Rebelión en la granja

Esta fábula orwelliana presenta como ya es conocido una sátira a la revolución y sobre todo al estalinismo de la URSS. Sin embargo, resulta muy útil para contrastar la tesis marxista de ‘lucha de clases’ y la tesis paretiana de ‘circulación de las élites’.

La historia comienza presentándonos la deplorable situación en la que viven los animales de la granja Jones. El humano que debe cuidarles los trata de forma hostil y les alimenta penosamente a pesar del hecho de que son los animales quienes aportan la fuerza de trabajo y el beneficio a la granja. Es entonces cuando el más anciano y sabio de todos los cerdos antes de morir propone la revolución como solución a sus problemas. Ésta se basada en ideales como Todo lo que camina sobre dos pies es un enemigo, ningún animal dormirá en una cama, ningún animal beberá alcohol, ningún animal matará a otro animal y el más importante de todos “Todos los animales son iguales.”

Una vez es derrocado el señor Jones (los humanos), se produce un cambio en el gobierno de la granja, los cerdos son la nueva élite. Ellos se encargan de organizar al resto de animales según sus capacidades y tratar de educarlos (aquí se muestra la heterogeneidad de la sociedad y por tanto la inevitabilidad de la desigualdad) porque son los más avanzados intelectualmente. Según Pareto, el conflicto de clases es algo inherente a la condición humana, y no, como afirmaba Marx, un fenómeno histórico transitorio. Las posiciones sociales de los distintos grupos pueden variar, pero siempre existirán elementos dominantes y subordinados.

Al principio, la granja es mucho más próspera que con los humanos. Los máximos mandatarios son Snowball y Napoleón. Sin embargo, Napoleón se deshace de Snowball (a través de los perros que representan a la policía política) para implantar su propio sistema. Poco a poco los cerdos adoptan los defectos propios del hombre, que en su día sustentaron la revolución. Con el paso del tiempo, se realizan modificaciones o supresiones en sus ideales (que habían escrito como mandamientos en la fachada de la granja) legitimando así las acciones de Napoleón y los cerdos. Así pues los cerdos terminan comportandose igual que los humanos, vistiendo con ropa, bebiendo alcohol y caminando sobre dos patas. Incluso mantienen relaciones de amistad con ellos.

La élite (cerdos) se mueve en función de sus intereses, mientras que las clases inferiores y sometidas son impulsadas por el sentimiento (ovejas, caballos, vacas, gallinas). Para alcanzar sus objetivos la élite fomenta el sentimiento social dentro de las masas (ideales de la revolución). A mayor intensidad más uniformidad, mientras que su debilitamiento llevará al cambio . La élite tiende una clara tendencia a la degeneración, que le lleva a no perdurar mucho en esa situación privilegiada (en la película animada los cerdos son derrocados por el resto de animales dirigidos por el burro Benjamín). Esto hace que necesite recuperar su vigor con la inclusión de nuevos elementos (nueva generación de cerdos). En definitiva, la lucha y circulación de las élites es la esencia de la historia, de tal modo que levantamiento popular no trae consigo el final de la élite, sino sus sustitución por otra. La circulación de las elites ayuda al cambio social porque trae la circulación de las ideas.

Al final de la historia la dictadura de Napoleón y sus seguidores se consagra de modo absoluto cuando los animales preguntan al burro Benjamín (porque sabe leer) sobre cuál es el único mandamiento que queda escrito. Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros.

Primero quiero dejar claro que no me he leído el libro de George Owell, así que la crítica estará basada únicamente en la película.

No soy ningún experto en historia ni en política, pero no hace falta para darse cuenta de que está película está claramente inspirada en la Unión Soviética. Es una crítica clara a Stalin.

Ideologías políticas a parte, la película presenta una historia bastante coherente y que invita a la reflexión. No me parece una fábula anticomunista, más bien es una crítica a la corrupción del poder, a las campañas de manipulación para controlar al pueblo, a la explotación del proletariado y a la desigual distribución de la riqueza. Está historia con animales, nos habla más de la condición humana que de conceptos políticos. Por las fechas está claro, como antes he mencionado, que está basada en la Unión soviética de Stalin, pero realmente lo que nos cuenta se puede aplicar en mayor o menor medida a los diferentes sistemas políticos que han existido hasta el presente.

La película muestras unos dibujos medianamente infantiles y por lo general la animación es buena. La música está totalmente sincronizada con la imagen, como solía ser normal en esta época. Intentan y consiguen dar un estilo de cuento clásico, dando la responsabilidad de contar la historia a una voz en off que hace de narrador omnisciente, dejando los diálogos entre personajes en un segundo plano. Esto no lleva a la niñez, cuando leíamos o nos leían esos cuentos con grandes imágenes y el texto justo.

Estamos ante una película enfocada a un público infantil pero con un alto contenido político y con una historia bastante dura en la que mueren unos cuantos personajes. Es una historia para reflexionar sobre ella, que nos puede dar lugar a múltiples interpretaciones.

Es cierto que la novela nos ofrece más información y que, para el mundo del cine, hay que comprimirla en una hora, dos horas y media, como mucho (porque, si no fuera así,se adoptaría la fórmula de hacerla en partes).
Pero, para mí, esta es una de las mejores adaptaciones al cine que he visto nunca. Todo hecho con dibujos animados y NO siendo para niños.

Decíamos nosotros de "South Park" y sí, es para adultos pero, usando, además, lenguaje obsceno. Esta, nos lo muestra, con recursos muy elegantes y una animación muy avanzada para su época, una crítica al sistema político comunista. Y, también, cómo una revolución puede llegar a ser una guerra como tal.

Los intereses políticos, las ánsias de poder, aspectos religiosos,... todo reflejado a través de una obra magistral y de unos dibujos tan crudos con los que acabarás diciendo "quiero más".

¡Brindo por esta superproducción!

No tengo ni idea de por qué tiene tan buenas críticas la película. Como película en sí misma es pasable, y como adaptación del material original es bastante mala (lo que esperaba, vaya). Soy un gran amante de la animación, y técnicamente no tengo quejas, está animada con mimo y usa recursos como la sincronía musical propia de la época que resultan interesantes. Pero es un claro ejemplo de cómo contar la misma historia sin comprender para nada el mensaje subyacente.

La novela no trata sobre que el totalitarismo es malo, eso lo sabe cualquier crío de 4 años, trata del lavado de cerebro que lleva a que el totalitarismo sea posible. En esta película, en cambio, todos los animales tienen siempre claro que el cerdo Napoleón es un tirano, doy ejemplos en la zona spoiler.

Que sí, que es una película de animalitos, pero no parece que se esfuerce por ser infantiloide. No me parece lo más divertido que poner a un crío y, como he dicho, me parece una mala película para un adulto que sea capaz de comprender el libro.

Versión cinematográfica y en dibujos animados de la fábula homónima del británico George Orwell, publicada en 1945, después de ser rechazada en al menos cuatro editoriales. El motivo, que se trataba de un relato totalmente antiestalinista o antisoviético, que en aquel momento era exactamente lo mismo, y no convenía desairar al aliado durante la Segunda Guerra Mundial. El caso es que Orwell elabora una alegoría sobre la revolución rusa pero con animales, atribuyendo a cada personaje un equivalente en la vida real. De este modo Napoleón sería Stalin, Bola de Nieve, Trotsky, los cerdos, el Partido Comunista y así hasta llegar acabar el cuadro. De tal modo que si estamos atentos y conocemos medianamente todo ese período de la historia podremos apreciar cómo los episodios reales de la intervención militar aliada antirrevolucionaria, el proyecto de exportar la revolución, la rivalidad entre Stalin y Trotsky, la deskulakización o la invasión nazi, aparecen reflejados más o menos en este aparentemente relato infantil. En efecto, aunque tiene unos dibujos muy monos, como para atraer a los niños, el discurso es serio y muy pensado, aunque la adaptación no es totalmente fiel al texto original (SPOILER). Sea como fuere, quizás hoy en día la crítica a las aberraciones comunistas nos pueda parecer fácil, evidente y que cae por su propio peso pero en los años cuarenta Stalin era prácticamente Dios para decenas de millones de europeos y el comunismo la doctrina más sabia, racional y humanista del mundo. En cambio Orwell fue uno de los pocos que, después de probar su veneno, reaccionó para alertar al mundo del grave peligro que suponía. Como lo vivió desde dentro supo diseccionar toda la brutalidad del totalitarismo soviético, denuncia que culminó en su demoledora "1984" (1949).

Reconocido el enorme mérito de Orwell y su agudeza casi sin igual para llegar a captar las oscuras profundidades de la praxis marxista, aún así su obra, "Rebelión en la granja" en concreto, no está exenta de algunos errores, que voy a agrupar en tres puntos. Primero, la Rusia zarista estaba muy lejos de ser ese régimen despótico, brutal e ineficaz que que justificaría la revolución. Desde luego, era un país pobre, comparado con Europa Occidental, pero sus perspectivas de desarrollo eran grandes y de hecho durante cerca de medio siglo había evolucionado muchísimo de tal modo que la guerra y sobre todo las revoluciones de 1917 lo que hicieron fue truncar, quizá por siempre esa transformación. Segundo, Stalin no traicionó la revolución sino que la llevó hasta sus últimas consecuencias. Nada nuevo hay en el estalinismo que no estuviera y llevara a la práctica Lenin o Trotsky, aquí ambos son blanqueados, sobre todo el segundo, pero los dos fueron criminales nefastos. Hasta en el propio Marx está implícito el terror que luego llevaría al paroxismo Stalin. El estalinismo no es otra cosa que puro marxismo. Tercero, es posible que el experimento saliera mal pero la "idea" era buena. Falso. El intento empezó y acabó en un fracaso espeluznante porque la idea era muy mala. A la izquierda, ya sea comunista, anarquista o trotskista, todos beben en Marx, incluso la liberal y la nazi, lo que le mueve principalmente es el odio, la envidia, y una visión materialista, darwinista y de desprecio absoluto por el ser humano. De esta combinación sólo puede venir el horror. La izquierda lo que quiere no es dar de comer al hambriento, eso ya lo decía Jesucristo hace dos mil años, sino destruir a todo aquel que suponga un impedimento para la libertad e igualdad, a su manera.