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El mensajero del miedo

Intriga Cuando el Mayor Bennett Marco (Frank Sinatra) tiene que opinar sobre el Sargento Raymond Shaw (Lawrence Harvey), no duda en afirmar que es un auténtico héroe. Pero, en realidad, Shaw le parece un personaje muy turbio: una enloquecedora pesadilla le hace sospechar que el sargento oculta algo inconfesable. Audaz thriller político sobre el lavado de cerebro de los prisioneros americanos en la guerra de Corea. El fin del rodaje coincidió ... [+]
Críticas 31
Críticas ordenadas por utilidad
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7
8 de julio de 2010
48 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es interesante observar el aparato cinematográfico de Frankenheimer, detenerse en los hallazgos técnicos que pueblan su discurso narrativo. Su técnica de formación televisiva en directo y la dirección de actores fruto de su bien temprana afición teatral ofrecen elementos más que sugestivos a la hora de afrontar el visionado de la peli con un ojo en la trama de denuncia nerviosa, y otro ojo en el montaje y la puesta en escena.

Los recursos como el picado, el plano detalle, la fotografía con contraste, la toma oblicua y la profundidad de campo, etc., son evidentes. También una rica escenografía de espacios cerrados (reminiscencias del periplo televisivo que recuerdan a la gestión del espacio de cineastas como Lumet en <<12 hombres sin piedad>> con sus tropecientas cámaras inquietas).

Todo ello revela una preocupación por la fisicidad magnética del plano y su realismo sudoroso, pese al delirio que supone en sí misma la trama. En este sentido, es inmediato trazar paralelismos con cineastas coetáneos como el propio Lumet o la incontinencia “técnica” de Stanley Kramer, así como reconocerle a Frankenheimer su carácter de avanzadilla de ese cine de best-seller pseudo-político que tanto éxito tendría en los 70 con cineastas como Pollack, Pakula, el reciclado Schlesinger…

La peli podrá ser tildada de trasnochada por su obvia crítica hacia las cazas de brujas y las trapisondas de la trastienda conservadora de la política norteamericana más evidente (Frankenheimer era liberal, amigo de Roberto Kennedy, hebreo de padre pero con formación católica… En fin, un arquetipo cosmopolita, casi, abocado irremisiblemente al compromiso socio-político de barras y estrellas más sesentero. O director de estas características o periodista-ensayista de derechos civiles, no hay más que ver una foto suya de cuando iniciaba andanzas hollywoodienses). Pero más allá de estas consideraciones algo caducas, el ritmo de la peli se mantiene frenético en su desarrollo, y creo conserva a día de hoy unos cimientos de enorme solidez narrativa e introspección psicológica.

Y, como digo, la cuestión técnica –como la secuencia de la sugestión hipnótica del inicio- que más allá de su elaborada ejecución ofrece interesantes puntos de análisis a la hora de la comparativa con el medio televisivo –cantera de la época- el cine clásico y sus últimos coletazos, y la influencia que estas pelis y estos directores -Arthur Penn también, y tantos otros- tuvieron en la “madurez” que, dicen por ahí, adquirió el cine en la década posterior al rodaje de esta peli.
7
14 de agosto de 2007
43 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por mucho que se pretenda “El mensajero del miedo” no se encuentra entre las mejores películas de Frankenheimer; es verdad que está realizada en su década de oro que fueron los años sesenta, y eso le proporciona cierto estado de gracia en el ritmo y en muchos planos de una gran calidad pero no es suficiente para estar a la altura de “El tren” por ejemplo.

La historia es cuando menos inverosímil y excesivamente paranoica, aunque lo que más me molesta es que el guión es tramposo con el espectador.

En cuanto a lo primero, no hace falta que explique que los asuntos del control de la mente son mucho más complejos y con menos resultados que los que aparecen en la película. El querer estirar siempre tanto las posibilidades hasta el extremo, convierten en demasiadas ocasiones al cine y sobre todo a los thriller en productos carentes de naturalidad y sin fundamento realista a quien conozca medianamente el tema en cuestión.

Pero esto es arte, y no debe imitar directamente a la realidad por sistema por eso lo puedo pasar por alto. Menos permisivo puedo ser con el asunto de la paranoia. Es verdad que es una película que en cierta forma aprueba y considera necesaria la caza de brujas de los años cincuenta, lo cuál demuestra que cine y política siempre han ido de la mano, en Estados Unidos y en la Conchinchina.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pero como digo lo que menos me gusta es que se juegue a engañar al espectador con artilugios de guión y montaje. Hay varios ejemplos en la película, pero el más evidente es el de la escena final, donde se intenta crear tensión con Laurence Harvey apuntando con su rifle al cuerpo del senador “bueno” mientras Frank Sinatra corre a impedirlo. En el último momento cambia el disparo y mata a los “malos” (entre ellos a la detestable Angela Lansbury bien!!!!.) Completamente efectista y tramposo. Las cartas no deben estar marcadas y si se quiere conseguir tensión, tiene que ser con un buen guión y no a base de dar giros argumentales injustificados o trucos de cámara y montaje.

De todas formas “El mensajero del miedo” resulta una propuesta más que interesante por varios motivos. Es desde luego una película extraña. Muy antigua en algunas cosas (filmada en blanco y negro, tema del inconsciente y los sueños de tipo freudiano propio de las películas de cine negro de los 40) y a la vez muy moderna (corte muy televisivo producto de la procedencia del director, estética en cierto forma vanguardista que para la época tiene un punto desagradable de ver como por ejemplo la violencia de algunas escenas, en especial la fantástica de los soldados americanos con las supuestas señoras en la convención de plantas cuando en realidad son miembros del partido comunista ruso y chino) que hacen de ella una pequeña pieza de museo ya que aún siendo del 1962 enlaza como no he visto en casi ninguna otra el cine de los 40 y 50 y anticipa el thriller de los 70 y 80, y eso no es nada fácil.

PD: Por cierto Janet Leigh sale guapísima, pero su papel es tan intrascendente que se suma de nuevo al club de las mujer-florero de la historia del cine.

Nota. 6,8
8
8 de enero de 2009
26 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el 1962, Frank Sinatra protagonizo “The Manchurian Candidate”; film que nos hablo sobre experimentos aplicados a soldados que regresaban de la Segunda Guerra Mundial, para modificar patrones de conducta.

Atrevido “thriller” político sobre el lavado de cerebro de los prisioneros americanos en la guerra de Corea. El fin del rodaje coincidió con el asesinato de Kennedy, y se estrenó años más tarde. En el año 2004 se hizo un “remake” protagonizado por Denzel Washington.

El director y el escritor de la película compraron los derechos de “The Manchurian Candidate” para el cine, pero pronto descubrieron que sólo podrían filmar la novela si obtenían el respaldo de una empresa productora y distribuidora.

Allí apareció Frank Sinatra. Entusiasmado con la idea de “The Manchurian Candidate”, donde podría tener un papel como oficial del pelotón de prisioneros americanos, Sinatra se constituyó como coproductor y presentó la idea ante el presidente de “United Artists”.

Encontró el rechazo porque creyeron que el proyecto era políticamente peligroso, con senadores asesinados y una burla al ejército nacional, que según el argumento concedía una medalla de honor por motivos falseados. Entonces Sinatra fue a ver a su amigo el presidente John F. Kenndy, recientemente elegido, y consiguió su aprobación. El respaldo de Kennedy convenció a “United Artists” y la película se hizo.

En 1963 es asesinado John F. Kennedy, unos de los presidentes más carismáticos que ha tenido EE.UU. Ante este hecho, y por las referencias tan estrechas entre realidad y ficción, “The Manchurian Candidate” tuvo que postergar su estreno hasta 1965. Años después, en 1988, Frank Sinatra impulso el re-estreno de esta cinta, por su relevancia y temática entorno al ambiente político.

En el 1987 “The Manchurian Candidate “se presento como una muestra retrospectiva en el “New York Film Festival”, originando nuevas críticas y un nuevo lanzamiento en Londres, veinticinco años después de su estreno.

La película ha generado en ingresos la cantidad de $7, 716,923 millones en EE UU solamente, además recibió 12 nominaciones a diferentes premios (incluyendo dos al Oscar por mejor actriz de reparto: Angela Lansbury y mejor edición), de los cuales gano seis de ellos.
8
28 de enero de 2012
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 1952 durante la Guerra de Corea, el sargento Raymond Shaw (Laurence Harvey) ordena a sus hombres que se preparen para una ofensiva. Durante la operación, que es una encerrona, son sometidos a un lavado de cerebro, entre ellos también está el Mayor Benneth Marco (Frank Sinatra). A su vuelta en Estados Unidos, Shaw es condecorado y eso le puede repercutir una ganancia de votos a su padrastro, el senador republicano John Iselin (James Gregory) así como posesiva admiración de su posesiva madre Eleanor (Angela Lansbury). Durante un interrogatorio, después de la condecoración de Shaw, el Mayor Marco empieza a indagar en la extraña actitud del Sargento, mientras el Senador empieza a escalar en el poder en su camino hacia la Presidencia de los Estados Unidos.

Elaborado thriller de espionaje psicológico basado en una novela de Richard Condon (que también participó en el guión) que consolidó a John Frankenheimer como uno de los mejores especialistas del género en intrigas políticas y espionaje. En la película no le faltan elementos de suspense, tensión y drama sobre una historia de veteranos de guerra que a su regreso son víctimas de una manipulación mental con el fin de que el Bloque Comunista pueda manejar a sus anchas las ambiciones de un agresivo senador republicano, cuyo fin es desmantelar los activistas contrarios a sus ideales políticos.

La trama se ciñe en el ya recordado e inquietante prólogo en que los soldados son sometidos a un lavado de cerebro por parte de sus enemigos en una fría estancia pero que les hacen (y aquí la cámara juega, desde el punto de vista de los prisioneros, un papel importante en que les hacen creer que están en una conferencia de la Sociedad de Damas Horticultoras de New Jersey).

Una obra magistral no exenta de polémica en su momento, cuando Estados Unidos quedaba agitado por la Crisis de los Misiles en Cuba y, posteriormente, por el asesinato de Kennedy. La actriz inglesa Angela Lansbury demostró que no solo el Norman Bates de “Psicosis” podía hacerse suya la frase de “El Mejor amigo de un hijo es su Madre”, consiguiendo la nominación al Óscar a la mejor actriz de reparto.
7
10 de septiembre de 2006
16 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con un guíon excelente y un ritmo narrativo enviadible, la película plantea una hipótesis turbadora y verosimil, que sólo un año más tarde se vería confirmada con la muerte de Kennedy.
Si bien pudiera parecer un poco ambigua ideológicamnete (el enemigo soviético achecha...) y justificar en cierta medida las cazas de brujas de la década anterior, hay que tener en cuenta el contexto en el que se rodó (principios de los 60 en lo más crudo de la guerra fría). Aunque hoy el enemigo no es el comunismo, la historia no pierde vigencia... basta buscar los enemigos dentro
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