Aborda críticamente la violencia de género, el sinvivir del gay pobre, el acoso callejero, y sobre todo, la capacidad de resisitencia (superviviencia)de los pobres de la periferia de la gran urbe latinoamericana.
La película es eso. Un recuento de los innumerables intentos fallidos de un muchacho de escapar de su pueblo/barrio y vivir mejor.
Retrata muy bien el materialismo, la necesidad de dinero por parte de las clases trabajadoras. Retrata cómo la violencia estructural puede transformarse en la de los penúltimos contra últimos en beneficio del status quo. Infravolorada por los críticos de sofá y mansión. Lo peor: el primer sermón del carnicero (rompe el tono y ritmo).

Magallanes es una sobresaliente película peruana. La trama refleja con gran verosimilitud lo que para muchos ya había quedado en el olvido, los actos salvajes de algunos hombres durante la "guerra al terrorismo" (1980-2000). La interpretación de Magaly Solier es brillante y emociona de principio a fin. Su personaje posee toda la fuerza de una 'mujer guerrera' y la no-venganza, y hasta cierto punto inmovilismo, de una 'mujer asustada'. Ella es una mujer guerrera asustada cuyo papel en la película ayuda a acercar al público masivo a una problemáica compleja, la de la guerra, desde la óptica de una víctima "colateral" que encarna el mayor de los sufrimientos: la absoluta falta de libertad.

Destaco su personaje por ser el más complejo en términos de contradicciones emocionales y traumas psicológicos que la dotan de una carga mayor: la de mostrar en todo momento una no-voluntad profuna de recordar y el deseo extremo de olvidar. Además, en una de las escenas finales ella protagoniza un sermón lleno de angustia y frustración que emocionó a toda la sala. En mi caso, no fue por el contenido de la misma (que estaba en quechua) sino precisamente por no entenderlo. Sentí vergüenza y culpa por formar parte de la clase opresora, del grupo dominante en este país y yo, cómodamente sentado en una sala, no poder hacer nada para remediarlo, ni siquiera entender cuáles son las demandas de la protagonista, por ende, de buena parte de mis compatriotas. Niños, niñas, mujeres y ancianos mudos para mí. Supongo que esta es una de las instenciones de la película, por eso se merece ser vista. Cuanto antes mejor.

"Train de vie", es una de esas bonitas sorpresas que puedes encontrar cuando el cine europeo pone lo mejor de sí. Su cratividad, su capacidad de reinventar hechos pasados y su capacidad por reirnos de ello con le esperanza de no volver a repetir algunos de ellos.
El tren de la vida es sin duda una de las mejores películas del año y del género, la tragicomedia.
El director con gran destreza recrea mucho de los acontecimientos y movimientos que suceden no sólo en la II Guerra Mundial sino, en el siglo XX, en los vagones de ese tren cargado de personajes que te atrapan por sus tan arraigadas y, a veces, contradictorias convicciones e identidades.

Película intensa de principio a fin, que no deja a nadie indiferente...así como los protagonistas..personajes indiferentes intrínsecamente, uno por elección y otro por casualidad.
Es la fusión de dos mundos tan distintos y a la vez tan iguales, jamás una película me había dejado tan estupefacto al lograr la unión de dos mundos radicalmente diferentes e iguales.
Historia verosímil y hermosa, en sus imágenes y banda sonora.

Directo al grano. EL directo Fuentes-León logra transmitir sentimientos, como el amor, celos, esperanza... e ideas que se mantienen al margen en un bello y humilde pueblo del norte peruano. La intromisión de elementos espirituales no es para nada desacertada ya que muchos de estos casos se oyen en el país y región, cuestión que el director lo ha sabido introducir de una manera correcta y sencilla. Los personajes transmiten lo que deben, en especial la pareja de hombres protagonistas.
Y es que sencillo en argumento, trama y recursos, esta película logra conmoverte y entretenerte sin caer en tópicos, fantasía, o grandes líos. Lo sencillo al final dío un gran y brillante resultado.