Legión de ángeles

Creo que en mi vida había visto una película tan falta de coherencia y sentido como esta. Porque yo cuando voy a ver una peli busco algo de sentido a lo que veo. Es decir, si veo Spiderman sé que nadie puede trepar por las paredes y lanzar telarañas pero si me dicen que le ha picado una araña radioactiva y le ha conferido esos poderes pues me lo creo, sino no existiría el cine de ciencia ficción o de aventuras. Pero claro, si porque a Peter Parker le pique una araña éste va a poder volar, tirar rallos por los ojos y crecer 30 metros pues me digo "algo no cuadra". Aún así suelo tener bastante manga ancha y no doy importancia a algunos detalles. Me he dicho muchas veces: "Bueno, vamos a aceptar que los malos no tienen muy buena puntería" o "Bueno, vamos a aceptar que había un coche con las llaves puestas cuando huía la chica". En resumen, busco que se establezcan unas reglas y se sigan, aunque tolero algunas licencias. Cuento todo esto porque en esta película no hay ningún tipo de regla a la que acogerse para entender algo. Te pasas toda la película pensando "por qué hacen esto?" o "si esto es así, por que no hacen lo otro?" Es un continuo absurdo que te deja pensando si te has perdido algo que explique lo que estás viendo, pero al preguntar a mis amigos todos están igual así que deduzco que no tenían muy claro lo que querían cuando surgió la idea de esta película y les salió un auténtico truño. Si me preguntaran cuál es la mejor peli que he visto en mi vida no sabría que decir, pero si me preguntaran la peor, ésta sería de las primeras que vendrían a mi mente.

Entretenido y llevadero engendro que plantea un futuro postapocalíptico en el que un ángel desciende de los cielos para salvar a una camarera que se ha quedado preñada y que alberga, en su vientre, al ELEGIDO.

¿Para qué? Pues para frenar a las criaturas del aver... no, eso no. Para frenar a los ángeles que ha enviado Dios a la Tierra para acabar con la raza humana, porque le hemos cabreado y no sabe cómo quitarnos del medio. Quizá no le quedaban puntos de magia para invocar tifones, tornados, terremotos, maremotos o erupciones volcánicas (bueno, sí, que se lo pregunten a los islandeses). El caso es que su ejército de ángeles, que además de tener dos alas metálicas tamaño XXL son capaces de poseer a la gente y convertirlos en una (mala) suerte de demonios con dientes puntiagudos, llegan aquí para tocarle los huevos a un grupito de gente corriente que hace su vida en un bareto de carretera que hace parecer discreta a La Teta Enroscada.

Una familia a la que se le jode el coche, una camarera, el dueño del local (Quaid), su hijo panoli (Black) y un afroamericano que dispara con la pistola de lado (Gibson) se verán respaldados por Michael/Miguel (Bettany), un ángel que se ha cortado las alas para pasar desapercibido pero que sin embargo va con una uzi en cada mano y posee una armería en su furgoneta. Él cree en la humanidad, así que se opone a su Dios y bla bla bla. Seguir desgranando la historia ideada por Peter Schink y Scott Stewart es tan ridículo como enfadarse después de ver Legión.

¿Te apetece ver ángeles portando ametralladoras automáticas? ¿Un grupito de gente que debe sobrevivir a una amenaza, al estilo La noche de los muertos vivientes, Asalto a la comisaría del distrito 13 o Feast? Adelante. Legión ofrece esto y más: ancianas que caminan por el techo, heladeros que corren sobre sus nudillos, el niño de El Resplandor cabreado porque se le ha pinchado la rueda del triciclo, acción de mercadillo y un epílogo que se ha visto tantas veces que el hecho de que sigan recurriendo a él ya se intuye como un intento de parodia.

Terriblemente divertida a pesar de que intenta ser una versión seria de Dogma de Kevin Smith; lo mejor que se puede decir de esta mierdaca de proporciones cósmicas es que hace que Constantine (Francis Lawrence, 2005) parezca un trabajo de Dreyer. Tiene mérito.

Cuando fui al cine a ver Shutter Island, vi antes de la película por primera vez el tráiler de Legión. Aparentemente parecía interesante. Después, volví a ver algunas veces más dicho tráiler cuando fui a ver otros estrenos de cartelera. En total lo he visto cinco veces. Bien, hasta aquí nada interesante. El problema surge cuando en un tráiler como el de Legión, te muestran lo más relevante de la película, haciendo que el resto no merezca la pena. Nos desvela media película y encima las mejores escenas de la misma. Sin duda, los responsables del a promoción deberían aprender a confeccionar un tráiler para no mostrarnos la película entera en dos minutos.

Hablando ahora del argumento, éste se centra explicando que Dios ha perdido la fe en los humanos, ya que no han sabido aprovechar lo que se les ha dado. Es por ello que ordenará su exterminación. Para intentar evitarlo, los humanos contarán con la ayuda del arcángel Miguel (Paul Bettany). El objetivo de éste último será salvar a un niño que habita en el vientre de una camarera que se encuentra trabajando en mitad del desierto. Supuestamente, ese niño es la única esperanza para salvar a la humanidad.

El reparto está encabezado por Paul Bettany, que será la pieza fundamental de la trama de la película. Actor que pese a ser lo que más destaco de la película no realiza una gran actuación, comparándole con otras películas que ha realizado como El código Da Vinci o Master and Commander. Sigo sin comprender por qué Dennis Quaid se mete en estos berenjenales, realizando un papel mediocre encarnando al protagonista de esta historia, Bob Hanson, un hombre sin futuro ni esperanzas perdido en medio del desierto. Me hubiera gustado que Lucas Black hubiera hecho algo mejor, cautivándome como ya lo hiciera en A todo gas: Tokyo Race. A pesar de que en Legión no hace un comino, sigo pensando que si se le dan buenos papeles puede llegar a ser un gran actor. En esta ocasión, encarna al hijo de Bob Hanson, realizando un papel tan lineal como el del resto del reparto.

El apartado musical estará a cargo de John Frizzell, quien no logra con su música involucrar al espectador en un mundo apocalíptico pese a que sus temas tienen un cierto aire bíblico. Floja banda sonora para una floja película que ni siquiera en este apartado logra destacar.

Pese a tener un buen elenco de actores a los que no se les saca provecho en la historia, cabe destacar que el argumento de Legión no es nuevo. Quien haya visto la película Ángeles y demonios (1995), protagonizada por Christopher Walken o Historias de la cripta: el caballero del diablo, verá que la nueva película de Scott Stewart es un mal calco a ambas. Esperemos que la siguiente película que tiene en proyecto el director, titulada Priest, mejore las cosas que no se han conseguido aquí.

Voy a empezar yendo en contra de las demás críticas diciendo que la película me pareció entretenida e interesante, y más para ser el debut de un ingeniero de FX en la dirección cinematográfica.
La visión sobre el apocalipsis que Stewart hace es, a mi entender, el punto más interesante de la película, ya que muestra a dios como un ser que tiene los mismos sentimientos de frustración e ira que los humanos, y que tiene en el cielo una legión de guerreros representados por ángeles.
Bien, una visión religiosa diría que nada puede estar más errado, que Dios es un ser misericordioso y bla bla bla, y que los ángeles son emisarios de la palabra del señor y demás cosas, pero el hecho de que los ángeles sean los que hacen el trabajo sucio de dios, es una idea realmente novedosa y que me parece acertada para esta película.
Bueno, el resto es una sumatoria de clichés efectivos de varios filmes de suspenso, terror y ciencia ficción, y de actuaciones regulares (con excepción de la Paul Bettany que hace un papel bastante bueno).
La banda sonora es adecuada, sin destacarse más allá de alguna secuencia de acción con música de iglesia de fondo, y los efectos especiales están muy bien logrados, cosa que no sorprende ya que Stewart fue encargado de los FX de películas como Iron Man y Piratas del Caribe.
La película atrapa en todo momento, y dura lo justo y necesario, por lo cual no aburre. Podrían discutirse un par de escenas con diálogos innecesarios, y recursos narrativos y de cámara totalmente explotados anteriormente por otros filmes, pero por algo le puse la calificación que le puse.
Lo Mejor: El planteo novedoso de un tema religioso. Los efectos especiales. Algunas escenas de lucha.
Lo Peor: La actuacion carente de expresión de Lucas Black (¿Por qué parece siempre enojado?). El final predecible.

En fin, una película que no sera inolvidable, pero que sirve para pasar el rato, y que llena por un momento a los aficionados al genero de acción, suspenso y ciencia ficción.

Saludos.

Bueno, vamos a ver. El film se llama “Legión” y en su portada vemos un ángel empuñando puñal y metralleta. No se puede decir que uno no esté avisado a la hora de ver un producto que claramente no se toma en serio a sí mismo, y que lo único que pretende es ofrecer hora y media de diversión mediante escenas de acción hilarantes, FX resultones y diálogos de juzgado de guardia. A mí me ha parecido como una de esas desdichadas y distraídas cintas de serie B que infestaban la sección de terror de los videoclubs en los ochenta y noventa, sólo que con más presupuesto.

El arcángel Miguel (esforzado Paul Bettany) decide desobedecer las órdenes del mismísimo Dios y opta por arrancarse las alas (sic) y defender en un restaurante situado en medio del desierto del Mojave la vida de una camarera (odiosa Adrianne Palicki) embarazada del futuro salvador de la raza humana. Como desobedecer al altísimo está muy feo, éste comienza el apocalipsis enviando plagas y hordas de posesos, que se distinguen por lo afilado de sus piños, su lenguaje tabernario (“Tu puto bebé va a arder en el infierno”, entre otras joyas) y una inteligencia sensiblemente superior a la de los humanos sitiados, lo cual no tiene mucho mérito, la verdad.

Los únicos aspectos que destacan positivamente son la notable fotografía y el clasicismo de su puesta en escena. Y punto. Por lo demás, pues una piara de actores deleznables, con especial mención al hórrido Lucas Black, desarrollos autoparódicos de influencia made in John Carpenter de rebajas y una ridiculez argumental a medio término entre “Terminator” y “Ángeles y demonios (1995)”… Por supuesto que “Legión” cinematográficamente es nefasta, pero creo que es muy ingenuo pretender rebuscarle otra cosa que lo que es: una mala película de acción-terror entretenida.

Opino que se la ha atacado a discreción no sin razón, que la peli bien ponzoñosa que es, pero creedme, las hemos visto muchísimo peores. Yo por mi parte le pongo un 5, porque cumple con la única premisa que creo se le puede pedir a una producción de estas características: diversión. Para tragarse con unas birras y/u otras sustancias con los colegas en sesión doble tipo “Grindhouse”, junto a la igualmente mala e hilarante “The Crazies”.