Magallanes

No es una cinta cualquiera que aborda los conflictos internos de víctimas y victimarios. Los personajes esbozan las distintas realidades surgidas de los enfrentamientos entre los agentes del Estado peruano y Sendero Luminoso. No se centra en el grupo guerrillero sino más bien en los abusos cometidos por la milicia contra ciudadanos inocentes.

Existen en España oportunidades diversas de conocer el cine suramericano más allá de las salas comerciales. En primer lugar, la sección Horizontes Latinos, del Festival de San Sebastián. Como también la Seminci de Valladolid. En Huelva se organiza cada mes de noviembre el Festival de Cine Latinoamericano. Y los premios Goya incluyen un galardón a la mejor película del área.

El último film ganador en el Festival de Huelva es «Magallanes», que también participó en el pasado Festival de San Sebastián y se encuentra entre los nominados a los Premios Goya. Está protagonizado por tres reputadísimos actores (mexicano, peruana y argentino) y será estrenada en España a lo largo de 2016.

La primera película del realizador de Salvador del Solar transcurre en Lima, esa ciudad tan poco recogida para el cine en la que contrasta la riqueza de unos afortunados con la escasez de medios y la mera supervivencia. «Magallanes» no habla de lucha de clases ni cae en maniqueísmos simples de ricos malos, pobres buenos. Pero, a partir de la novela de Alonso Cueto, el escritor más leído junto al excelente Nobel Vargas Llosa, plantea una serie de cuestiones de gran interés.

Revisa el pasado de un país que dio rienda suelta a la violencia en el área de Huanta, departamento de Ayacucho, centro de operaciones de Sendero Luminoso. Centrándose en tres antiguos militares en la zona, nos inquiere acerca de la prescripción de la culpa y de los daños sobre indefensos. Sobre la violencia larvada años después de los hechos, contenida en el sustrato y aún acechante.

Situada en el presente, hunde sus raíces en el conflicto que vivieron los personajes tiempo atrás, cada uno de ellos en una posición protectora, en ciertos casos, y absolutamente vulnerable en otros. Y parece preguntarse por la legitimidad de un presente heredado de una situación injusta. Al tiempo que muestra un punto de vista compasivo hacia quienes ocuparon posición de verdugos.

En el relato destaca la creación de una serie de personajes a los que cuesta querer, pero es imposible no comprender. Incluyendo al más joven, desconocedor del pasado. Un político hacia el que sería fácil dirigir los dardos y que representa, sin embargo, el espíritu de la necesaria reconciliación tras un enfrentamiento.

La fragilidad del rol de Magaly Solier es conmovedora y remueve al espectador en su asiento. La riqueza en la creación de Damián Alcázar,, contradictorio en su generosidad y cortedad de miras, en su codicia ciega y su afán de protección y desagravio, es uno de los puntos más destacables de la obra, un magnífico acierto. El militar al que da vida Federico Luppi nos cuestiona sobre el concepto de culpa y el perdón…

«Magallanes» es una obra que merecen los espectadores que buscan debate, luces y sombras donde reconocer personas reales. Que presenta un pasado duro y un camino difícil hacia la concordia, pero da los pasos exactos para recorrerlo: el reconocimiento de los claroscuros en todo aquel hacia el que se dirija la cámara.

Salvador del Solar se estrena en el cine con una obra notable e intrigante en una historia sobre la expiación y los reencuentros. La cinta peruana se sumerge en los sentimientos de culpabilidad de un ex militar que se encuentra por casualidad con una mujer (una extraordinaria Magaly Solier) que veinte años antes, siendo ella menor de edad, había sido violada en su unidad militar. Magallanes resulta ser una cinta más que eficiente, entretenida y con capacidad para remover conciencias.

Las vicisitudes para hacer algo de justicia con esta muchacha a la que se le arrebató la autoestima llevará al protagonista (un no menos extraordinario Damián Alcázar) a cometer ciertos actos ilegales, en una historia cada vez más imbricada que no obstante, salva la solidez del guión no sin algunos altibajos.

Tanto es así que en su presentación en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, Magallanes obtuvo el premio a mejor Película, Guión y mejor Actriz (los dos primeros algo exagerados en mi opinión en una muestra de buen nivel) convirtiéndose en la gran triunfadora de la 41 edición de la muestra onubense.

Magallanes, tiene toques de cine oscuro, de thriller denso, dotado de contenido social y de personajes complejos gracias a las referencias de su pasado, convirtiendo al protagonista que da título a la película en un personaje redondo. Eso sí, por el camino, se olvida de dar algo de convicción y molde a los personajes secundarios, concretamente, el personaje interpretado por Christian Meier se queda en apenas un esbozo de yupi capitalista al que apenas llegamos a conocer no mas allá de su amor por el dinero y los convencionalismos propios de su clase.

Aunque el guión se salva, si tiene altibajos y genera dudas. Hay una trama que cada vez se embrolla más y que tiene grandes dosis de intriga pero a costa de retorcer demasiado las situaciones, de dar sorpresas y giros que se quedan en el precipicio del descrédito. Mantiene la solidez pero está al borde de despeñarse y no se desarrolla de una forma natural lo que le hace perder eficacia.

Del Solar muestra cierta pericia como director con Magallanes, pese a ser su primera película

Pero sí funciona muy bien, sin embargo, para un espectador medio, es intensa muy precisa en los apartados técnicos donde Del Solar muestra una buena pericia con la cámara pese a ser su primera película. Hay una fotografía muy cuidada en los ambientes urbanos y el guión, con sus fugas pasajeras, te mantiene atado al sillón y te da alguna que otra inesperada sorpresa que desencaja y convence.

No pasará a la historia como una obra de arte pero, de entrada deja buenas perspectivas para el realizador peruano que ha sabido gestar un proyecto interesante y emocionante para el espectador.


http://www.viveiberoamerica.com/magallanes-la-expiacion/
@iberoamericavi

El actor Salvador del Solar, conocido por su papel en "Pantaleón y las visitadoras" y en telenovelas como "Pobre diabla" debuta en el largometraje con este interesante filme, coproducción entre Perú, Argentina y Colombia. El nombre del filme no tiene que ver con el estrecho de Magallanes sino que es el nombre del protagonista (Damián Alcázar) un hombre que un día reconoce a una mujer que sube a su taxi, Celina (Magaly Solier). Hace 25 años él fue soldado del ejército de Perú contra Sendero luminoso y el coronel para el que trabajaba reclutó a una joven de la que abusó, pero Magallanes la ayudó a escapar. Ahora el coronel (Federico Luppi) es un hombre muy mayor que ha perdido recuerdos del pasado, pero no han podido olvidar Magallanes ni Celina. El hombre se entera que la mujer tiene muchas deudas de su local de peluquería y decide ayudarla a conseguir el dinero. Este es un notable drama con dosis de intriga que trata un tema delicado del pasado de Perú y habla de culpa y redención. Ambientado en la ciudad de Lima, vemos la gran diferencia de clases sociales de los más pudientes a los que tienen menos recursos. La película es interesante en el retrato de los personajes principales, en la relación entre Magallanes y Celina y también funciona la intriga del chantaje al hijo del coronel (Christian Meier). Tiene buenas escenas como la del local de Celina donde dos chicos quieren robarle, Magallanes la ayuda y aparece el hijo de ella. Sin embargo, el desarrollo de la trama es un poco previsible, aunque esto no evita que el filme mantenga el interés y está bien fotografiado por Diego Jiménez. Uno de los grandes atractivos es el reparto de actores: el veterano actor mexicano Damián Alcázar, la actriz Magaly Solier, que sabe transmitir solamente con la mirada el dolor y el miedo, Federico Luppi, Christian Meier (conocido actor de telenovelas) en un personaje poco perfilado, y la participación de Tatiana Espinoza como la hermana del protagonista y Tatiana Astengo ("Contracorriente") como una camarera. "Magallanes" ganó el premio cine en construcción del festival de San Sebastián y estuvo en la sección "Horizontes latinos", triunfó en el festival de Huelva con los premios a mejor película, actriz y guión, fue finalista al Goya, obtuvo los premios a mejor ópera prima, actor y actriz en la Mostra de Lleida y ha logrado cinco nominaciones a los premios Platino. Ante este palmarés, esperaba un poco más de esta película que tenía ganas de ver pero es una de las propuestas más solventes que podemos ver del cine latinoamericano más reciente.

Valoración: 7
Lo mejor: la historia es interesante y el reparto de actores.
Lo peor: el filme no sorprende.

http://josh-cine.blogspot.com.es/

Magallanes es una sobresaliente película peruana. La trama refleja con gran verosimilitud lo que para muchos ya había quedado en el olvido, los actos salvajes de algunos hombres durante la "guerra al terrorismo" (1980-2000). La interpretación de Magaly Solier es brillante y emociona de principio a fin. Su personaje posee toda la fuerza de una 'mujer guerrera' y la no-venganza, y hasta cierto punto inmovilismo, de una 'mujer asustada'. Ella es una mujer guerrera asustada cuyo papel en la película ayuda a acercar al público masivo a una problemáica compleja, la de la guerra, desde la óptica de una víctima "colateral" que encarna el mayor de los sufrimientos: la absoluta falta de libertad.

Destaco su personaje por ser el más complejo en términos de contradicciones emocionales y traumas psicológicos que la dotan de una carga mayor: la de mostrar en todo momento una no-voluntad profuna de recordar y el deseo extremo de olvidar. Además, en una de las escenas finales ella protagoniza un sermón lleno de angustia y frustración que emocionó a toda la sala. En mi caso, no fue por el contenido de la misma (que estaba en quechua) sino precisamente por no entenderlo. Sentí vergüenza y culpa por formar parte de la clase opresora, del grupo dominante en este país y yo, cómodamente sentado en una sala, no poder hacer nada para remediarlo, ni siquiera entender cuáles son las demandas de la protagonista, por ende, de buena parte de mis compatriotas. Niños, niñas, mujeres y ancianos mudos para mí. Supongo que esta es una de las instenciones de la película, por eso se merece ser vista. Cuanto antes mejor.