces.
El film se sitúa en una granja donde los animales realizan cada uno su labor, sacando a relucir las injusticias, desigualdades y miseria que provoca la explotación de los trabajadores por parte del patrón, atendiendo a la lógica de un sistema capitaslista en el que sólo importa el beneficio y nunca la vida de los trabajadores. También compara cómo podría ser la vida si los trabajadores pudieran elegir ellos mismos cómo organizarse el trabajo, tocando también el peligro de que unos pocos ostenten todo el poder.
En resumen, una cinta realizada con gran calidad atendiendo a los medios del momento en que se realizó, con un argumento muy sólido, buenos personajes, muy didáctica y educativa, por la que parecen no pasar los años. Una muestra de que las películas de dibujos infantiles pueden servir para algo más que entretener, atontar y/o alienar a nuestros hijos.
Se la recomiendo a niños y adultos, Personalmente, nunca he disfrutado tanto viendo, ya mayor, una peli enfocada a los más pequeños.

Mi padre trajo a casa el libro en forma de historieta cuando yo tenía unos 6 años y aquellas viñetas me daban miedo. Y eso que yo no sospechaba su carga ideológica, su valor alegórico, su trasfondo social, político, económico y cultural.

La película me produce una sensación parecida en la actualidad.
Desasosiego, incomodidad y cierta desazón.
Si como ensayo la obra es brillante, el largometraje de J Batchelor y J. Halas apunta muy alto.

El dibujo es descriptivo y terrible, el juego de las perspectivas crea magia, el tenebrismo acentúa la tensión, los fondos le confieren fuerza expresiva, la narración fluye como por encanto y la movilidad de la cámara proporciona una viveza inigualable.

La obra de Orwell tiene una versión excelente en el séptimo arte.