Muy bien situada en la supuesta realidad de aquellos años del final de Nixon. Es la historia de los fracasos de un personaje mediocre que trata de abrirse paso en una sociedad aparentemente triunfadora, pero fuertemente contrastada por las crisis políticas, económicas y los movimientos antisistema. El trasfondo ambiental e histórico de aquellos años está muy bien logrado. Extraordinaria la interpretación de Sean Penn que, aunque siempre le he visto encasillado en un mismo tipo de personaje, siempre me ha gustado. He visto la película en versión original y su voz da mucha credibilidad al personaje que interpreta. (además, con un ingles muy entendible).
De todas formas para poder disfrutar de esta película debes estar mínimamente interesado en el trasfondo histórico y ambiental de aquellos años. No es pelicula para todos los públicos.

Esta película es un ejemplo de lo que no se debe hacer en cine. Tiene un buen argumento, una temática muy interesante, un personaje genial y un actor que se sale, pero carece totalmente de ritmo, se explotan momentos que no dan juego mientras que los momentos cumbre están metidos con calzador. En su desarrollo hace aguas por todos lados e incluso llegamos a cabrearnos un poco con tanto primer plano. Sí, Sean Penn es un monstruo de la inerpretación, ¿Algo más?

Del estilo de muchos films recientes (“21 gramos”, “Mystic River”, “Babel” y “Crash”), pero injusta y sorprendentemente menos conocido (¿le habrá perjudicado el título?), esta película destaca por ser sórdida y triste, pero magníficamente realizada y extraordinariamente interpretada por Sean Penn. De tintes similares a “Taxi driver” refleja bien el aislamiento, la insolidaridad, la tristeza y el ambiente depresivo de una sociedad que genera violencia y parece necesitar de un cambio radical en sus planteamientos.

Penn vuelve a la pantalla grande tras su merecido Oscar en Mystic River. Sin embargo, vuelve con un gran distanciamiento de su papel en dicho film, donde lo veíamos como el jefe de la ciudad por encima del bien y del mal. En cambio, en El Asesinato de Richard Nixon, Sean Penn se limita a ser un tipo normal, un tipo con aspiraciones, con sueños... aunque todos fracasados. Este tipo llega a tal desesperación que cree que los problemas se solucionarán si consigue asesinar al Presidente. Se siente algo así como un mártir, como el salvador que conseguirá derrocar al tirano...

Una historia que nos hace permanecer en vilo de principio a fin..
Una historia en la que Sean Penn vuelve a hacer un magnífico papel y en la que el resto del elenco de actores lo siguen con buen ritmo.
Una historia basada en un hecho real...
Una historia basada en 1974 pero que, sin ningún problema, podría darse en la actualidad...

Estamos hablando de una película protagonizada por uno de los más grandes actores del momento, y de nuevo lo hace de manera soberbia.
El film nos muestra el retrato de una persona que camina hacia un fondo desolador, y completamente perdido, del cual es muy dificil salir airoso.
La ambientación está muy lograda, y por momentos la fotografía está a una grandísima altura.