El viaje de Arián

El viaje de Arián es una película sobre ETA, bien hecha y de las pocas que existen en el cine que aborda el tema del terrorismo sin miedo ni tapujos. No utiliza excusas para tratar el tema, simplemente lo trata abiertamente y nos enseña la cara más cruel de cualquier radicalismo.

Entretenida película de amor, redención personal y venganza, sobre una miembro de un comando de eta, narrándonos la evolución a nivel personal que sufre desde sus comienzos en jarrai, hasta su implicación en delitos de sangre y como van cambiando sus convicciones. Está contada de forma descriptiva, sin caer en ningún momento en el maniqueísmo ni la moralina. Ingrid Rubio esta magnífica, compone un personaje absolutamente creíble, transmitiéndote sus emociones en todo momento y no es difícil empatizar con su personaje y Silvia Munt como veterana terrorista que pone su profesionalidad por encima de los sentimientos, esta inmensa. Recomendable.

Creo que todavía queda por hacerse la película definitiva sobre el terrorismo de ETA. Pienso que este es un tema, que aunque complicado, puede dar mucho juego para una película.

Se han creado unas cuantas películas que han abordado el tema del terrorismo vasco: lobo, yoyes, operación ogro, días contados, pero creo que ninguna ha llegado demasiado lejos. El viaje de Arián tampoco, a cada una de las citadas anteriormente les faltaban ciertas cosas, al Viaje de Arián creo que le falta intensidad y emotividad.

De esta película tan sólo destacaría unas cuantas escenas iniciales. De la mitad hacia el final, casi nada.

Retratar la problemática existente en Euskadi es bastante complicado, y más si eres un director ajeno a esa región de España. Por eso mismo, gran parte de las críticas a esta película se basan en la falta de verosimilitud con el ambiente etarra. A la hora de hacer cine, existe una problemática aún mayor que esa, tratar de hacer llegar un mensaje a gente que se empecina en entender un mensaje distinto. El Viaje de Arián ni es una película sobre ETA ni sobre el entorno aberchale, sino que es una película que versa sobre el conflicto de personalidad que se produce cuando tras dedicar grandes esfuerzos en un objetivo que crees legítimo y perder por ese objetivo tu propio yo, uno se da cuenta de que no era tan legítimo ese objetivo.

Así, el Viaje de Arian nos relata un viaje. El viaje que emprende una bisoña chica con la cabeza comida por las ideas aberchales a través de su internamiento dentro de la estructura etarra. Arian que empezó ese caminar por amor a un miembro activo de la banda, va descubriendo poco a poco como se va internando en un mundo del que cada vez tiene más dudas y del que no puede salir.

La película se basa en un cortometraje de idéntico nombre e idéntico director realizado cinco años atras. En su transformación a largometraje tuvo el inconveniente de contar con bastante menos presupusto del que suelen contar la mayoría de los largometrajes producidos en españa. Sin embargo, su bien tegida historia y la actuación de dos grandísimas Ingrid Rubio, y Silvia Munt hacen que no se llegue a percibir esa diferencia. Ingrid Rubio consigue retratar a la perfección la transformación que sufre el personaje de Arian, y Silvia Munt está magnífica en el papel de una fria asesina veterana.

Su lado negativo reside principalmente en un guión que a pesar de que no es malo, pierde intensidad dramática en algún que otro momento concreto y representa cosas que llaman la atención por su poca relación con la realidad. Tampoco se ve muy normal que no se subtitulen los diálogos recitados en euskera y se deje a la imaginación de los no euskera-hablantes su comprensión.

En primer lugar, destacar la complejidad de realizar una película que tenga como trama principal la ascensión de una persona en la banda terrorista ETA. Es decir, de una pobre muchacha que, enamorada, es capaz de ir escalando posiciones y pasar de ser abertzal a formar parte de la cúpula terrorista y perpetrar asesinatos. Pero, a fin de cuentas, estamos ante una buena historia, un thriller que se deja ver sin resultar demasiado pesado ni cargante.

El caso es que, tanto muchas de las localizaciones de la película (la Foz de Lumbier, Pamplona...) me pillan cerca de mi casa y me resultó curioso al menos el enterarme de que, parte de la película, estaba basada en acontecimientos que sucedieron en la Foz allá por 1990.

Las interpretaciones (salvo excepciones) son magistrales. Tenemos a una Ingrid Rubio magistral en su papel de Arián. Rubio consigue hacernos partícipes y que empaticemos enseguida con ella: que seamos capaces de darnos cuenta de la barbarie que se está cometiendo y hasta donde es capaz de llegar una persona por amor. En fín, lleva el peso de la trama, de ser la protagonista y, a mi parecer, lo borda.

¡Y que decir de Silvia Munt! Perfecta en su papel de asesina veterana de la organización.

Película recomendadísima para todo el que quiera ver un thriller que, pese a tener algunos defectillos, se deja ver.

7/10.

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