¿Estás ahí?

Desastrosa, sin ritmo, unos diálogos de pena. Supongo que contaron con que Gorka Oxtoa salvaría la película y arrastraría espectadores, pero, aunque el pobre hace lo que puede, no hay nada que lo sostenga. El guión es errático, la mayor parte del tiempo inexistente. La novia fantasma, demasiado estática, unas veces es sólida y pesa, otras no, unas veces puede hacerse oír, otras no. Los actores se ven perdidos y hacen lo que pueden para intentar salvar su papel. Sentí que había malgastado el dinero.

Intentaré responder a la pregunta del título: No, no está ahí. No hay nada. Al menos esa sensación tengo después de ver esta ¿película? con final coitus interruptus y, muerta desde el principio, como la protagonista.
Visto lo visto, de lo único que no me cabe duda alguna es que la obra que da pie a esta paupérrima adaptación cinematográfica debía ser mucho mejor, aun representada en la Junta Municipal de mi barrio, que este bodriete insignificante del que salvo, y sólo porque no soy imparcial con ellos y me caen bien, a Gorka Otxoa y a Miguel Rellán, que a ratos dejan en evidencia la capacidad del resto del reparto.
La peli intenta ser una comedia sobrenatural que desde el primer fotograma hace añorar a Ghost, a la oscarizada Woopie Golberg, a Demi Moore e incluso a Patrick Swayze, a cada minuto de metraje. Pero lo cierto es que hay tanta diferencia entre una película y otra, como entre la industria de cine norteamericana y la lamentablemente raquítica industria del cine español. El personaje y el actor Miguel Rellán como trasunto de Woopie Goldberg no tiene color, y no es una broma sobre la gran actriz negra. Gorka Otxoa y Patrick Swayze hacen tablas, uno es más guapo y hace de muerto, pero el otro está vivo y hace reir (poco, pero queriendo). Y otro empate a cero patatero entre las sosísimas Demi Moore y Miren Ibarguren, en plan clon una de otra. Hasta se echa de menos la escenita de alfarería de Ghost, no digo más.
Para verla como un ejercicio de estilo de transtextualidad plagio, o de cómo utilizar la misma idea, cambiando cuatro chorradas para que parezca distinta. Y también como ejemplo de una fallida adaptación de una obra teatral al cine.

La semana pasada se estrenó en nuestro país la película "¿Estás ahí?", quinta película del director Roberto Santiago tras "Hombres felices", "El penalty más largo del mundo", "El club de los suicidas" y "Al final del camino". Una comedia basada en la obra teatral, denominada bajo el mismo título, del argentino Javier Daulte, adaptada en esta versión cinematográfica por el guión del propio director y Pablo Fernández.

El film protagonizado por Gorka Otxoa, conocidísimo por su papel de "Pagafantas", y la televisiva Miren Ibarguren ("Aída", "Escenas de matrimonio"), cuenta la historia de Fran y Ana, dos jóvenes que acaban de mudarse a vivir juntos y se encuentran con las dificultades habituales de cualquier pareja que está empezando: la convivencia cotidiana, las manías personales, los celos, etc. Sólo que en su caso, hay algo más: Ana está muerta y, en realidad, es un fantasma. Y además, no es el único que hay en la casa...

Pero la película se queda a medio camino: a medio camino porque es una comedia que no llega a ser demasiado divertida, es simpática y tiene golpes de humor, pero ni consigue, ni lo intenta, sacarte sonoras carcajadas. Se queda a medio camino, porque podía haber logrado emocionar más de lo que lo hace, podía hacer más énfasis, ser más directo, más explícito, en algunas escenas y situaciones con tintes dramáticos. A medio camino porque hay grandes actores (véase el caso de Carme Elías) que no pueden brillar porque sus personajes están poco dibujados. A medio camino porque la fotografía, y más tratándose de una historia sobrenatural, es poco vistosa. A medio camino porque los 80 minutos se hacen cortos, tiene trama para más.

El brillo lo aportan los protagonistas, además de un secundario de lujo, Miguel Rellán, y el grupo Personal Belongings, creadores de los principales temas de la banda sonora, y que consiguen que un escalofrío muy fantasmal te recorra la espalda con sus canciones.

Miren Ibarguren repite en el papel de novia celosa que bordó en "Una hora más en Canarias". Y a pesar de que esta Ana da menos juego que aquella desquiciada Elena, vuelve a estar de nota. Por su parte Gorka Otxoa, un actor del que me autoproclamo fan desde el maravilloso Gonzalo que interpretó en "Cuestión de Sexo" (además de "Vaya Semanita", "Saturday Night Live" y por supuesto, de "Pagafantas") es sin duda, lo mejor de la película. Este Fran, que se gana la vida con la magia, recuerda, salvando las distancias, a otro mago de película: el de Woody Allen en la película "Scoop".

Lástima que la película, y no es el único caso que se viene viendo últimamente en nuestro cine, parezca hecha con prisa. De haberse pulido más podría ser un muy buen film.

Menudo pastel de película.
No tiene nada bueno. No sabes en que género encasillarla de lo mala que es. Te quiere contar una historia de amor, sin éxito, te quiere hacer reir, sin éxito, ...
Hacía mucho tiempo en que no veía una película tan mala.

Simpática y breve comedia, con toques dramáticos, basada en una obra teatral de Javier Daulte. Que con la excusa de la relación entre un chico y el fantasma de su novia, aborda las relaciones de cualquier pareja joven que está empezando, en lo referente a temas como la comunicación entre ambos, los celos, la inseguridad de la relación, las manías personales.

En los ochenta minutos que dura, consigue mantenerte la sonrisa en la cara y en ciertos momentos consigue o intenta tocar la fibra sensible del espectador. También se pueden observar referencias a otros largometrajes del género fantástico como Ghost, El exorcista o El sexto sentido, tratados con un cierto sentido del humor.

Este largometraje está interpretado por Gorka Otxoa (Pagafantas) y Mirem Ibarguren (Escenas de Matrimonio, Aída) y cuenta con unos secundarios de la talla de Miguel Rellán y Carme Elías.

En resumen, comedia ligera que se ve sin problemas.