El gran marciano

Imagínate que retrocedes en el tiempo hasta tu tierna infancia. Estás disfrutando de una clase de Ciencias Naturales con tus amigos del colegio, porque vuestra joven profesora está cañón y vuestras hormonas acaban de despertar al albor de la pubertad.

Profesora Samantha: - Niños, hoy debemos desplazarnos al zoológico. Quiero que veáis un experimento muy instructivo.
Alumnos: - ¡¡¡¡¡Bieeeeeeen!!!!!
Prof. Samantha: - Salid en grupos de dos e id en fila al autobús escolar. Portaos bien en el zoo. Recordad que somos nosotros los que vamos a ver a los animales, no al revés.

Dicho y hecho. Los alborozados niños disfrutaron del estanque de los cocodrilos, del foso de los leones, del elefante, del delfinario, de la tortuga gigante y de los simpáticos perritos de la pradera...entonces la maestra les ordenó ir a la jaula del gorila.

Prof. Samantha: - Ha llegado la hora del experimento que os prometí.

Sacó de su gran bolso una caja de pinturas de óleo, un caballete pequeño y un lienzo, y los introdujo en la jaula del gigantesco y temible simio.

Prof. Samantha: - Queridos niños, ahora ¿qué pasará? ¿Qué hará el gorila con los enseres de dibujo?

Varios niños levantaron la mano...

Jaimito: - Yo, yo, señorita.
Prof. Samantha: - Si, tú, Jaimito.
Jaimito: - Se los comerá.
Paco: - No, tío, agarrará los botes del óleo y los espachurrará en el suelo.
Dafne: - Noooo, tíoooo, esos animales son muy listos, pintará un cuadro abstracto.
Prof. Samantha: - Muy bien, niños. Sabéis razonar muy bien. Ahora seguiré yo vuestro razonamiento. Sé que algunos de vosotros estáis enganchados a Gran Hermano y os habéis gastado la paga semanal de vuestros padres en ir al cine a ver "El Gran Marciano". Como tutora vuestra os quería explicar que lo que puede hacer un gorila con una caja de pinturas es más o menos lo mismo que lo que han hecho algunos mayores con esta película.
Tito: - Pero si mola mucho y es muy diver.
Prof. Samantha: - Tito...¿tú crees que comerte los mocos es divertido? Eso es lo que hace un gordito que participa en la película.
Tito: - Mmmmmmmmmm...noo.
Pili: - ¡Perooo si el de Cádiz es muy guapooooo!
Prof. Samantha, susurrando al oído: - Pili, en tu clase hay muchos chicos guapos de verdad. ¿No ves cómo nos miran el escote los muy salidos?
Chato: - Profe, profe, a muchos de mis amigos les gusta el Gran Marciano y yo prefiero "Star Wars".
Prof. Samantha: - Chato, sólo te debe importar lo que te guste a ti. La fuerza estará contigo ya siempre.

***

Prof. Samantha: - Niños, se ha acabado el experimento de hoy. Espero que hayáis aprendido algo. Seguiremos la visita del zoo y ahora nos dirigiremos al pingüinario.
Niños: - ¡¡¡¡¡¡¡Bieeeeeeeen!!!!!!!

La llamada alta cultura va a ser cosa del pasado. La llamada cultura popular también. El cutrerío se gusta, se autoreconoce con satisfacción y se impone, acabando con todo lo demás, degradándose cada vez más y riendo ante el divertido espectáculo. Jamás pensó el pedante Ortega y Gasset que lo de la rebelión de las masas llegara a tal extremo. Y el cutrerío audiovisual influye en la vida cotidiana, degradándola.
Sobre, la película,por llamarla de algún modo, ¿qué decir?. Basura, evidentemente, una tomadura de pelo con la gracia de los chistes de caca, culo, pedo, pis.

Ahora que cumple su décima temporada esta soberana mierda que es el Gran Hermano es bueno escribir sobre esta broma hecha película protagonizada por los triunfitos del primer año. Si a alguien se le perdió la receta del Primperan y le da miedo meterse los dedos en la garganta, no se preocupe caballero, vea El gran marciano, no le defraudará, vómito asegurado.