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El hombre de Bitter Ridge

Western Jeff Carr, un investigador privado, llega a Tomahawk. Su misión es descubrir quién es el culpable de una serie de asesinatos. La gente del pueblo sospecha de un pastor pero Jeff demuestra que es inocente y atrapa a los culpables aunque éstos tratarán de comprometer a Jeff. (FILMAFFINITY)
Críticas 4
Críticas ordenadas por utilidad
19 de julio de 2020
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque en varias ocasiones se hable de "vaqueros", en realidad es una película de ovejeros. El argumento es bien sencillo y convencional. Unos bandidos controlados por los Jakman, familia que aspira a colocar como sheriff al "listo" de los hermanos, todo mientras estamos en plena campaña electoral. Como hay que buscar culpables de los robos, nadie como los pastores de ovejas para cargar con la culpa.
Y aquí aparece en escena el detective Jeff Carr (Barker), el guaperas y perdonavidas enviado desde San Francisco para encontrar los culpables. Sin despeinarse, como si con él no fueran las cosas, no solo resuelve el caso sino que le birla la chica al bueno del jefe de los pastores Black (McNally) a quien parecía predestinada. En fin, un triángulo amoroso muy convencional resuelto de forma un tanto forzada. De fuera vendrá quien de casa te echará, el forastero venía a por lana y trasquiló bien la oveja más atractiva.
El argumento es ciertamente tosco, muy plano, tarda el espectador en aclararse las ideas con relación a los personajes dada la desorganización del guión. La interpretación de los principales protagonistas también deja bastante que desear, lo mismo que los tópicos machistas característicos de la época.
Hay de todas formas aspectos positivos como la ambientación general de las personas y del pueblo, los paisajes o las escenas pastoriles con rebaños de cientos de ovejas moviéndose por campos y caminos, escenas como las de la campaña electoral con su banda de música correspondiente, la "estampida" de ovejas tan poco convencional o la excelente organización del campamento ovejero.
Como estos ovejeros saben de todo, el propio Black es capaz de extraer la bala que de la han disparado al testigo de cargo: acostado en la cama, con un cuchillo (suponemos que al rojo vivo), con ayuda de agua hirviendo y un tortazo por toda anestesia (prescinden esta vez de whisky). Al poco rato está ya fumando el paciente.
En cualquier estamos ante una cinta interesante que refleja las limitaciones del western en general de mediados de los 50, pero que merece la pena darle un vistazo.
Lafuente Estefanía
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22 de abril de 2023
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Una de consumo instantáneo, Western de mediodía, fácil apreciación de quien es el bueno y quien es el malo, de cuáles son los cánones de comportamiento en el Oeste Americano, de cómo deben ser las películas de entretenimiento del género.
No es brillante, ni siquiera tiene un desarrollo armónico y efectistas, pero funciona. Pero la actuación de Lex Barker es vulgarmente previsible, plana y lineal, ausente de matices, automatizada y carente del más mínimo sentido actoral. Parece que se mueve como un hombre seguro de sí mismo, pero muy poco convincente. No es una gran película, intenta funcionar, pero naufraga un poco en medianías y tramas secundarias. No es el mejor western de Arnold, ni mucho menos.
ÁAD
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3 de octubre de 2023
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Modesto pero entretenido western, de serie B, pero competentemente dirigido por Jack Arnold, quizás más cómodo en el cine fantástico que en el western, donde también trabajó con asiduidad y a veces con verdadero mérito.

En esta ocasión hay algunos elementos, si no originales, sí que se salen de lo típico, como que los buenos sean los pastores de ovejas, aquí poco menos que apestados y repudiados por las buenas gentes y poderes fácticos del corrompido lugar.

Otro hecho peculiar es que la buena fotografía de Russell Metty no es en technicolor, sino en Eastmancolor, más común en el cine europeo que en el yanqui.

La banda sonora está compuesta por el más tarde archifamoso y popular Henry Mancini.

Por su parte, está repleto de estupendos secundarios, propios de las cintas modestas, como John Dehner, Trevor Bardette, Ray Teal y/o Warren Stevens.

Todo unido da como resultado una película sencilla pero al mismo tiempo agradable, que entretiene aunque no deje un poso perdurable.

En efecto, tal y como suele ocurrir en esta clase de simpáticos productos, se olvida con facilidad.

https://filmsencajatonta.blogspot.com
Baraka1958
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28 de abril de 2017
3 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película es básicamente una sucesión de idas y venidas, arriba y abajo, adelante y atrás de una banda de forajidos y del pobre protagonista, el Sr. Lex Barker, uno de los peores actores del cine americano y que en esta película actúa con una indolencia y un pasotismo que raya el esperpento.
Entre que van y que vienen, tenemos ataques de gente que parecen estúpidos, tiroteos varios y variados entre buenos y malos y personajes con poco cerebro que son sacados de un torpe y muy mediocre guión, al parecer escrito por un niño y fruto de una época en que todo era licito y el espectador se tragaba las secuencias más ilógicas y peregrinas con la boca abierta de admiración, más el paso del tiempo ha convertido este western en un fósil.
El film se va desarrollando de manera cansina, simple, torpe y carente de interés, con grandes lagunas narrativas y fallos garrafales. También tiene elementos positivos, el encanto de visualizar una película de principios de los años 50 y una duración de solo 80 minutos, pero que se hacen eternos.
Conclusión: Western muy menor, un 3 y soy muy generoso.
El marinero solitario
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