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Jack el cazagigantes

Fantástico. Aventuras La paz entre los seres humanos y los gigantes llega a su fin cuando éstos secuestran a una princesa. Un grupo de hombres valientes encabezados por un joven granjero intentará rescatarla... Adaptación para adultos del cuento infantil "Jack y las habichuelas mágicas". (FILMAFFINITY)
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Críticas 76
Críticas ordenadas por utilidad
26 de marzo de 2013
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Que sí, que la peli está pasable, que yo a estos temas voy arrastrado por mi hijo y tal, pero...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Hank66
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4 de junio de 2013
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Todo lo aplicable a la anterior película sobre la que escribí, el Oz (2013) de Sam Raimi, también lo es para Jack el Caza Gigantes, un largometraje que surge de esta idea en boga de recuperar cuentos clásicos para llevarlos a la pantalla y amasar fortunas, en este caso se trata del cuento de Hans Christian Andersen, Las Habichuelas Mágicas. Al igual que Oz tras Jack el Caza Gigantes también hay un autor de esos que prometían mucho cuando un par de décadas pasadas sorprendían con obras como Sospechosos Habituales y las dos primeras partes de X-Men, Bryan Singer -siempre respaldado por Christopher McQuarrie en el guión-.

A espera de lo que gane en alquiler, ventas por DVD y derechos para su emisión por TV, Jack el Caza Gigantes es el mayor fracaso de la temporada, con un coste de 195 millones de dólares -más 100 en publicidad- no ha llegado a los 200 en todo el mundo -apenas 65 en Estados Unidos-.

El reparto: Nicholas Hoult (Memorias de un Zombie Adolescente), Eleanor Tomlinson (El Ilusionista), Ewan McGregor, Ian McShane, la voz de Bill Nighy, Stanley Tucci, Eddie Marsan y Ewen Bremner.

Qué cuenta: cómo el joven Jack (Hoult) se hace con unas habichuelas mágicas que al ser mojadas crecen hasta el cielo, al hogar de unos gigantes (el líder de ellos Nighy) que se la tienen jurada a la raza humana. Debido a un accidente la princesa Isabelle (Tomlinson) es atrapada por lo gigantes y Jack, acompañado de la guardia del rey (McGregor, Marsan), tiene que escalar por las raíces y rescatarla.

Películas como Jack el Caza Gigantes deberían rendir cuentas de lo gastado. Es difícil entender con una película sin estrellas de cine, efectos especiales de segunda y apenas un par de batallas pueda costar la friolera de casi 200 millones de dólares. No lucen por ninguna parte, nunca da la sensación de estar viendo la superproducción que es, más bien un modesto film de aventuras de sobremesa un fin de semana por la tarde.

A Nicholas Hoult -bastante bien en Un Niño Grande (2002)- nos lo están intentando colar este año como una estrella de cine al igual que en el 2012 lo intentaron con Taylor Kitsch (John Carter, Battleship), le queda grande protagonizar una película. Ewan McGregor es mejor actor pero su presencia en esta película está desaprovechada en un rol secundario acartonado y sin peso alguno en la trama. El resto no destaca mucho más, Eleanor Tomlinson, Eddie Marsan, Ewen Bremner y la eficiencia de Ian McShane y Stanley Tucci.

Respecto a Bryan Singer, el motivo por el que en algún momento le di al 'play' y espere ver la gran película que el trailer ya demostró que no iba a ser, pues decir que continúa con el bache creativo tras la fallida Superman Returns. Ni resto del director que pareció iba a ser, simplemente filma de manera artesanal, insustancial, cine de usar y tirar que suena a muy visto. Además un abuso de cierta escatología (pedos, y mocos) que juegan en contra de la seriedad y el buen gusto que hasta ahora se le atribuía a su cine.

A destacar en positivo: la dirección artística, los paisajes naturales donde rodaron.
David MS
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5 de junio de 2013
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105/01(02/06/13) Erase una vez en un tiempo muy lejano que un valeroso director de cine, Bryan Singer, se encontró con un intrépido guionista con grandes expectativas, Christopher McQuarrie, y de esta unión tras una gran aventura tuvieron un bello hijo, ‘Sospechosos habituales’, que dirían en ‘Los Simpsons’ tenía brazos como troncos, cabellos rojizos como el infierno y una mirada fría como el hielo, este retoño brilla con luz propia como uno de los mejores debuts de la Historia del Cine, pues bien el tiempo ha estropeado el cuento, y le han dado a esta hermanos Orcos, unos adefesios dispuestos a devorar al efebo, se dice que esto es debido a una bruja que los ha maldecido, esta hada mala se llama ‘Ansias de Dólar’, esta hace que de sus cerebros ya no salgan buenas ideas, que todo vaya de lo ordinario a lo pestilente, esta ‘Jack …’ es prueba irrefutable de ello, un producto sin alma, rutinario, olvidable, y lo peor es que este cuento no parece que vaya a tener un final feliz, ya tenemos la prueba viviente en otros que han sufrido esta condenación, Shyamalan da fe de ello que una vez que te atrapa es imposible escapar de ella, yo mantengo la esperanza que llegue un príncipe azul y les dé un beso que los haga salir del pozo en que han caído. Jack (insípido Nicholas Hoult) es un muchacho huérfano que vive con su tío en una pobre cabaña, un día por casualidad caen en sus manos unas semillas mágicas, el monje que se las ha dado le ha dicho que no se mojen (ni que fueran gremlins), pero ocurre algo inesperado (toque cínico), una noche tormentosa una de las semillas cae al suelo , el problema se agrava con la visita a la cabaña de una joven, Isabelle (inane Eleanor Tomlinson), que resulta ser la princesa que huye de palacio pues no quiere casarse con Roderick (correcto Stanley Tucci) al que no ama, al llegar el agua a la simiente esta brota de modo explosivo y grandioso hacia el cielo llevándose atrapada a Isabelle y quedándose en Tierra Jack, el Rey llega en busca de su hija y se encuentra que debe mandar una expedición por la planta, la cosa empeora pues la el vegetal tiene su fin en un mudo que está en un mundo salvaje por encima del cielo poblado por Gigantes expulsados tiempo atrás de la Tierra por su carácter caníbal. La cinta tiene en su inicio el punto álgido al mostrarnos en un estupendo montaje paralelo que los niños sean del estrato social que sean disfrutan con un buen cuento, luego saltamos unos años y comienza la aventura, aventura que discurre de modo bastante infantil, sin sobresaltos, sin diálogos con mordiente, con humor un tanto pueril, en este apartado la mejor es la del cocinero gigante, bastante asquerosilla, la acción se sostiene en unos efectos especiales que alternan grandes escenas con otras limitadillas. La historia de amor chirría, resulta bastante forzada, no está bien expuesta, a esto ayuda la nula química entre Eleanor y Nicholas dos actores bastante justitos, el villano Stanley Tucci demuestra que a veces se tiene trabajar solo por dinero, el otro villano es Bill Nighy que se esconde tras el maquillaje y los efectos digitales del líder de los gigantes, aporta algo más de carisma, Ewan McGregor se encuentra fuera de lugar, no se sabe que rol juega, ni que pinta en esta historia, Ian McShane como Rey realiza parece estar echando otro día en la oficina, con lo enorme actor que es, y es que ese es uno de ‘los crímenes’ de Singer, no saber aprovechar el buen elenco del que dispone. Mención aparte merece el protagonista Nicholas Hoult, siempre con una cara de estar oliéndose sus propios pedos, es la antipersonalidad echa actor, no se puede demostrar menos en más tiempo. El guión es uno de sus grandes enemigos un desabrido libreto que solo transmite un nivel plano, sin sobresaltos, sin inventiva, sin originalidad, es un producto acartonado, salido de un molde de tópicos mil veces visto. Lo mejor es su falta de pretensión, solo quiere entretener con un ritmo diabólico que no deja tiempo para desarrollar personajes, son meras caricaturas en vueltas en una trepidante acción sin fin, con remansos escasos, y es que si no tienes algo que ofrecer envuélvelo con rimbombantes escenas llenas fantasía, eso si con un nivel de emoción semejante al que me da al ver mondar una patata, y es que la acción se siente plúmbea, parches con que tapar una grieta enorme que deja su simplista historia. Por cierto, la gran pregunta metafísica-existencialista que mueve al mundo sin dejar hablar de otra cosa, donde están la gigantas? Donde están los niños gigantes? Donde están las buenas ideas? Y por último y más importante, donde están los 200 millones de dólares que dicen ha costa este pasable film? Aquí alguien se ha quedado con la plata de alguien. Por cierto, al menos la puesta en escena luce linda, aunque algunos la critiquen a mi me da el pego, con un destacado vestuario, una bonita fotografía de Newton Thomas Sigel, unos paisajes hermosos y una adecuada música de jOhn Ottman. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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23 de marzo de 2016
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El mundo de los cuentos siempre ha sido fuente inagotable para Hollywood y sus producciones. Las razones son muchas pero la más importante es que cuentan con el caudal infinito de imaginación desbordante para concebir una película de fantasía, aventuras y demás. El cuento de “Jack y las judías mágicas”, cuento inglés de escritor anónimo, es uno de esos clásicos y eternos cuentos que expone, como sólo logran los grandes narradores, un mundo de fantasía donde gigantes, castillos, princesas, niños aventureros y demás conviven para dar como resultado la mayor de las pericias. No es la primera vez que la historia de las habichuelas mágicas ve la luz a través de la cámara. Varios títulos contienen este cuento siendo, quizás, el de “Mickey y las habichuelas mágicas” el mayor estandarte y ejemplo distintivo, el cual aunaba misterio, fantasía, aventuras, drama y siempre al servicio de una cinematografía excelente. Fue tal el caudal de calidad inyectado en aquella obra que acabaría convirtiéndose en la inspiración para todos los títulos posteriores. La razón es lógica: aquel mediometraje, el clásico número 9 en el listado del extenso currículum de los títulos Disney, era, es y será para los restos de la historia una auténtica y verdadera joya, una obra maestra de la animación.

Como antes narraba, el mundo de los cuentos siempre ha visto su personificación en las películas y el creador de Mickey Mouse siempre fue el precursor o el adalid de darles ese toque mágico, ese que acababa profiriéndole el toque Disney, ese que convierte en iconografía pura todo cuanto tocaba. Sus películas cuentan con la fórmula secreta del éxito inmediato y la cátedra necesaria para convertirse en referente absoluto. Pero fuera de los lindes de la animación no siempre ha resultado exitosa esa conjunción de cuento y acetato. Tanto es así que de la extensa lista de filmes basados en cuentos y leyendas muy pocas son las que han acabado cosechando las mieles de los loores. Pero siempre hay un antes y un después, un punto y aparte, un salto en el camino. Y ese no fue otro que “Alicia en el país de las maravillas” (2010) dirigido por Tim Burton. Hollywood no pudo contener lo que parecía convertirse en una nueva moda (para nada pasajera) de llevar al mundo del celuloide cuantos más cuentos mejor. Disney lleva ya unos cuantos años de ventaja en esas lides y sigue siendo líder supremo en el terreno. Pero está claro que ante tal caudal de bonanza económica en taquilla cualquier director de cine que se precie de serlo intentó (con mayor o menor éxito) la misma hazaña.

Aquí es donde nos encontramos. Bryan Singer, director que logró consagrarse con “Sospechosos habituales” como uno de los artífices más interesantes y cuya filmografía siempre ha estado en boca de todo crítico como alguien a tener en cuenta (más aún siendo el cineasta que mejor ha sabido entender y exponer el mundo de los X-Men) fue el encargado de llevar a, supuestamente, buen puerto las aventuras de Jack y las habichuelas mágicas. De ahí que Warner Bros. No tuviese ni remilgos ni escrúpulos a la hora de dar vía libre en cuanto a inversión económica se refiere para trasladar el mítico cuento al mundo del celuloide. Después de ver el resultado, a día de hoy, uno no puede evitar tener la sensación de que nos han dado gato por liebre o desde luego no han sabido qué hacer con el material de partida porque lo que aquí contemplamos es, ante todo, un funesto ejercicio que se encuentra desprovisto de estilo y de gracia. “Jack, el caza gigantes” no es más que otra muestra de botón donde la inventiva no está al servicio del director. Singer se encuentra desubicado, como si el cine de cuento de hadas le viniese grande, como si no estuviese seguro de lo que hacer con el producto en cuestión. Tan sólo hay que ver que no hay nada que haga reconocer la dirección de él en casi ningún momento. Tampoco es que tenga un sello distintivo como pueda tenerlo otros consagrados cuyas películas están bajo la batuta de una tónica y una dirección cerrada. Pero suele suceder que cuanto más ambiciosa se torna la propuesta o cuanto más exigente se torna la productora peor se lo ponen a quien maneja la cámara (algo que no es nuevo). Se puede decir sin miedo a equivocarse que Singer se ha encontrado entre la espada y la pared sin posibilidad de decir la última palabra al respecto.

La primera media hora es de un tedioso sopor que no logra cautivar ni enfocar un material de partida atractivo pues la historia de un humilde muchacho que logra alcanzar el mundo fantástico de los gigantes a través de una enredadera que sirve como punto de conexión entre lo terrenal con lo imaginativo es ya de por sí original pero tristemente todo sucede con la planicie por bandera. Si a eso le añadimos una pequeña introducción que cuenta con una calidad animada que causa bochorno y sin apenas fascinación, por mucho bullicio escénico que se precie, nos encontramos con una especie de introducción promocional que podría pasar perfectamente por cualquier spot publicitario de la casa Asylum. Una vez metidos en la historia los personajes aparecen, vienen y van sin mayor interés que acabar cobrando el cheque al finalizar la película como si al ser un producto mainstream no tuviese la mayor importancia el esforzarse en ofrecer una actuación con unos mínimos para resultar, en cierta medida, interesantes pues si algo debe funcionar es la química entre personaje y espectador, es una de las leyes absolutas del producto en cuestión. Los héroes siempre lo tienen más complicado pues quienes se llevan la atención son, se quiera o no, los villanos (más aún si están bajo el amparo de la fantasía). Así que dada la situación nos encontramos con protagonistas aburridos, malos con nula carisma y damiselas dignas de cualquier telenovela de nuevo cuño. Sumémosle que los gigantes no causan ni miedo, ni estupor ni fascinación.

- continúa en spoiler -
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claquetabitacora
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16 de agosto de 2019
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Terminando de ver “Jack The Giant Slayer” (2013) de Bryan Singer con Nicholas Hoult, Eleanor Tomlinson, Ewan McGregor, Stanley Tucci, Eddie Marsan, Ewen Bremner, Ian McShane, entre otros. Película de fantasía y aventuras, basada en los cuentos de hadas británicos “Jack The Giant Killer” y “Jack and The Beanstalk” recopilados por Joseph Jacobs, que presentan al arquetipo del héroe, un joven granjero que debe rescatar a una princesa de una raza de gigantes después de abrir inadvertidamente una puerta de entrada a su tierra en El Cielo. Este es un cuento sobre un joven que mata a varios gigantes malos durante el reinado del Rey Arturo, una historia que se caracteriza por la violencia y el derramamiento de sangre. Por su parte, el folklorista australiano, traductor, crítico literario, científico social, historiador y escritor de literatura inglesa, Joseph Jacobs, llegó a ser considerado como “uno de los principales expertos en folklore inglés”; y gracias a su trabajo se llegó a popularizar algunas de las versiones más conocidas del mundo de cuentos de hadas ingleses, específicamente el de Jack, que a diferencia de la moralización de los héroes de cuentos de hadas, a menudo se lo presenta como perezoso o tonto, pero es a través del uso de su inteligencia y sus trucos que generalmente sale triunfante; por lo que puede parecerse a un embaucador. De esa manera, el director Bryan Singer encuentra su lugar, intentando re-imaginar el cuento de hadas como algo más oscuro o más retorcido, centrándose en gigantes hambrientos de carne que viven en El Cielo, que en la vida de Jack; sin olvidar a los personajes arquetípicos: El Héroe y La Princesa; los acompañantes aguerridos y valientes, el villano humano y los sobrenaturales. Tal vez fue por la falta de sutileza y gráfica violencia, o la previsibilidad del guión lo que hizo que esta producción de $300 millones sólo recaudara $198 millones, siendo un fracaso comercial, principalmente achacado a los conflictos entre el director y el estudio; y es que los personajes son demasiado planos, aun cuando el trío de Jack, Isabelle y Elmont son carismáticos, no se desarrollan satisfactoriamente, presumiblemente por ser una historia dentro de otra historia, y eso no llegó bien a la audiencia. Del reparto, Nicholas Hoult tiene todas las papeletas para ser el atractivo héroe de la historia, pero cumple con ser muy bobo, de hecho, él nunca “caza” un gigante en toda la historia; mientras que las motivaciones del villano humano y su compinche no están claras; ni siquiera la vida en el reino es atractiva, con una princesa en apuros lista para el rescate; son los gigantes lo mejor de la propuesta, y no solo en su descripción física, en el uso del CGI, sino en sus motivaciones contra los humanos y su entorno tan poco explorado que hubiera sido fascinante saber más de ellos; aunque en cierto modo me recordaron a los trolls de la saga “The Hobbit”, excesivamente asquerosos, incivilizados y de mal genio; al tiempo que llamó la atención que prácticamente no hay mujeres en el reino de los gigantes, inclusive de los humanos… ¿Por qué? Total, la película no tiene miedo de ser sangrienta, violenta y aterradora, con la tortura humana, el asesinato, una batalla perdida contra gigantes incontrolables, muy malos y fáciles de odiar. En definitiva, la verdadera brillantez de “Jack The Giant Slayer” es la idea temática que une la historia completa de, cómo se cuentan las historias, y cómo las historias cambian con el tiempo y se convierten en mito o fuera de contexto, donde las personas a menudo olvidan que algo que leen un libro realmente ocurrió y es la verdad; pero en el fondo es la historia mil veces contada de una manera fantástica, una historia masculina, de un niño que se convierte en hombre. “Si crees que sabes la historia, no conoces a Jack”
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
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