Segunda parte de ''John Wick''. Recuerdo que cuando vi la primera, hace ya tiempo, lo hice bastante tarde. No supe de su existencia hasta algún tiempo después, no sé si debido a un despiste o a una mala campaña de marketing, pero así fue. Cuando le eché el guante la disfruté muchísimo, me gustó y cumplió sobradamente con lo que buscaba. Ahora, llega la segunda parte y sí, es más de lo mismo, pero es justo lo que el público le pedía realmente.
El resumen más rápido y conciso que se podría hacer sería decir que si te gustó la primera te va a gustar esta. Ofrece la misma materia, quizás un escalón por encima en algunos aspectos, pero en la misma línea. Es como pedirle a ''Rambo'' que no sea de guerra, o a ''Terminator'' que no sea de acción futurista. Lo que hace este personaje es su sello de identidad, y a estas alturas creo que ya ha quedado constatado.
La historia sí que es cierto que la colocaría un paso por detrás de la primera. Tal vez esta sensación tenga que ver porque aquella fue la novedad, no lo sé, pero esa sensación me ha transmitido. Aun así cumple con lo que se espera de ella, es decir, mucha acción, muchos disparos y entretenimiento puro y duro. Si tuviera que destacar algo sería la parte intermedia, sin duda lo que más he disfrutado. Sabiendo a lo que se viene es una trama enfocada al lucimiento del protagonista, lo cual hace, y a dejar al espectador medio más que satisfecho.
Frente a una película así hablar de algo parecido a interpretaciones quizás sea muy atrevido. Este tipo de producciones no están hechas para que los actores brillen, al menos no en lo que a interpretación se refiere. Creo que se entiende. Pese a ello parece que Keanu Reeves ha encontrado su personaje. Se le ve muy metido, encaja perfecto en el rol de Wick y, bajo mi punto de vista, creo que está empezando a dejar atrás a Neo, su personaje más conocido. El resto son simplemente acompañantes en su carnicería, ninguno destaca como personaje, pero sí como actor. Ian McShame, un actor que personalmente me gusta mucho, tiene menos peso y minutos de los que merecía, pero se aprovechan bien. El resto, como digo, sin mayor importancia.
Lo que más destaca de la cinta es sin lugar a dudas su puesta en escena. Ya la primera jugaba muy bien este aspecto, pero aquí se han superado. Mejor no se podría haber hecho. Ante una película, o un personaje más bien, de estas características la puesta en escena en todos los momentos de acción, y son muchos, es brillante. Va de la mano del personaje, son uña y carne, y queda muy bien. A destacar la secuencia de la fiesta y la traca final.
En resumen ''John Wick 2'' es una secuela que sigue los pasos de la original, estando por debajo en lo argumental pero por encima en lo demás, al menos para mí. Más de lo mismo, sí, pero hay que saber a lo que se viene tratándose de una segunda parte. Ha cumplido sobradamente las expectativas y espero y deseo que algún día hagan una tercera parte.

Lo mejor: Keanu Reeves, una puesta en escena brillante y algunas secuencias muy chulas.
Lo peor: Nada importante.

* Un 6 alto *

La primera parte, reconozco que no estaba mal ese tono de serie b, bien entendido y con la duracion justa. En está segunda parte, rodada con mucho mas presupuesto, que por lo vistó se ha invertido , en tiros, explosiones y tonterias varias, al guionista desde luego no le deben de haber pagado mucho, por la estúpida historia que ha escrito vamos, se regodea en las peculiaridades de la primera, como, las deudas de honor,esa sociedad alternativa en la que viven, en la que la gente normal solo esta para correr y gritar a pleno pulmon, con estupidas y anacronicas normas. Tambien Keanu Reeves parece un robot que suelta 4 frases mal contadas, al final estas deseando que lo maten, a él y a su perro, lo unico bueno Ian Mcshane y poco mas.

La película empieza con un motorista huyendo a toda velocidad. En seguida nos damos cuenta de que un coche le está siguiendo. Tras una frenética persecución, el coche por fin le da alcance y la moto acaba en el suelo. El coche se para, la puerta se abre y de él sale un hombre. La cámara enfoca al suelo, así que solo vemos sus zapatos. Sin embargo, sabemos perfectamente de quién se trata: John Wick vuelve a escena.

“The Boogeyman” vuelve en ‘John Wick: pacto de sangre’. La esperada segunda parte de este asesino de élite de fama mundial, que intenta retirarse del negocio para vivir una vida tranquila. Pero, al igual que en la primera entrega, los problemas no tardarán en surgir. Y el implacable sicario se verá obligado a abandonar su retiro para volver a hacer lo que mejor se le da.

Dicen que si algo no está roto, no intentes arreglarlo. Y ésta parece ser la premisa que ha seguido Chad Stahelski para realizar ‘John Wick: pacto de sangre’. Una secuela que nos trae más de lo mismo, dicho sea esto en el mejor de los sentidos posible. Pues la película no solo mantiene los mejores aspectos de la original, sino que los potencia al máximo.

Una saga donde todos los clichés de asesinos se unen para dar lugar a personajes fríos, calculadores, y de habilidades prácticamente sobrehumanas; y a escenarios alejados de todo lo que conocemos, con una cuidada y original estética que consigue dar cabida a protagonistas tan sangrientos como elegantes. Un universo llevado hasta el extremo, pero que en conjunto funciona de maravilla.

Pero ante todo ‘John Wick’ es acción, y de la mejor clase. En un tiempo en el que las películas de acción se han convertido en un amasijo frenético de cortes de plano, explosiones y caos para el espectador; nuestro asesino favorito nos trae unas escenas de acción que son pura artesanía. Combates perfectamente coreografiados que convierten las peleas en una danza. En la que cada muerte parece rimar con la anterior, para dar lugar a una sinfonía que convierte la violencia en una auténtica obra de arte.

Está claro que no es una película para todo el mundo. Su violencia puede resultar excesiva, y su trama requiere un espectador predispuesto a pasar por alto ciertas lagunas para centrarse en disfrutar. Pero en cualquier caso, se trata de una película destinada a hacer disfrutar por completo a los aficionados al género. Y es que ‘John Wick: pacto de sangre’ es una película hecha a semejanza de su protagonista. Porque tiene carisma, porque rebosa estilo y, sobre todo, porque nadie más sabe hacer tan bien su trabajo.

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Si alguien tiene intención de ver esta película como si fuera una de Jean Renoir mejor que pase la tarde del domingo en un parque viendo cómo juegan a la peonza los eventuales niños de barrio campeonísimos del mundo en esa disciplina; o probar formas alternativas de arte o ciencia tales como calentar en el micro una baguette de salchichón de El Barco de Ávila con queso Cheddar, hacer a la parrilla un paquete entero de chicles o intentar sumergir en tinta china la ropa interior de su pareja.

La verdad es que no me dio por contar los cadáveres, ni las balas. Me senté, me entretuvo -y mucho- la peli y terminé más que satisfecho -sobre todo porque las segundas partes suelen provocarme bastante sueño-. La cinta está bien filmada, con un correcto uso de la luz y las sombras; la coreografía en las escenas de acción me gustó, y no el kung-fu sino el Jiu-Jitsu también me pareció oportunamente usado, y quizá lo único que rechinaba era el petardo de mafioso camorrista italiano... Pero bueno, tampoco iban a sacarse a un Corleone del bolsillo.

Así que le voy a dar un muy positivo 7.

Regreso de John Wick (Keanu Reeves), que si antes mataba por su perro ahora lo hace por su coche. Pero tranquilos, que es sólo el comienzo. Pronto el argumento se vuelve más serio con un encargo de un sanguinario mafioso italiano que hay que cumplir, sí o sí, porque tiene un pagaré y en ese mundillo que se han montando, estás obligado a hacerlo. Por supuesto, que el trabajo se complicará hasta extremos insospechados, tantos que hay a la vista una tercera entrega de "John Wick" para el 2019, porque no hay forma de cerrar la trama en la presente. Por cierto, que el protagonista no se llama John sino Johnatan, pero abreviado en John.

Dicho lo cual, se entiende que la película es un despiporre de violencia. Yo no sé si bate el récord de muertes por minuto pero no andará muy lejos porque Wick se las pasa durante todo el metraje asesinando tipos de las formas más variopintas posibles. Como mérito, hay que reconocerle que no aburre, las escenas suelen ser vistosas y los personajes desprenden cierto carisma. Ahora bien, resulta totalmente inverosímil. Es imposible que los malos sean incapaces de matar a John Wick y así vemos continuamente como los sicarios se agitan, miran hacia otro lado o se niegan a disparar, para que el bueno los liquide. Qué asesinos más incompetentes.