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Gran Turismo: De jugador a corredor

Acción. Drama Un adolescente jugaba a 'Gran Turismo', videojuego en el que ganó una serie de competiciones patrocinadas por Nissan, y le sirvió de trampolín para acabar convirtiéndose en un piloto de carreras profesional. (FILMAFFINITY)
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Críticas 51
Críticas ordenadas por utilidad
13 de agosto de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras tres años desde la última gran experiencia que he vivido en el cine con una cinta de carreras, "Le Man's 66", llega la adaptación del videojuego de Gran Turismo a través de una historia real, donde nos narra la historia de Jan.
Respecto a su sinopsis, nos cuenta la historia de este chico quién es un amante de los videojuegos de Gran turismo, cuyo sueño es convertirse en un profesional de este deporte, pero no cuenta con el apoyo de sus padres, ya que no ve ningún futuro próspero para él en el mundo de los videojuegos y las carreras. Pero todo esto cambia, cuando es invitado a participar en una competición para poder unirse al GT Academy, un evento organizado por PlayStation y la compañía Nissan, para buscar un Gamer que sea capaz de poder competir en representación de estos, con el fin de lograr una mayor publicidad de su franquicia, teniendo que nuestro protagonista hacer todo lo posible para poder cumplir con su sueño y ganarse la confianza de su preparador.

Entre sus muchos aspectos positivos, quiero destacar la buena actuación por parte de David Harbour, quién seguramente sea junto al personaje de Archie Madekwe, el más interesante de toda la cinta, quién tiene los mejores momentos, sin olvidarnos también de la buena interpretación de Orlando Bloom. La fotografía de la cinta es maravillosa, en especial en los diversos circuitos que presenciamos y en los momentos de carrera, donde habrá partes en las que se mezcle el estilo real con el estilo de los videojuegos de esta franquicia, por ejemplo a la hora de enumerar los puestos o de ocurrir cierto evento y su banda sonora es memorable, teniendo buenos temas a lo largo de la cinta, junto a un buen trabajo sonoro de los vehículos que te harán sumergirte en la cinta.

Cuenta con una gran acción, donde tendremos muchas carreras a lo largo de la cinta que te pondrán los pelos en punta por la buena adrenalina que te surge al disfrutar de esos momentos, lo cual hará que se pase volando esas dos horas que dura la cinta, siendo una película muy divertida, en especial para los amantes de este deporte y del videojuego, que además contará con muchas referencias a esta franquicia. El rival al que debe batir cumple, siendo un personaje que le irás cogiendo tirria mientras avance la trama y en cuanto al romance que plantea la película está bien, siendo totalmente creíble el vínculo entre estos dos personajes, aunque sus momentos más románticos sean los más olvidables de la cinta.

Ya en sus aspectos más flojos, si es cierto que es la típica película de superación que hemos podido ver en muchas otras entregas del género de deporte, por lo que si no eres conocedor de la historia real igualmente no habrá muchas sorpresas que debas esperar, pero al tratarse de una cinta basada en hechos reales es totalmente entendible que deba ser así, al igual que algunos personajes secundarios que conocemos durante el principio de la cinta quedan en muy segundo plano, pudiendo haberles dado más momentos a ellos para justificar su aparición a futuro o conocer a estos un poco más sobre sus vidas durante esa etapa.

Aun así, estamos ante una de las mejores películas deportivas de este año, siendo un producto muy entretenido que merece su visionado, no solo por las maravillosas carreras de coches a través de todos esos circuitos famosos, sino también por su gran trabajo técnico y una historia que cuando tiene que serlo, demuestra que tiene una gran madurez y valor a la hora de tocar ciertos temas de forma excelente, siendo una gran adaptación de la historia de este joven corredor.
pedro20
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16 de agosto de 2023
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siempre es impactante el reclamo publicitario de "basado en hechos reales". Desde ahí compadezco a los pobres padres, los ricos pueden permitírselo, que tendrán que aguantar las acometidas de sus hijos pretendiendo formar parte del exclusivo mundo de las carreras de coches. Todo eso por haberles regalado el video juego Gran turismo.
Centrados ya en la película, he de admitir que puede resultar entretenida, incluso a personas, como yo, no aficionadas a este deporte espectáculo.
Las carreras creo que están bien rodadas, son realistas y te meten en ese mundo en que precisión y tiempo han de ir de la mano.
Pero no es Le Mans, ni aquella que trataba de la rivalidad entre Lauda y Hunt.
Como película es un divertimento para quienes sueñan con pilotar un bólido porque son la leche conduciendo en una pantalla. Y no les quito mérito, pero la historia familiar es la típica del padre que le niega la posibilidad de soñar al chaval, simplemente porque tiene dos dedos de frente...
Y ahí está el protagonista, imponiéndose a este rechazo por lograr su sueño.
El actor que lo encarna no puede ser más inexpresivo, al contrario que el piloto real, cuya imagen sale al final de la, excesivamente larga, película.
David Harbour es creíble, la parte sólida de la historia. Orlando Bloom no desentona, pero es un mero apoyo con nombre famoso para dar mayor fuerza y credibilidad a la trama.
Todos sabemos lo que va a pasar.. y pasa.
No obstante, si te dejas llevar, no pasas un mal rato.
Película previsible que disfrutarán sobre todo quienes busquen un puesto en su podio particular. La vida no deja de ser un juego.
Lis
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14 de agosto de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Despliega la emocionante historia real de un adolescente que transforma su pasión por las carreras en una realidad fulgurante, gracias a su victoria en competiciones patrocinadas por Nissan en el juego homónimo. La trama se desenvuelve en un torbellino de emociones y adrenalina, marcando el camino de un joven soñador hacia la cima de las carreras profesionales.

Archie Madekwe, en el rol protagónico, entrega una actuación impactante que destila autenticidad. Con una habilidad encomiable, logra comunicar la intensidad de la pasión que motiva a su personaje, trascendiendo la pantalla para conectar con el público. David Harbour, en su papel de mentor, añade profundidad emocional a la narrativa, elevando aún más el componente humano de la historia.

La trama está cuidadosamente tejida, manteniendo al espectador inmerso y emocionado en cada giro. La esencia de la historia, centrada en la realización de sueños y la lucha contra las adversidades, establece un tono enérgico y emotivo. La película capta con éxito la esencia de la competición automovilística, infundiendo autenticidad a cada momento.

La dirección de Neill Blomkamp brilla al capturar la frenética emoción de las carreras con una estética visualmente impresionante. Las secuencias de carreras, hábilmente filmadas, infunden la película con una dosis de emoción palpitante. La cinematografía exhibe planos deslumbrantes de los autos en la pista, complementados por una edición fluida que mantiene el ritmo de la narración.

El diseño de producción es un tributo a la precisión, logrando una recreación vívida y detallada de los vehículos y los circuitos. Los efectos especiales son el componente clave para transmitir la velocidad y la emoción inherentes a las carreras, y aquí, son ejecutados con destreza, sumergiendo a la audiencia en la acción.

La partitura musical, imbuida de energía y dinamismo, se fusiona sin esfuerzo con la narrativa, encapsulando la intensidad de las carreras. El diálogo, auténtico y realista, se convierte en un vehículo efectivo para transmitir las emociones y la pasión de los personajes.

Se erige como una película emocionante y vertiginosa que capta la esencia del mundo de las carreras de una manera auténtica.
Pablo Veiga
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22 de agosto de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película muy bien hecha, excelente dirección de Neill Blomkamp, gran guion sin fisuras de Jason Hall, Will Dunn y otros basado en el videojuego Poliphony Digital. Buena música de Lorne Balfe, estupenda fotografía de Jacques Jouffrett y un ritmo muy aceptable.

Un juego, en suma, cuyo mundo es el de la competición automovilística y sus mayores virtudes el realismo en las respuestas y la sensación que da cada coche de su inmenso catálogo.

La cinta está basada en la vida real de Jann (Madekwe), un adolescente que vio su sueño cumplido. Este conductor, el protagonista, fue uno de los ganadores de la competición GT Academy, un proyecto colaborativo entre Nissan y Sony Interactive Entertainment para llevar a jugadores de Gran Turismo al mundo de las carreras reales. Lo cual podría dar la oportunidad de convertirse en piloto profesional.

Así pues, es película de coches que ofrece un contacto muy directo con el espectador. Un drama de acción, de bólidos que serpentean por laberínticas pistas a más de 300 kilómetros a la hora, todo lo cual Neill Blomkamp sabe llevar por el camino de la autenticidad y una cierta inocencia, mezcla sorprendente que engancha.

Película basada en la historia real de Jann Mardenborough (Madekwe), un niño mulato de Cardiff logra dar el salto a la competición real. En casa, Jann ha aprendido a tomar las curvas, conoce todos los circuitos de la competición y es un virtuoso en la ficción. Pero anhelaba correr con autos reales.

Danny Moore (Orlando Bloom), un sagaz ejecutivo de marketing de automovilismo propone a la empresa nipona el concurso Gran Turismo para aumentar la venta de coches.

Otro personaje clave es Jack Salter (Harbour), un veterano de carreras retirado, que será el entrenador y sargento de instrucción de los corredores participantes en el concurso real. Posteriormente, la persona que instruye y acompaña al protagonista Jean hasta en los peores momentos. Un hombre que hará de entrenador, asesor, psicólogo e incluso como especie de padre sustituto.

Jean tiene un padre de color, Steve (Houmsou), que una vez fue jugador de fútbol profesional, y que en principio no apoya al hijo en sus pretensiones y le aconseja que estudie o consiga un trabajo convencional. Quien sí mira por sus anhelos es la madre de Jann, interpretada muy bien por la Halliwell.

Pero Jann es una especie de héroe que va a por sus sueños con valentía y que es, en gran medida, una figura de nuestro tiempo, al tratar de trasladar sus habilidades virtuales al mundo de la realidad.

El reparto está muy bien elegido. Para el rol principal Archie Madekwe, que encarna a Jann Mardenborough, el aspirante a conductor adolescente. David Harbour, muy eficiente y estupendo trabajo como como Jack Salter, el entrenador de los jóvenes conductores, un instructor que exorciza sus traumas viendo a su pupilo triunfar donde él fracasó e instándole a continuar cuando las cosas se ponen difíciles, para que no cometa el error que él mismo cometió de retirarse, cuando era piloto.

Orlando Bloom, buen trabajo como como Danny Moore, ejecutivo de marketing de deportes de motor. Gen Halliwell, como Lesley, la comprensiva y amorosa madre de Jann; Djimon Houmsou, más que correcto como como Steve Mardenborough, el padre de Jann que acaba reconociendo la pericia de su hijo como piloto.

Película realizada por Blomkamp con una gracia humana y espontánea, y con unas secuencias de carreras, que dominan la película, porque, además de estar rodadas de manera impresionante y emocionante, constituyen parte sustancial de la historia que está contando. Las escenas de carreras están dirigidas y editadas de forma deslumbrante. Blomkamp sabe moverse entre los coches para que la película tenga emoción y además lo hace con mucho elemento real y poco CGI.

En un momento hay un accidente terrible con tremendas consecuencias para un espectador en el circuito, que pone a Jann en la tesitura de abandonar por el trauma; pero Salter lo habrá de salvar de una decisión que le puede pesar para toda la vida. Al final todos serán felices tras arduos días de trabajo, cuando Nissan y Jann corran las 24 horas de Le Mans.

“Gran Turismo” trata de carreras, de curación de los traumas y de la inseguridad, del apoyo y la entrega de todo un equipo en el Jann pilot; de padres e hijos, de enfrentar a los competidores, hasta alcanzar el momento cumbre en que nuestro protagonista es capaz de enfilar su propio destino.

Una historia de superación cientos de veces contada, pero que funciona, una película muy bien hecha para pasar un buen rato. Además, resulta emocionante cuando, sobre todo al final, conocemos al auténtico Jann, el protagonista real que aparece en pantalla unos segundos y que colaboró con la realización del filme y como doble en el pilotaje de los coches en la pista.

Publicada en revista de cine Encadenados: https://encadenados.org/criticas/gran-turismo-2/
Kikivall
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5 de septiembre de 2023
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gran turismo, película del año 2023, dirigida por Neill Blomkamp, con una duración de dos horas y quince minutos.

Siempre que he visto los tráilers de esta película, todas y cada una de las veces he pensado que esta película podría ser buena o mala, pero visualmente iba a ser muy buena y no sólo por el hecho de ver las carreras, sino porque prometía juntar el mundo del videojuego y el mundo real de una manera visualmente muy atractiva. Sin embargo, siento que no se ha utilizado ese recurso todo lo que se podía quedando en apenas unas pocas escenas.

La historia, aún con sus diferencias, la hemos visto mil veces en el cine siendo el mayor ejemplo "Rocky (1976)". En este caso, unos jóvenes que juegan videojuegos quieren ser pilotos profesionales y Nissan les da una oportunidad para serlo. La cinta nos cuenta ese viaje de entrenamiento hasta llegar a la final. Durante ese viaje, conocemos al protagonista Jann Mardenborough (Archie Madekwe) y al grupo de secundarios Jack Salter (David Harbour), Danny Moore (Orlando Bloom), Lesley Mardenborough (Geri Halliwell), entre otros.

Una cosa que para mi opinión y supongo que para la opinión general es malo de una película, es que en pantalla, los secundarios tengan más peso en la cinta que el propio protagonista. En este caso es lo que ocurre; todos sabemos que el protagonista es Jann, después de todo es su historia, pero los secundarios, sobre todo Orlando Bloom y en especial David Harbour, acaban siendo los que se ganan las miradas del público.

Danny Moore está actuado por un Orlando Bloom que en esta película parece optar por una actuación un poco más sobreactuada. Esto no quiere decir que sea malo, de hecho, es un gran acierto para la actuación de su personaje que es un falso, un timador y al sobreactuarlo un poco, solamente podemos ver a una persona que actúa para conseguir lo que quiere, a veces sin éxito. Jack Salter es un buen personaje al que David Harbour ha encarnado perfectamente con una actuación buenísima, muy natural, que realmente hace sentir que no es un actor interpretando un papel, sino una persona real que de verdad siente, que es de los mejores halagos que se le puede dar a un actor, que te has creído a su personaje. Teniendo a estos dos grandes actores actuando de una manera tan buena, a la hora de pasar a la actuación del protagonista, nos quedamos fríos, con un actor que no tiene peso en pantalla y ya no sólo por estar al lado de dos grandes actores, sino por una actuación que si bien, no es mala, deja bastante que desear.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
David Arroyo
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