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Prefiero el Paraíso (Miniserie de TV)

Serie de TV. Drama Miniserie de TV (2010). 2 episodios. "Sed buenos, si podéis" era el proverbial lema de San Felipe Neri. El santo de la alegría, el juglar de Dios, el segundo apóstol de Roma, "Pippo el Bueno", nació en Florencia en 1515 y vivió más de 60 años en Roma. Mientras tenía lugar el Concilio de Trento, que llevó a cabo la Contrarreforma, San Felipe formaba a los jóvenes con ternura e ironía acercándolos a la liturgia y logrando que se ... [+]
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
5 de enero de 2014
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque ciertamente es un poco larga, la película es altamente recomendable. Cuenta parte de la historia de San Felipe Neri, luego cuenta la historia de un Santo. ¿Que se puede pedir en una película que cuenta la vida de un santo? Pues eso es la película. No engaña a nadie, ni creo que lo pretenda. Si hubo milagros, también los refleja la película. Además a mi me resultó muy entretenida.
Nolicer
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24 de marzo de 2013
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenida película que narra una parte de la historia de san Felipe Neri. Nacido en 1515 en Roma, quedó huérfano siendo un niño. En 1533 marchó a Roma donde el clero era más bien corrupto y se desentendían de los fieles y de la administración de los sacramentos. Roma había perdido su Fe. Su tarea consistió en re-evangelizar Roma y de ahí el nombre de "Apóstol de Roma". En 1551 fue nombrado sacerdote y durante su misión sufrió persecuciones de parte de la propia iglesia. Hasta que se probó su inocencia estuvo apartado de su ministerio. El Papa Sixto V quiso nombrarle Papa pero él se negó alegando: "prefiero el paraíso", frase que suena como canción central del film.
Gregorio XIII reconoció formalmente la Congregación del Oratorio, cuyo comienzo se plasma en al película.
"Esas chorradillas" son los signos que Dios permite a través de personas elegidas para que creamos en Él. Esos y otros muchos tiene en su haber san Felipe Neri aunque solo uno basta para elevarle a los altares. Los milagros son estudiados durante años y por gente atea convencida.
Una película no es mejor por quitarle lo esencial y convertirla en una "historia positiva sobre altruismo". San Felipe Neri no era altruista, era santo y lo hacía por amor a Dios. Igual que las monjitas que atienden comedores sociales, enfermos, ancianos o son misioneras. No son altruistas, ven a Jesús en cada prójimo y a diferencia de las ONG's, nada reciben a cambio de su impresionante labor.
Película recomendable, claro que sí, pero para ver más allá que lo que se muestra.
lasustituta
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2 de febrero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Prefiero el Paraíso" es una producción televisiva de 200 minutos, adaptada al Cine (reducida a 126), que recrea la vida y milagros de San Felipe Neri (1515-1595), “Pippo el Bueno” o el “Segundo apóstol de Roma”. Dirigida por Giacomo Campiotti (embarcado antes en otros proyectos religiosos como "María de Nazaret" o "Moscati: el médico de los pobres"), el papel protagonista lo asume el contrastado Gigi Proietti, con una interpretación muy destacada. Esta producción italiana ensalza la figura de uno de los santos más famosos de la ciudad eterna, si bien no oculta las miserias y los entresijos de la propia Iglesia y del por aquella época convulso Estado Pontificio. San Felipe Neri, “El santo de los niños” o “El santo de la alegría” contrastaba en pleno siglo XVI con la imagen autoritaria y excesivamente rígida de los Papas y Cardenales de su época (El Cardenal Capurso es la viva imagen de la codicia y la envidia..). La historia no se debe cambiar ni manipular -aunque eso hoy esté de moda- ya que contar las cosas tal y como fueron concede credibilidad y fiabilidad, sin pretender por ello hacer juicios históricos, ya que las personas y las sociedades sólo tendrán un Juez Supremo. La vida de San Filippo Neri –como la de todos los santos- no fue nada sencilla, y encontró a menudo más trabas dentro de la Iglesia que fuera de ella.

La película comienza con su llegada a Roma procedente de Florencia. Como sacerdote ermitaño pretendía incorporarse a la Orden de los Jesuitas y marcharse a evangelizar a las Indias. Su propuesta es rechazada por Ignacio de Loyola –al frente de la nueva Orden- y decide instalarse en los suburbios de Roma. Allí encontrará sus propias “Indias”: un grupo de muchachos y muchachas -huérfanos o hijos de prostitutas- con quienes comienza a formar una comunidad u “Oratorio”. Tratar a todos por igual, dejar que niños y niñas sean educados juntos, confesar en medio del campo y no en los templos… va a comenzar a generarle la envidia y el recelo de los Cardenales y del mismo Papa (la familia Medici), inmersos en plena Contrarreforma y más preocupados de combatir la herejía que de anunciar el Evangelio. En su camino, Felipe Neri tiene que luchar más contra el sistema establecido -y contra las personas que no quieren que el sistema cambie- que contra la falta de fe o de compromiso de “sus” niños. Será espiado, analizado con lupa cuanto dice y hace, pero San Felipe Neri vivirá siempre desde la obediencia, la fe, la humildad y la paciencia, cualidades todas ellas que marcan la santidad. Se le prohíbe confesar, se le pone a prueba, es traicionado… pero nunca se queja, ni una sola vez, nunca. A lo largo de la película va realizando diversos milagros que consiguen el cariño y el respeto incluso de sus máximos detractores. “Sed buenos, si podéis…” se convierte en la coletilla de a quien le resulta más fácil perdonar pecados que juzgarlos. Los personajes secundarios se van sucediendo entre el grupo de niños adoctrinado por Neri recibiendo una lección: Michele (superar sus miedos) Ippolita (igualdad de sexo), Pierotto (la humildad de servir, tremenda la escena de la parábola del hijo pródigo), Aurelio (la codicia y la vanidad), Mezzapagnotta (el perdón de uno mismo), Alessandro (la aceptación de uno mismo). Mención aparte merece el compañero de fatigas de Neri, el padre Persiano Rosa, que aporta un toque de humor al tiempo que protagoniza uno de lo milagros de Neri: ser revivido unos minutos antes de su muerte para poder así confesar sus pecados y alcanzar el ansiado Paraíso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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7 de enero de 2013
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Originalmente, esto era una miniserie de televisión de 3 horas y 40 minutos, pero para la versión de largometraje internacional lo han reducido a 130 minutos. El reultado final as muy cinematográfico y tiene buena calidad técnica y artística, así que no es fácil adivinar sus orígenes televisivos; la única pista es un salto en el tiempo demasiado brusco a mitad de la peli, y unos créditos iniciales muy simplones.

El argumento cuenta las andaduras de un tal San Filipo Neri en el siglo XVI. Es un cura que se quiere ir a las Indias a ayudar a la gente, pero no le dejan por límite de plazas y por ser demasiado mayor; pero finalmente encuentra un sentido a su vida ayudando a los niños pobres de las calles de Roma.
El título hace referencia a una de las dos frases famosas de este personaje ("Prefiero el paraíso", siendo la otra: "Sed buenos, si podéis"), porque les enseña a los niños que mejor que robar es escoger el paraíso; hay una canción sobre ello muy repetida y muy pegadiza ("Paradisoooo, paradisooo, Preferisco il paradisooo") que ahora mismo no me puedo quitar de la cabeza.

Pero curiosamente esta cinta también muestra hasta cierto punto la corrupción de la iglesia en aquella época: los cardenales e incluso los dos papas que salen en la película no están de acuerdo en un principio con las actividades que está llevando a cabo este cura, porque aquellos que están en una escala inferior a la de los nobles "no se merecen el paraíso". Jum. Pero al final el prota les convence de lo contrario. También pasamos por encima de una quema de libros herejes por parte de la inquisición.

La peli no es espectacular pero tampoco es mala. Juega muy bien con las espectativas y las emociones de los espectadores, tiene una carga humorística que le viene bastante bien, y en el fondo es una historia de personas ayudando a otras personas, aún metiendo a Dios y a la iglesia de por medio. También hay un par de escenas en las que ocurren milagros: el protagonista es testigo de cómo un cazo de sopa se rellena mágicamente, de cómo una mortal herida de cuchillo se cierra, y de la resurrección de un bebé; y alguna que otra cosa más. Personalmente, habría quitado sin dudar todas esas escenas, porque son trampa, le quitan mérito a los esfuerzos del personaje, ya sin mencionar que por supuesto le quita realismo a la historia. También, la muerte del santo me resulta demasiado ñoña.
La verdad es que sin estas chorradillas, simplemente hubiera quedado una historia positiva sobre altruismo.

No obstante, es Recomendable.
FJ García
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14 de junio de 2020
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Merece la pena verla por conocer el retrato de Felipe Neri, y la interpretación del personaje y la recreación escénica están bien. Pero en general, cinematográficamente no es buena. La mayoría de interpretaciones y el guión dejan que desear. Haber aprovechado la música de esa época en la banda sonora podría haber sido interesante.
P_Tinto
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