City of Angels

Dulce, blandita y pegajosa como un toffee, este refrito/homenaje/spin-off/loquesea de "El Cielo sobre Berlín" tortura a base de bien con los dimes y diretes de una parejita que por mucho ángel que haya en medio, parece haber sido cocinada por algún ente diabólico en los fogones del infierno. La historia es estúpida de por sí: un ángel (¡Nicolas Cage!) que se tira desde el cielo, llevándose, como es natural, una hostia morrocotuda y al que recoge y cuida una doctora, bien interpretada por los tirabuzones de Meg Ryan. Después de un rato no demasiado largo para goce de corazoncitos tiernos, estos dos seres capilarmente abominables ya se están intercambiando arrullos, dando lugar a momentos de gran emotividad para algunos y gran empalagosidad para todos los demás.

El baño de sirope está garantizado con un montón de diálogos vergonzantes que me recuerdan de manera sospechosa a esos poemas cursilindos que me enviaba un ex-compañero de instituto allá por los noventa y sobre el que, hoy día, me pregunto con cierta curiosidad a qué se estará dedicando.

A la gente con buen índice de tolerancia al dulce, se la recomiendo para que se den un gustazo, que todos tenemos derecho a nuestras debilidades, pero al resto les advierto que el exceso de azúcar produce caries y otros efectos indeseados, de modo que, como bien dicen los curas, "la abstención es la solución".

Por causas ajenas a mi voluntad, tuve que verme esto en un cine, hace ya un porrón de años, y todavía me dura aquella sensación. Lo mío con esta película son prejuicios... no lo voy a negar... Prejuicios al abominable Cage, a la inaguantable y pizpireta Ryan, al pasteleo más absurdo, vacío y prescindible (esto no es amor... no es nada... es una idiotez), a los finales rebuscados y tontos (este es el colmo de los colmos, aunque tiene su puntito), a utilizar la obra de otros (Wenders) para inspirarte y hacer bodrios gilipollezcos, en fin, prejuicios y más prejuicios…
En ocasiones los PREJUICIOS se transforman en PERJUICIOS, sobre todo mentales… tened cuidado con esta preciosidad de película, puede tener efectos secundarios.

Una mala copia de la maravillosa película "Tan lejos tan cerca" de Wim Wenders. Guión lleno de lugares comunes y un romanticismo meloso. Una de las tácticas extensamente utilizada por la industria cinematográfica estadounidense (por lo visto tan carente de ideas novedosas), es tomar buenas películas y plagiarlas. Desafortunadamente, a diferencia de los japoneses, sus plagios empobrecen la obra original. El guión lo hacen más común, incluso mediocre (más digerible al público estadounidense me imagino), le aumentan el presupuesto y meten más efectos especiales, pero sobre todo, aumentan en una gran campaña publicitaria y de distribución, por lo que el mundo termina viendo estos “Remake” en vez de la obra original que por mucho es de mayor calidad artística. Así “Vanilla Sky”, refrito de la maravillosa Abre los ojos, y “La asesina”, refrito de Nikita; invaden las salas de cine dejando en el olvido aquellas obras originales que por falta de una mejor distribución y publicidad caen en el olvido. Aunque también la culpa es de los espectadores que saturamos las salas de cine para ver los churros de las producciones estadounidenses.
Por otra parte, no se si sea porque los estadounidenses son incapaces de ver una película y leer los subtítulos simultáneamente, analfabetismo cinematográfico que también padecen gran parte de los españoles. No se si no se logra comprender que el cine es imagen y sonido, y al cambiar el sonido original se pervierte parte de la obra original, es como doblar la voz de John Lennon con la de Joselito... aberrante. En fin, actuaciones vieres y de las voces originales no entendieres.

Pocas veces llego a valorar con buena crítica una película romántica y sobre todo si es americana y con un reparto que no sale de ese estilo de cine. Pero en fin, esta película tiene lo que otras películas románticas no tienen, fantasía. Esta fantasía nos cuenta una historia inteligente y fantástica que en ningún momento nos hace creernos que exista esa historia, pero aun así, nos hace querer que exista. Nos metemos en ese guión, en esa fotografía y en esa banda sonora que nos envuelve en una historia que no para y nos hace seguir por una historia romántica y a la vez dramática con un final que es totalmente diferente a las otras películas, buen guión y buena dirección. Nunca creí que esta pareja me dejara con una sonrisa que sabe a lágrimas.

Este curioso remake se presentaba con cortas expectativas y un muy buen reparto, a pesar de ello su éxito fue dividido. A muchos cautivó y a otros no tanto. Desde mi punto de vista la historia resulta algo lacónica pero interesante y hasta cierto punto te atrapa aunque parece que te deja como esperando algo más. Es una nueva versión de la película del alemán Wim Wenders, "El cielo sobre Berlín", la cual parece haber sido mejorada.
Esta película casi representa los comienzos en el cine como director de Brad Silberling, pues solo se le conoce como anterior trabajo la película de Casper.
Laura Pausini escribió la canción "Jenny", basada en esta historia de amor imposible.
En el film aparece una dedicatoria, "For Dawn", productora de la película que murió de un tumor cerebral antes de que ésta se estrenase. La actriz Elisabeth Shue aparece brevemente, aunque no se sepa que es ella. Forma parte de uno de los recuerdos de Seth, casi al final.