Haz click aquí para copiar la URL

Stroszek

Drama Cuando Bruno Stroszek sale de prisión, le advierten que debe dejar de beber. Con pocas habilidades y menos expectativas, sobrevive como músico callejero. Precisamente en la calle conoce a Eva, una prostituta, con la que entabla amistad. Después de ser golpeados por el chulo de ella, deciden unirse a Scheitz, un excéntrico vecino de Bruno, que ha decidido emigrar a Wisconsin, en los Estados Unidos. (FILMAFFINITY)
1 2 3 >>
Críticas 13
Críticas ordenadas por utilidad
20 de diciembre de 2005
43 de 52 usuarios han encontrado esta crítica útil
Escrita y dirigida por Werner Herzog, pertenece al grupo de sus películas sobre personajes singulares. No se basa en hechos reales, como "El enigma de Gaspar Hauser", sino en la experiencia de hechos reales. Rodada con un presupuesto modesto, incorpora algunos actores que habían trabajado con Fassbinder.

La acción tiene lugar en Berlín, NY y Nowheresville (Wisconsin, EEUU) a mediados de los años 70. Narra la historia de Bruno Stroszek (Bruno S.), de origen húngaro, que tras dos años de prisión, sale en libertad. Convertido en músico callejero, entabla amistad con Eva (Eva Mattes), una postituta acosada por dos chulos, y con el vecino Scheitz, anciano excéntrico. El deseo de encontrar una tierra de promisión, de oportunidades fáciles y de fortuna, mueve a los tres a viajar a Wisconsin, donde vive un sobrino de Scheitz. Bruno encuentra trabajo de mecánico y Eva de camarera en un restaurante de comidas rápidas. La película centra la atención en el relato de las dificultades, obstáculos y problemas que se interponen en el camino de Bruno tanto en Berlín como en América. Acumula contratiempos y suma desventuras a un ritmo superior al de la capacidad de reacción de una persona simple, de corazón limpio y buena fe. En un mundo de grandes empresas, rascacielos, tecnologías avanzadas, competitividad creciente y complejidad extrema, los personajes limpios, ingenuos y pacíficos, no tienen cabida: no hay lugar para ellos. El egoismo, la deslealtad, el individualismo, la falta de solidaridad, perfilan una sociedad que tiende a expulsar de su seno a los que no saben o no pueden ajustar su comportamiento a las pautas generales. Éste es el drama y la tragedia de Stroszek, aislado en un mundo que no entiende y que nunca prodrá comprender. Es emblemática la escena, vista con la mirada atónita y perpleja de Bruno, en la que el State Bank procede a la venta en subasta de varias casas prefabricadas, embargadas por retrasos en el pago de las cuotas mensuales.

La música, importante en toda obra del autor, aporta fragmentos folk, solos de piano y de percusión metálica y tres canciones americanas excelentes. La fotografía desarrolla una narración sugestiva, que incorpora imágenes de gran claridad, travellings de notable belleza y contraluces frecuentes, que trasmiten los sentimientod de incomprensión y pasmo del protagonista. El guión construye con maestría un crescendo dramático que se inicia con la puesta en libertad de Bruno y avanza progresivamente hasta la escena final. La dirección crea una de las películas más asequibles y menos anticonvencionales de su filmografía. Dosifica bien la progresión dramática de la acción.

Buena película del autor. Observa y describe hechos con el propósito de agitar la mente del espectador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
30 de abril de 2006
27 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
En primer plano se trata de otra propuesta de personajes que buscan su sitio, su nueva vida, el camino en mayúsculas. Un tema tan fácil de plantear como improbable de resolver y que sólo se puede verdaderamente conquistar si uno se aproxima a él con tanta honradez y tan magistralmente como lo hace Werner Herzog.

Que la acción se centre en Estados Unidos nos dispone también hacia otra lectura básica: la del falso paraíso en el mundo de la ilusión de oportunidad, donde basta respirar para que emerja el esperpento.

Pero, por encima de todo, Werner Herzog está tratando de encontrar el pulso a la propia vida, poniendo todas sus virtudes al servicio de una historia que consigue arrojar una sensación de enormidad reprimida, de gigantesca jaula llena de majestuosos destellos.

El director es fiel a su estilo: recto, natural y crudo, aunque sosegado. Se mueve a ras de suelo pero en constante elevación metafórica y su mirada está llena de paz en el conflicto. Es la mirada apaciguada que jamás puede despojarse del exceso primitivo del hombre.

Como seña de identidad irrenunciable, Herzog está siempre dispuesto a mostrar la rareza, la singularidad y las excepciones del paisaje y de sus personajes, lo que puede parecer mera extravagancia, pero que es el firme pedestal de su liberación.

En esta ocasión, además de varias escenas memorables, acierta a culminar y atar perfectamente su historia, alcanzando un desenlace que es el súmmum de intensidad visual y física pero también la cúspide de significado.
Mequetrefe rimbombante
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9 de septiembre de 2010
18 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Bruno parece estar siempre fuera de lugar, del reformatorio a la cárcel y de la cárcel a un mundo donde no hay muros que lo protejan. Tras salir de la cárcel conoce a Eva, una prostituta con la que se va a vivir. Bruno pronto comienza a sentir amor hacia ese animal salvaje que no deja de huir. Alentados por las maravillas y oportunidades de las que habla su vecino deciden ir a Wisconsin en busca de fortuna. En Estados Unidos hacen escala en Nueva York donde parece quedarse el sueño americano, la fortuna y todas las ilusiones; ya que al llegar a Wisconsin solo se encuentran con la realidad. Una realidad en la cual no hay rascacielos, los granjeros miden sus fuerzas montando sus tractores como si de jinetes se tratase y los animales siguen siendo tan salvajes como en su antigua patria.

El mundo es una broma cruel y desgarradora para Bruno Stroszek. Intentando rehacer su vida verá como su verdadera vida parece ser un inadaptado sin remedio,

La película de bajo presupuesto es sin duda uno de los mejores dramas de la época. Quizás pueda pecar de falta de intensidad en algunos momentos. La falta de ritmo en el montaje, es resultado de mantener en pantalla un plano de forma viciosa, sumado a la escasez de primeros planos origina momentos mustios.

La banda sonora sobre todo la parte en EEUU unidos es fantástica. Ese folk un tanto loco realmente ambienta además de acompañar a los personajes.

El film de Herzog fue la última película que vio el líder de Joy división, Ian Curtis antes de comenzar la gira Americana, la cual nunca se realizó porque se suicido. ¿Tuvo que ver algo la película con la muerte del cantante?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Hugo Fdez Moro
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
20 de octubre de 2014
15 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
El bueno de Bruno, colosal, inmensa humanidad desgarrada, enamorado hasta las trancas de Eva, tierna y kamikaze, se va a América, Wisconsin para más señas. Les acompaña un viejo milenario y sabio.
Bruno es un cantante de patios (¿hay mejor ocupación?) que acaba de salir de la cárcel, le gusta mucho la cerveza y no acaba de encontrar su sitio. Eva es una puta que vive extorsionada por maleantes infames. El viejo parece un jubilado cachondo e imperial.
Deciden tomar distancia. En América descubren que las patadas no son físicas pero sí igualmente dañinas; espirituales y económicas; indiferencia y desolación.
Bruno sufre y lo expresa a través de lúcidos y esenciales comentarios, con su voz grave y su hablar dificultoso y solemne.
Marciana y maravillosa película. De una sensibilidad triste y lírica. Pobres seres arrojados a la intemperie. Observados con piedad y cariño, con humor soterrado y sutil, gozoso. Hay, también, denuncia, indirecta, nada obvia ni discursiva, nada tópica; que parte de lo pequeño para llegar a la enmienda de la totalidad, a ese engranaje absurdo que nos conforma y define, que nos zarandea y humilla. Pero no hay concesión a la queja ni ensimismamiento autodestructivo, a pesar de todo son seres luminosos en su patetismo, heroicos en su derrota y pocas luces, frágiles y hermosos.
Y está lleno de epifanías y hallazgos. Desde el bebé prematuro que se agarra a un clavo ardiendo hasta el subastador locuaz o el pollo pianista. Atracción por lo raro, por lo que nuestra mirada abotargada y convencional suele rechazar por miedo y falta de costumbre. Eso es Herzog, un buscador de bellas rarezas, de almas recónditas y enfermas, de personajes olvidados; pero su gran mérito es que lo hace de tú a tú, sin la suficiencia o la soberbia del triunfador que utiliza a los débiles para su panfleto moralista, para su clase pelma y didáctica; no, él "vive" la historia con ellos, se nota, se aprecia, de ahí la falta de impostura y la mucha verdad. Y su fina ironía para retratar la normalidad, lo que consideramos habitual o correcto, para reírse un poco de todo y de todos. Y la solidaridad entre parias y vencidos, que no está reducida a política, que más tiene que ver con la identificación profunda con el dolor de los demás, de los otros, que es en esencia el mismo de todos. Y su dulzura ilustrada para entender las cosas y ponerlas en su justo contexto y medida. Y la increíble utilización de la música. Y la bella fotografía desteñida. Y...
Es tan certero y original que asombra y emociona. Aunque haya tiempos muertos innecesarios, planos inútiles o redundancias; su imperfección y modestia son inseparables de su autenticidad y hondura.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3 de enero de 2008
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de tres seres marginales y diferentes entre sí en busca del sueño americano sirvió a Herzog para desarrollar uno de sus films más sinceros y trágicos, destacando el personaje principal de Bruno Strozeck que reinsertado en una sociedad de la que cree no poder sobrevivir más tiempo, decide con una prostituta y un pensionista viajar hasta Estados Unidos, establecerse allí y empezar una nueva vida. Lo que ignoran es que les deparará un destino distinto al que ya por si sus recaladas mentes soñaban.
La segunda colaboración del carismástico (y paradigmático) Bruno S. con el director alemán es una poderosa demostración de buen cine y que no solo compatriotas como Wim Wenders bastan para forjar buen cine europeo desde el otro lado del Atlántico.
Natxo Borràs
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 3 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here

    Últimas películas visitadas
    Los testigos (Serie de TV)
    2020
    Jörg Lühdorff
    5,4
    (117)
    Osmosis (Miniserie de TV)
    2019
    Audrey Fouché (Creadora) ...
    5,4
    (755)
    El muro
    1983
    Yilmaz Güney
    6,8
    (137)
    No image
    2006
    Mary Walsh
    arrow